Un teatrista, sin duda alguna

Dariela Aquique

Eduardo Gaspar Guasch Estiú

HAVANA TIMES — El diseño escenográfico es una manifestación artística de percepción visual en la cual el individuo crea y recrea mundos naturales o fantásticos. Utilizando diversas técnicas que le permiten expresar sentimientos, emociones e ideas, utilizando el dibujo como base fundamental. De este tema, estaré dialogando con el diseñador y realizador escénico Eduardo Gaspar Guasch Estiú.

HT: ¿Nos cuentas de tus inicios en el ámbito artístico?

EG: Desde los años en que estaba estudiando en le ISA, al estar en La Habana, donde hay una vida cultural riquísima, muchas exposiciones, conciertos, estrenos teatrales, empecé a apasionarme por el mundo del teatro. Andaba todo el tiempo con los estudiantes de artes escénicas, al punto que todo el mundo pensaba que yo era de teatro y no de plástica.

No pude graduarme en el ISA, porque suspendí inglés, me mandaron a repetir el año y me desilusioné y no seguí. Pero me quede en la Habana y empecé a trabajar en el piso 21 del edificio FOCSA, como realizador de diseño gráfico.

Trabajando en el taller del Guiñol Santiago de Cuba.

En el año 1986, vine a Santiago de Cuba de vacaciones y en el Guiñol Santiago, me invitaron a diseñar un espectáculo, y ese fue mi primer diseño para el teatro.

Por aquellos años, yo hacía grabado en madera principalmente y comencé a participar en exposiciones y eventos, como el Salón 13 de marzo, en expos en Pinar del Rio, de Guantánamo, de Matanzas. Me quedé trabajando en la ciudad de los puentes (Matanzas), en el grupo de teatro Bumm, ya diseñando espectáculos teatrales.

En esa etapa, hasta el año 1992, estuve también con el Guiñol de Guantánamo. Volví a diseñar para el Guiñol Santiago. Trabajé con el Conjunto Artístico de las FAR, en Sabaneta, entre Moa y Guantánamo, hasta algo como actor de teatro estuve haciendo por allá. Hasta establecerme en Santiago con el Guiñol.

HT: ¿Tienes estudios académicos o eres empírico?

E.G: Hice tres años de estudios elementales y cuatro de nivel medio en Artes Plásticas en la Academia José Joaquin Tejada. Y los dos años en el Instituto Superior de Arte.

HT: Teatro Guiñol Santiago, es una agrupación profesional de obligada mención. Con más de 50 años de fundado.  El único de teatro para niños en la ciudad, y durante muchos años fue el más importante en toda la región oriental. ¿Cómo llegas al Guiñol? 

EG: Como te dije hace un rato, en las vacaciones del año 86, vine a Santiago de Cuba y el entonces director general del Guiñol Santiago Ramón Pardo, me invitó a diseñar una obra, recuerdo que se llamaba Perrito travieso. Y en otras vacaciones en el 89, me volvieron a llamar y diseñé mi segundo espectáculo Bibí. Hasta el 92, que me contrataron en una plaza de atrezista  y diseñé y realice la producción de mi tercera obra para el Guiñol Santiago, Y así, me he quedado acá, durante estos 21 años, de casi 27 que tiene toda mi carrera en las artes escénicas.

Con sus títeres.

HT: Durante los 90, y el adverso período especial, las carencias materiales de todo tipo se hicieron sentir también en las producciones teatrales ¿Cómo resolvías diseñar y atrezzar, los vestuarios, las utilerías y escenografías de las obras?

E.G: En el año 1992, en el Guiñol, se trabajaba en la puesta en escena de los Chichiricú de la charca, una obra con un ambiente que tiene que ver con el folclor afrocubano. Y Raymond, otro diseñador que tomó desde el inicio del montaje, los diseños planos, como que no sabía mucho que hacer ante tanta escasez de recurso. Y yo entro entonces a trabajar con ellos y propongo el uso de materiales naturales y de naturaleza muerta como yaguas, hojas secas, el empleo de la soga, el saco. La gente regalaba pedazos de telas, un poquito de pintura, en aquellos tiempos había más solidaridad que ahora, y así resolvíamos. Yo cobraba el derecho de autor, y con ese dinero (mi dinero), comparaba materiales para las próximas producciones. Y aún lo sigo haciendo, porque muchas veces no hay ni esto, ni lo otro…

Bibi, obra estrenada en 1989.

