Un Festival lleno de “problemas”

Irina Echarry

Del documental Katka (2009) de la Republica Czecha en el Festival de Cine de La Habana.

HAVANA TIMES — Hace unos años cuando llegaba el Festival de Cine, la gente ya estaba preparada para el invierno –o ya lo disfrutaba-. El “ambiente de festival” era una mezcla de la frialdad invernal con el calor humano que despedía el público espectador. La algazara de las personas que hablaban sobre las películas que habían visto o iban a ver era constante. La gente corría de un cine a otro para tratar de ver (dentro de sus posibilidades) la mayor cantidad de filmes.

Ahora no es tan así, ni por el clima ni por la gente.

Un fuerte sol acompaña la tranquilidad de las colas para entrar a los cines. Hay personas, sí, pero no como en otras ediciones del evento. Y en cuanto a los comentarios, se puede escuchar de todo. Lo más frecuente es oír a jóvenes y no tan jóvenes que prefieren las películas europeas porque “no están pa ver tantos  problemas”.

Es curioso; lo que está aconteciendo es el 35 Festival Internacional de Nuevo Cine Latinoamericano, una oportunidad para ponerse al tanto de la cinematografía del continente y, de paso, echar una ojeada al resto de las producciones de otros sitios del mundo.

Problemas hay en cualquier lugar, no importa dónde esté ubicado geográficamente.

Así pensaba antes, pero luego de ver Katka, una peli documental checa de 2009, lo reafirmé.

La directora, Helena Trestícová  filmó durante 14 años a una muchacha adicta a las drogas. Sin juzgar, sin tomar partido, la realizadora muestra la transformación  emocional y física de la protagonista  y sus parejas; las dificultades para hacer frente a un embarazo; la pérdida de los derechos filiares sobre la criatura. La angustia se apodera del público desde el inicio, pero nadie abandona la sala frente a este drama desgarrador e intenso que nos deja sin aliento.

Graves problemas tiene Henry, quien se ha hecho cargo de su hijo pequeñito mientras la  esposa cumple condena por enamorar con un menor de edad. Eso sucede en El marido, del canadiense Bruce McDonald.

Problemas también plantean los tres jóvenes de La Jaula de Oro, ópera prima de Diego Quemada-Díez, que recorre a través de sus personajes la ruta de la emigración hacia Estados Unidos en busca de mejoría económica.

En Anina, animado uruguayo de Alfredo Soderguit, Anina Sayas Yatay supera las dificultades que su raro nombre y los apellidos le ocasionan en la escuela.

Es la historia de miles de centroamericanos que viajan hacia “el país de las oportunidades”; mientras transcurre la película se va desmitificando ese paraíso que los jóvenes esperaban encontrar.

Una película que habla de manera directa sobre el tema, con actores que no son profesionales, pero sí han vivido el drama que narran.

Otro problema, esta vez menos fuerte, pero igual de importante, son los conflictos en la relación de pareja entre dos adolescentes colombianos en el corto Solecito, de Oscar Ruiz Quintana: Camila y Maicol conversan, aclaran sus dudas y se reconcilian.

Y ¿quién duda que una niña pueda afrontar problemas serios mientras descubre el mundo? En Anina, animado uruguayo de Alfredo Soderguit, Anina Sayas Yatay supera las dificultades que su raro nombre y los apellidos le ocasionan en la escuela.

Resulta que el nombre completo se puede leer de izquierda a derecha o viceversa, o sea, son palíndromos, y eso para los demás niños es causa de burla. Con un magnífico dibujo que en ocasiones recuerda la acuarela el animado está cargado de emociones, es una película humana, tierna, que divierte y hace pensar.

Así que problemas hay de sobra en las películas de este Festival; algunos se solucionan y otro no. Lo importante es no perderse las historias; todavía tenemos tiempo hasta el domingo 15 de diciembre.

Irina Echarry

Irina Echarry: Me gusta leer, ir al cine y estar con mis amigos. Muchas de las personas que amo han muerto o ya no están en Cuba. Desde aquí me esforzaré en transmitir mis pensamientos, ideas o preocupaciones para que me conozcan. Pudiera decir la edad, a veces sí es necesario para comprender ciertas cosas. Tengo más de treinta y cinco, creo que con eso basta. Aún no tengo hijos ni sobrinos, aunque hay días en que me transformo en una niña sin edad para ver la vida desde otro ángulo. Me ayuda a romper la monotonía y a sobrevivir en este mundo extraño.

