Una aldea donde solo tratan bien a los turistas

Puente musical desde Cuba*

Osmel Almaguer

HAVANA TIMES — Aldeanos es una agrupación de Hip hop que se ha atrevido como ninguna a hundir su dedo en las llagas del gobierno cubano, y además, con una repercusión que le ha convertido en una especie de ícono musical contestatario para millones de cubanos y no cubanos dentro y fuera de la isla.

Sus letras, repletas de cubanismos; unas veces populares y otras casi vulgares, tocan aquellos temas que no existen en las agendas de los congresos, con una rabia que ha estado ausente, por ejemplo, en las demandas del pueblo cubano en los espacios creados al efecto por el gobierno, como las asambleas del CDR y las de los Lineamientos del PCC.

Los Aldeanos levantan la bandera por aquella parte de la población menos escuchada y atendida. Más bien ignorado, porque hay realidades tan duras y problemáticas al margen de los barrios pudientes de La Habana, que resulta preferible, para aquellos que pretenden controlarlo todo, evitar el contacto visual.

Los Aldeanos son el resultado de dos causas principales: silencio prologando y degradación. Degradación moral de la sociedad y degradación económica de todo un pueblo. Silencio prologado primero hacia adentro, cuando el gobierno pretendía (y lograba) impedir cualquier flujo de información del resto del mundo hacia dentro de la isla, y silencio impuesto luego como una mordaza, cuando comenzamos a padecer el despertar de un sueño roto, del sueño socialista.

Entonces, ¿cómo queremos que canten? ¿Con una gramática perfecta? ¿Con bellas palabras que aludan a una realidad que no existe? ¿Acerca de temas, como tan penosamente hacen algunas agrupaciones de rap, que nada tienen que ver con el espíritu del género? Los Aldeanos son el fantasma de un muerto, atormentando a los culpables de que Cuba haya llegado a caer en este estado.

Sus integrantes, Aldo, el B. y DJ Figu, junto a Silvito “El Libre” salen a la calle y se inspiran de lo que viven. De ahí su cualidad prolífica que imprime a su vez ese aire tan espontáneo a sus canciones. Algunos de sus temas son anecdóticos, como es el caso de “Hotel Nacional”, en el que un cubano cualquiera tiene la oportunidad de entrar a una de esos sitios que se han vuelto mágicos, casi míticos, en la mente de nuestro pueblo.

Discriminación, sorpresa, sentimiento de culpa y frustración son cuatro de los sentimientos que dominan a este cubano en su experiencia dentro del hotel. Discriminación por parte del propio personal de la instalación. Sorpresa por encontrar esa abundancia de la que nunca (o casi nunca) ha podido disfrutar en su vida, y ante la cual, al no estar acostumbrado, reacciona de manera extraña.

Sentimientos de culpa por esa asociación tan absurda que nos han impuesto entre conceptos como sacrificio y patriotismo; hombría y resistencia; abundancia y burguesía; burguesía y maldad. Frustración al comprobar que su tiempo permitido en el hotel ha terminado. Eso que para él fue un sueño hecho realidad, no volverá jamás a repetirse.

Pero, ¿qué es lo que en realidad Aldito ha encontrado en el Hotel Nacional? Nada en especial, solo aquello a lo que cualquier persona debería tener derecho. Alimentación adecuada, limpieza, un ambiente agradable, comodidades. Pensemos en que se trata probablemente del mejor hotel del país, pero que en uno menos lujoso este mismo cubano sería capaz de vivir y sentir experiencias similares.

Hotel Nacional

(Esta es una historia basada en hechos reales). Mi historia comienza / de una extraña forma; Aldo entrando al Hotel Nacional, pisando la alfombra. De pronto un custodio / me trata con muy mala forma, como si él / fuera el dueño del Hotel California. Me paro muy contento, frente al elevador, siento que cambia la temperatura y el olor. Ese señor me dijo / donde está su tarjeta, y algo me decía: Aldo, no le des una galleta. Retorno hacia el lobby, donde los trabajadores, me miraban / como una rama seca entre las flores. Me piden el carné sin buenas noches ni argumento, pero su educación escasa no me joderá el momento. Al fin, se acabó todo ese brete[Y1] . Entro al elevador / y yo mismo marco el siete.

Aparezco en un pasillo / de película. Llego / a la habitación 761. Comienza el juego. Lo primero / que se me ocurre es pasar al baño y gastar todos los pomitos que dicen gel de baño. Hay 10 toallas para mí y aunque te parezca loco, me bañé por lo tanto que estuvo el motor de mi edificio roto. Salgo con sed, contento y bailando suave. Me encuentro un frío que estaba cerrado con llave. Marco el 138, servicio de habitaciones; no vaya a ser / que tengan alarma los colchones. Yo estaba invitado, todo estaba pago, y de pronto me digo ¡ay!, porqué un pedido nuevo. Pá no hacerte el cuento largo pedimos una pila de cosas (pollo, cerveza) y con esas cosas / el cubano como goza. Cada vez que tocaban la puerta / me escondía, y no sé porqué creía que podía ser la policía. Estaba comiendo tanto sobre ese colchón, que yo sentí / que estaba traicionando a mi revolución.

