Rusa de origen y artista cubana

“llegué a Cuba a los 6 años”

By Helson Hernández

Iya Mézenova
Iya Mézenova

HAVANA TIMES — Iya Mézenova ha logrado una sólida trayectoria en la Música de Concierto, y aunque desarrolló su formación artística en la isla, lleva consigo el talento musical característico de los grandes intérpretes de la tierra de sus orígenes.

HT: ¿Nació en Rusia?

Iya Mézenova: De madre cubana y padre ruso, nací en una aldea que se llama Mokshán, en Penza, patria de mi padre y de mi familia rusa, a 1500 km de Leningrado, hoy San Petersburgo. Mi madre pertenece al primer grupo de cubanos que en 1961 viajó en ese entonces a la Unión Soviética. Estudió en el LETI, Instituto Electrotécnico de Leningrado, donde mi padre era ya profesor de física, el profesor más joven de todo el instituto en ese momento.

HT: ¿Siente que aún lleva consigo aquellos orígenes?

IM: Sí. Definitivamente es parte de mi persona, algo que siempre va conmigo. Aunque no puedo decir que me sienta del todo rusa, llegué a Cuba a los 6 años, pero una parte de mí sí lo es.

HT: ¿Quién o qué circunstancias le condujeron a la música?

IM: No me obligaron a estudiar música pero creo que mi mamá tuvo que ver con la idea. La flauta sí fue una idea mía. Todos pensaban que yo iba a estudiar guitarra, y quedaron muy sorprendidos cuando dije: “flauta”.

HT: ¿Además de su instrumento, desarrolla otros?

IM: Me encanta el piccolo. Tengo la dicha de pertenecer a la Orquesta de ópera y ballet del Gran Teatro de La Habana, lugar donde, y para mi satisfacción, toco más piccolo que flauta.

HT: ¿Cómo reparte sus obligaciones musicales, con la vida cotidiana de una mujer cubana?

IM: Pregunta interesante… Es complicado. No sé cómo logro mantener todo al día; la escuela con mis alumnas, la maestría en interpretación en el ISA, todas las cosas cotidianas de la casa, el estudio constante de mi instrumento. No sé. Creo que hay un poco de habilidad y otro tanto de “magia”.

HT: ¿Percibe interés por la creación de obras para su instrumento entre los compositores de la isla?

Iya Mézenova
Iya Mézenova

IM: La flauta es un instrumento afortunado en ese sentido. Hay tanta obra para flauta que no alcanza una vida para tocar todo lo que se le ha escrito. En Cuba es un instrumento bien popular porque se adapta a cualquier formato y cualquier género. Yo diría que por eso se le ha escrito mucho, y se le sigue escribiendo.

Me gustaría aquí mencionar dos nombres. El joven compositor cubano José Gabilondo, conozco algunas de sus obras para flauta sola y son muy interesantes y atractivas. Y el querido profesor Alfredo Portela López, recientemente fallecido, cuya obra para flauta me gustaría ver publicada algún día

HT: ¿Y la obra que más estimula sus emociones humanas? Y ¿qué encuentra en ella que le produce tal efecto?

IM: Como intérprete me gusta la música que me pone a pensar. Hay obras que son muy complicadas de entender en un inicio, pero después resultan tan sugerentes que siento que nunca termino de desentrañar todas sus ideas, significados o sugerencias. Cada ejecución es como estar ante una obra nueva y disfruto mucho de esa sensación.

Es el caso por ejemplo de Bachiana Brasileña No 6 de Villa-Lobos, dúo que interpreté recientemente junto al fagotista Osmany Hernández acá en La Habana, en un bello concierto organizado por el natalicio de este autor brasileño. La pieza de inicio es un reto en sentido técnico y musical, pero al final, el infinito mundo de sugerencias e imágenes hacen que el placer de interpretarla sea especial e inmenso.

HT: ¿Si buscáramos cómo definir su instrumento de viento?

IM: Es noble. Y es como un buen actor, capaz de interpretar distintos personajes.

HT: ¿Su visión de la música de concierto y su desarrollo en Cuba?

IM: La música de concierto tiene sus espacios dentro de todo el ambiente musical habanero, que es el que yo más veo. Se ofrecen excelentes conciertos y la calidad de las interpretaciones es altísima. Hay salas con programaciones regulares, festivales especializados, concursos como el de la UNEAC.

También existen dificultades, por ejemplo el estado de los instrumentos a veces no es el mejor… Desde mi punto de vista diría que la música de concierto en Cuba, vive en sus espacios y con su público, convive con otras manifestaciones musicales, y encuentra soluciones a las dificultades.