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4 thoughts on “Un Festival lleno de “problemas”

  • Irina, me motiva tu articulo a comentar.. Sobre todo la frase dicha por muchos jóvenes;- “no están para ver tantos problemas” Me parece que como a Verónica, te cuesta trabajo entender que el cine, (o el arte), puede ser experimentado como “escape”, y que este mas que justificado en muchas circunstancias así sea. Si el arte “refleja” la realidad social, también refleja el estado de animo de las personas que escogen verlo.. Estoy seguro que el Nuevo Cine latinoamericano es bueno, pero también me temo que esta muy cargado de todo tipo de problemas sociales y escenas de escasez y pobreza. Lo mas probable es que cuando digan esa frase lo que estén diciendo sea; – no quiero ver problemas como los míos cotidianos. No quiero ver ni mas pobreza ni mas tragedia económica. Aunque no demuestre mucha conciencia social, si esta claro que no padecen ningún. tipo de “masoquismo”. Cuando la gente quieren escapar de la realidad es porque “su realidad” no les gusta y no es lo que anhelan. Es bueno escapar y soñar. Nos imaginamos otra realidad. Primer paso para la liberación.

  • Gracias, Tony, por comentar. Ese escape del que hablas puede entenderse de diferentes maneras. No estoy en contra de “escapar”, de hecho lo hago. Lo que llama mi atención es que las personas piensen que con la películas europeas se libran de los problemas y, al menos las que he visto, tienen casi la misma dosis -y a veces más alta- de problemas sociales, materiales, existenciales, etc. que las latinas. Es a eso a lo que me refiero. De todas maneras cada uno entiende el arte a su manera y escapa como quiera ¿no?

  • Irina:
    El punto que despertó mi curiosidad y al mismo tiempo me trajo recuerdos juveniles, fue lo de la “juventud” prefiriendo el “Cine Europeo”. Después de tu apunte y leer mas despacio tu articulo veo que lo que quieres decir con lo de “problemas”, es, ¿Que problemas?, aun las películas europeas vienen con problemas. También veo que el titulo esta en comillas sugiriendo algo irónico. ¿Correcto?

    Antes de la revolución en el cine Trianon del Vedado solo se ponía películas europeas. “PARA PUBLICO EXIGENTE, CINE EUROPEO”, así se anunciaba y así rezaba unos letreros en la puertas de entrada a la sala. Desde muy jovencito me ha gustado el cine y solía ir juntos con otros adolescentes amigos asiduos clientes a este teatro.
    En aquella época esto de ser fan del cine europeo era cosa de “minoría”. Cuando les decíamos a las muchachas si querían ir a ver una película al Trianon se quejaban diciendo que no les gustaba mucho esas películas porque había “que pensar mucho”. El realidad no había nada de eso, a lo mejor eran películas que requerían “prestar mas atención” a la trama, pera nada mas. Otros jóvenes decían que era cosa de “existencialistas”, (filosofía que estaba de moda en aquellos años), entre otras cosas. En mi opinión, boberas por falta de explicación. Pero si creo que había algo de verdad en aquello de “exigencia”. Aunque no todas, si era cierto que las películas americanas eran mas fácil de entender. El bueno y el malo, o el “cowboy” con el sombrero blanco y el del sombrero negro. Con el tiempo he llegado al convencimiento que lo mas importante era, aunque inconscientemente, simplemente “el ir contra la corriente”.

    Tampoco era ningún “escape”. Me vino lo de escape porque he oído las quejas que hay mucha saturación de lo político en Cuba, y fue lo primero que me vino a la mente. Pero borra, me quedo con “preferencia”. Me aventuro a decir que tanto “ayer” como “hoy”, el deseo de ir contra la corriente es lo que predomina en los jóvenes y en lo no tan jóvenes en sus gustos, incluyendo el cinematográfico. Es mi explicación, por supuesto con la desventaja de estar en “tierras lejanas”, pero con un poquito de sabiduría ya producto de las canas. Saludos.

  • Más que nada, creo que lo importante es no dejarse apresar por los prejuicios. He visto muchas pelis latinoamericanas (incluso cubanas) o europeas con altas dosis de trauma social, de miseria material y moral pero capaces de encender la esperanza por el camino. Es en medio de realidades duras que comprendemos y valoramos en su verdadera dimensión la vida. “Escapar” está bien, pero sólo de vez en cuando. No reconocer la realidad, o evadirla no hace que desaparezca lo malo. Yo diría que lejos de hacernos inmunes a ello, nos hace más vulnerables muchas veces. Una película dura pero con un mesaje esperanzador, siempre es un regalo escondido en tramas “díficiles”. Recuerdo por ejemplo Estanción Central de Brasil. Lástima que ahora ir al cine en España es MUCHO más que un lujo!!!. Para colmo lo que tengo a mi alcance es cine enlatado (y no precisamente en aceite de oliva, sino de girasol rancio). Si algo extraño de mi Habana (entre muchas otras cosas y gentes) es ese festival. Un saludo!

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