Una soprano de Leyes

“siempre en busca de nuevos retos”

Helson Hernández

Yoslainy Derrick
Yoslainy Derrick

HAVANA TIMES — Yoslainy Derrick, soprano del Teatro Lírico Nacional de Cuba, quien además de llevar su carrera artística va en busca de otros caminos profesionales.

HT: Además de soprano profesional se graduó en la carrera de Leyes

Yoslainy Derrick: Sí, tuve la posibilidad de optar por la carrera de Derecho poco después de haber terminado mis estudios de canto en el Instituto Superior de Arte. Me gradué como abogada el pasado 6 de Julio del 2015, en la Universidad de La Habana.

HT: Ardua tarea realizar otros estudios superiores fuera del contexto de las artes

YD: El saber no ocupa espacio, siempre me ha gustado estudiar, sobre todo, cuando aporta conocimientos útiles, aplicables a mi profesión y a mi vida cotidiana. Las leyes acompañan a cada ser humano donde quiera que vaya, aun fuera de su territorio nacional, lo que se conoce como Derecho Internacional Público y también Derecho Internacional Privado. Ni el artista ni las artes están exentos de las leyes.

HT: ¿Qué ha podido aportar a la artista ser abogada?

YD: Estudiar cualquier carrera requiere de resistencia que con el tiempo va moldeando nuestro carácter, pone a prueba nuestra paciencia, y nos obliga a defender nuestras metas a pesar de los miles de obstáculos que siempre aparecen en el camino. En el Derecho, el desconocimiento de la ley no exime de culpa. Digamos que he aprendido a defender mis derechos, sin olvidar mis deberes ni mis obligaciones ante el trabajo.

HT: ¿Cuéntenos cómo suele ser su vida cotidiana de mujer cubana?

Yoslainy Derrick
Yoslainy Derrick

YD: Mi vida se resume en trabajo, autoestudio, entrega, sacrificios, además de madre, padre, amiga y confidente de mi hija adolescente, sumándole ama de casa al mismo tiempo.

HT: ¿Forma parte de la compañía nacional de la Ópera de Cuba?

YD: Empecé en Octubre de 1996 a formar parte del Coro de la Ópera de Cuba bajo la dirección de Ricardo Linares Fleites, quien me preparó para presentarme en esas audiciones. Resultó más que un Maestro, un mentor, un tutor, fue realmente un padre para mí. Aún no me había graduado del ISA y ya había tenido la dicha de interpretar el rol de Flora en la Traviata, entre otros partiquinos de zarzuelas cubanas. Años más tarde participé en el estreno de la Flauta Mágica, y siempre en busca de nuevos retos.

HT: ¿Preferencias en cuestiones de repertorio?

YP: Mi ópera favorita es La Traviata, pero también me gusta Carmen, Tosca, Cosi fan Tutti, Porgy and Bess; siempre y cuando estén dentro de mis capacidades vocales. Disfruto mucho los musicales y las canciones de concierto, en especial la obra de Gershwin, Sinatra, Cole Porter, I. Berlin, entre otros autores que incursionaron en este género.

No siempre se canta lo que más nos gusta, está en dependencia de factores ajenos a nuestra voluntad. Tampoco creo que deba cantar lo mismo siempre, indagar en obras de autores desconocidos también tiene su encanto, se gana en conocimiento. De esta forma el repertorio se va ampliando constantemente. Más allá de las preferencias le doy importancia a la interpretación de cada obra, de manera que pueda transmitir un mensaje al público presente, de lo contrario sería afinar notas escritas en un pentagrama de forma mecánica y fría, como un robot.

HT: Se estrena pronto en Cuba “La Mandrágora”, con un director serbio

Yoslainy Derrick
Yoslainy Derrick

YD: Quedé sorprendida cuando mencionaron mi nombre entre los elegidos para esta obra contemporánea que será estrenada en junio en La Habana. Es todo un reto el aprendizaje de esta, una experiencia nueva a la cual espero sacarle provecho como artista. Nunca imaginé hacer un protagónico de una obra de tanta complejidad música, solo resta asumir la escena de manera tal que se pueda enganchar al público.

HT: ¿Cuál canción dedicaría al mundo de hoy, y en el caso de la abogada, alguna reflexión, para dejarnos un mensaje?

YD: Cantaría una vez más el Ave María, da igual la versión de Shubert, Bach-Gounoud o de las óperas Otello o La Forza del Destino de Verdi. Cada una de estas plegarias encierra un único mensaje de paz, de protección, de redención de nuestros pecados, clamor incesante por la intercesión de la Madre de Dios, que también es la Madre de todos los seres humanos ante la presencia de Jesús. Cantar requiere de entrega para que el público quede complacido.

Como abogada para juzgar, para orientar y/o defender las causas de cualquier necesitado, hay que aplicar los conocimientos adquiridos para impartir justicia, también hay que entregarse para que el cliente salga más que satisfecho, resarcido.

En cualquiera de estas dos profesiones me encomiendo a Dios y a la Virgen María, para que me colmen de su sabiduría divina, y me cubran con su Manto Santo. Que continúen guiando mis pasos para no desviarme del buen camino.