Mira tú qué situación, en el cartel de las extensiones / no aparecía el 106 por todo eso y dije yes, señores, vamos a beber, comer y dormir sin presiones, que esto es fiesta con f de Flint con Aldo, Felicitaciones. Tuve más ideas, como ir a la piscina. Pero pá sacarme de ahí había que contratar a Hi-man (a un fuerte). Así que reflexioné y no salí de la habitación,”piscina qué cosa, Aldo, hay que comer pan con jamón”.

Otro día me voy pal Malecón, me doy un chapuzón, retorno al granizado[Y2]  y a la canequita de ron. Cagué un mojón que dije, esto no se va con nada (qué peste), pero ese inodoro descargaba más que una abuelita brava. Omití algunos detalles como, por ejemplo, el aire acondicionado se podía poner tó el tiempo. Cuando te bañabas el espejo se empañaba siempre, porque claro, había agua fría y agua caliente. Era un agua / que te llenaba de vida, que te acariciaba el cuerpo cuando te caía arriba. Fíjate si estaba rica y mi alma estaba conmovida, que a mí no me jode[Y3]  nadie, me bañé con agua hervida. Prendo la TV, y para serte sincero, me puse bravo porque los canales / eran extranjeros. Mucho CNN, Cartoon Network, me sentí dolido, porque yo quería ver / algún Canal Educativo.

Al final tuve que bajar. Me vinieron a buscar. Yo sabía que después no me iban a dejar entrar. Y eso mismo fue / lo que me paso después, por no tener pinta de yuma ni saber hablar inglés. Como no se repiten / momentos tan felices, me tiré cantidad de fotos, parecían que eran mis Quince. Me fui de ahí como un lince / que no tiene qué comer, y cuando vine a ver me llevé un vaso sin querer. Me fui en un taxi pá mi casa, porque, claro, lo pagaron, porque yo no tenía un baro[Y4] , y esos son un poco caros. Llego al gao[Y5]  y me despido del taxista / y de mi Hotel Nacional, donde solo tratan bien a los turistas.

Coro: En el Hotel Nacional todo parece normal pero ná[Y6] , eso allí es otra onda. El de Seguridad se me dio una clase de encarná[Y7] , como si yo hubiera puesto la bomba. Y yo quería pasar, conocer, mirar, ver, saber, porque / la vida es muy corta. No entiendo porqué razón hoy en mi nación al cubano, el propio cubano le estorba. Yo solo quiero agradecer lo chévere[Y8]  que son lo roki[Y9]  de los walkie talkie, por la Mesa Redonda. Es que esto es lo que no recuerdo ya: el rico sabor del fuckin toki[Y10] , acere le ronca[Y11] , que por no tener olor a shopping, ni llegar con cuqui puppies[Y12] , el dios se me oponga. Deja que yo sea el presidente pá que vea lo que es reducir plantilla, ay si, no me hagan sombra.

(Por eso es que cuando uno llega a esos lugares pega los mocos en la pared, se comporta mal y hace tó[Y13]  las cosas que hace, porque no nos dan oportunidad).

Aún hoy recuerdo todo lo que comí, aquel desayuno tan ricón[Y14]  / que se perdió el B. Yogurt del sabroso, leche con café, sándwich y jugo natural, y pá[Y15]  la cama otra vez. Ventanas bonitas, con vista al vedáo[Y16] . Cortinas que pá mi eran Calvin Klein, y un armario empingáo[Y17] . Mesita de noche, lamparita cuqui[Y18] . El piso parecía el cielo y yo, quería vivir allí.


 [Y1]Apuro, dificultad.

 [Y2]Bebida a base de sirope y hielo frapé

 [Y3]Molesta

 [Y4]Dinero

 [Y5]Casa

 [Y6]Apócope de Nada

 [Y7]Encarnada. Encarnar-se: Molestar seguida y prolongadamente

 [Y8]Bueno, bonito, gracioso

 [Y9]Probablemente refiriéndose a los de Seguridad del Estado

 [Y10]Probablemente refiriéndose a la barata marca de refresco instantáneo

 [Y11]Expresión de pesar, protesta

 [Y12]Tenis bonitos

 [Y13]Todo

 [Y14]Superlativo de rico, no existe en español

 [Y15]para

 [Y16]Vedado, barrio céntrico de La Habana

 [Y17]Voz  en registro vulgar, según el contexto puede significar malhumorado o, como en este caso: bonito

 [Y18]Linda

2 thoughts on “Una aldea donde solo tratan bien a los turistas

  • Muy interesante tu articulo, Los Aldeanos creo que algun dia tendran un articulo mas largo.. :)

  • aldeanos…. la mejor respuesta ante la opresion de un babarbachas…. son ustedes.. los llevo en el corazon … desde colombia apoyo total para aldito y el b

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