Un realizador censurado comenta sobre el asalto al cine independiente en Cuba

Por Miguel Coyula

Fotograma del documental Nadie de Miguel Coyula.

HAVANA TIMES – Este texto comenzó como un comentario al texto de Juan Antonio García Borrero publicado en Progreso Semanal.   Cuando decidieron no poner mi comentario a su texto, decidí expandirlo y publicarlo aquí.

Quizás los que quieran hacer un cine complaciente, crítico “hasta donde se puede”, o simplemente, publicidad o videoclips de reggaetón, estén muy contentos ahora que ya tienen la promesa de una infraestructura legal. Me recuerda una frase de Rafael Alcides con la que se refería irónicamente a los escritores que pactaron: “Me alegra que hayan llegado a un acuerdo Gobierno y artistas, se entendió la cosa…”

Cito un extracto del decreto donde dice que se deben crear los contenidos “atendiendo a criterios artísticos enmarcados en la tradición cultural cubana y en los fines de la Revolución que la hace posible y garantiza el clima de libertad creadora.” Eso remite directamente a Palabras a los intelectuales de Fidel Castro en 1961: “Dentro de la Revolución, todo. Fuera de la Revolución, nada”

Más allá de la fuente de financiamiento: ¿Realmente tienen alguna idea de lo que significa ser verdaderamente INDEPENDIENTE? ¿Dónde está la Revolución? ¿Quiénes son los revolucionarios?

Quizás muchos ingenuamente piensen “después le doy la vuelta y poco a poco hago lo que me dé la gana”. Pero lo que antes era una camisa de fuerza mental, ahora está en papel. El decreto no menciona sanciones para el que quiera ignorarlo.

Pero habiendo sufrido represión de la policía y la Seguridad del Estado al evitar proyectar mi película Nadie en una casa privada mucho antes de siquiera existir los decretos 349 y 373. Este último no contempla espacios privados de proyección que no sean regidos por el Icaic.

El suceso me hizo vivir en carne propia algo que ya le había pasado a muchos creadores de otras disciplinas. Los colegas del medio se alejaron, lo críticos residentes en Cuba hicieron silencio sobre la obra (ni para bien, ni para mal).

Comprendí entonces que el país estaba enfermo. Los críticos son los que escriben la historia cultural de un país. La razón de ser de un intelectual es su trabajo, la expresión máxima de su pensamiento. Un pensamiento truncado, mutilado, jamás hará que crezca esta nación. Estas personas deciden ignorar todo lo que sucede fuera de las instituciones oficiales, y crean una coraza sicológica para poder dormir tranquilos pensando: “Bueno, él se lo buscó.”

Hace tres semanas una alumna de la FAMCA (Facultad de audiovisuales del Instituto Superior de Arte) me invitó a un panel sobre cine independiente en la sala Fresa y Chocolate. Acepté con recelo de que el evento realmente fuera a tener lugar.

Efectivamente un día antes del panel, Alexis Seijó, rector del ISA, explota al ver mi nombre en el programa y cancela el evento aduciendo que “Coyula ya está en otro lado” y “si él va al panel, no se sabe lo que pueda pasar”.

Algunas personas pusieron en Facebook que querían ver mis películas. Casualmente cuando hace una semana Instar, el instituto que dirige Tania Bruguera, proyectó una retrospectiva de todas mis películas de ficción, incluyendo un preestreno del Volumen 1 de Corazón Azul, película que se lleva filmando por 7 años. La sala estuvo llena de jóvenes brillantes, si bien solo asistió una sola de los colegas del gremio, de todas los que habían manifestado querer ver la obra.

El texto de Juan Antonio García Borrero, pide que los cineastas no exijan totalitariamente que todo el cine se debe hacer como los independientes más extremos de la isla. ¿Cuantos somos para merecer el epíteto de totalitarios? No creo que muchos, pues la mayoría parece relativamente contenta con el decreto. Amaury Pérez y Rafael Solís recientemente han dicho en la Television Cubana que no existe el cine realmente independiente.

Toda mi vida he filmado sin permisos al estilo guerrilla en la Habana, Nueva York, Paris, Tokio, y Londres. Ninguna institución ni productor,cubanos ni extranjeros financia mis películas. Se hacen de mi bolsillo y con favores de amigos. Por eso soy el único dueño de mis libertades creativas. El cine que me interesa es el que es independiente en contenido y forma. Para mí la ley puede que sea compatible con un negocio, pero no con el arte. Por eso, si esto es una ley de cine, debo decir con mucho orgullo: Seguiré fuera de la ley.
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Teaser de Corazón Azul

 

One thought on “Un realizador censurado comenta sobre el asalto al cine independiente en Cuba

  • Cuando algo se prohibe, se busca para verlo con sus propios ojos. En este caso, es la obra de un cineasta. Hay que ver para poder juzgar. Nada más hay que ver el cine independiente y a sus directores a nivel mundial para darse cuenta que se hace y es original. Jarmush es uno de ellos.

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