Lo curioso es que la precariedad nos obligó a improvisar y eso hizo que el Guiñol Santiago, por primera vez, tuviera un alinea de diseño que lo identificó por mucho tiempo. Que luego yo cambié por el uso de colores planos.

HT: No solo diseñas obras de teatro para niños, sino que también has diseñado y realizado producciones de teatro dramático. Coméntanos.

E.G: Aunque siempre se me relaciona con el teatro para niños, he diseñado más teatro dramático que teatros para niños. Debe ser que como trabajo en el Guiñol, siempre me asocian a los títeres, al muñeco, pero he diseñado para todos los grupos de teatro dramático que han existido en la ciudad, he trabajado incluso con agrupaciones danzarías con el Conjunto Folclórico del Oriente. Hasta contigo Dariela, diseñé una obra que dirigiste para adultos en el 2007.

HT: ¿A qué organización o institución estas incorporado para posibilitar tus exposición o poder tramitar tus cobros de derecho de autor?

EG: Bueno, actualmente soy miembro de la UNEAC, que fue mucho tiempo la entidad encargada de tramitar los cobros de propiedad intelectual y toda esa parafernalia burocrática. Ahora ya no es así, existe una institución llamada el Centro de Desarrollo de las Artes Visuales, que radica en la Habana Vieja y que es la me autoriza a tener una cuenta y poder cobrar mis derechos de autor. Tengo un carnet y un documento que es una suerte de salvoconducto que tengo que actualizar desde acá por medio del Consejo Provincial de las Artes Plásticas, y con eso puedo viabilizar mis cobros.

Las exposiciones se coordinan con menos contratiempo. Si eres un artista profesional, asociado a ciertas entidades, no es tan difícil exponer.

Con el elenco de «La calle de los Fantasmas».

HT: ¿Cuántas piezas teatrales has diseñado a lo largo de tu carrera?

E.G: He diseñado 45 espectáculos entre dramático y para niños, y un espectáculo danzaría.

HT: ¿Te considera un artista plástico, o un teatrista?

E.G: Un teatrista, sin duda alguna.

HT: ¿Algunas experiencias en la televisión o el cine?

E.G: En el cine, en el año 1999 tuve una experiencia como actor de reparto (con textos incluidos), en Caribe, una coproducción ítalo-cubana. Mi personaje era el del segundo oficial de un barco francés.

En la televisión, en el 2000 como actor extra en las aventuras La cueva de los misterios, que hacía un soldado español. Y en el 2004, como diseñador de los muñecos del programa Colorimágico de la redacción de programas infantiles del Canal de aquí, de Santiago de Cuba.

HT: Cuentas en tu curriculum, un buen número de exposiciones personales y colectivas. ¿Nos habla de esto?

E.G: He participado en 38 exposiciones, entre personales y colectivas, dentro del país. Y mis diseños han sido exhibidos también en tres Expos internacionales, como la 51 Expo Del diseñador escénico en la técnica digital, Carolina del Norte, 2011. El Evento Tecnología  teatral, en Long Beach, 2012. Y la  Expo colectiva, La fabulosa organización internacional de escenógrafos y técnicos y arquitectos de teatros,  en Las Vegas, estado de Nevada, Estados Unidos.

Carteles de obras

HT: Eduardo, te tocó ser parte de unos tiempos maravillosos en la creación y la producción escénica de la ciudad. Sin embargo, de tu generación una gran parte emigró del país o la capital, fuiste de los que se quedaron. ¿Por qué?

EG: En realidad nunca había pensado irme de aquí, amo a Santiago de Cuba, pero ahora mismo una serie de circunstancias como insensibilidad artística por parte del personal que maneja los recursos humanos, cuestiones burocráticas y demás, han provocado una decepción muy grande en mí.

Y tienes la primicia en tu entrevista, estoy creando condiciones para irme a vivir y trabajar en La Habana. De Cuba, irme definitivo, tampoco nunca lo pensé. Salir de aquí a conocer otras partes del mundo, claro que sí.

Nota: Algunas de las fotos son de archivo, de ahí la calidad de las mismas.