Retos de la Educación cubana ante la cuestión racial

Esteban Morales*

Pintando la fachada. Foto: Juan Suarez

HAVANA TIMES — Durante días anteriores al comienzo del curso escolar 2013-2014, se realizaron comparecencias de los Ministros y funcionarios de ambos ministerios de Educación, evaluando la situación del país, con vistas al nuevo periodo lectivo.

Si me preguntaran, diría que la educación y el desarrollo científico alcanzado por nuestro país, son las  obras más importantes de la Revolución Cubana. Nada de lo hecho hasta ahora les  sobrepasa en meritos y resultados.

Pero, lamentablemente, en ninguna de las intervenciones, ni de los documentos circulados por la prensa nacional, ha salido a relucir un tema que consideramos de fundamental su tratamiento: la cuestión del “color” en la educación cubana.

Nuestra sociedad cubana es un cuerpo social multicolor; pero ese asunto está totalmente ausente de los currículos educacionales, tanto en la educación general, es decir, desde la primaria, hasta el preuniversitario, como en la educación superior.

No tratándose solo de una carencia en las clases y conferencias que recibe el estudiantado, sino de una preocupante ausencia en nuestros libros de historia nacional y de texto en general.

Así como del claustro, para abordar algunos temas en los que presentamos un déficit importante: África, Asia y Medio Oriente. Muy interconectados con los estudios dentro de la temática racial cubana.

Pero, en particular, la cuestión racial no debe ser vista únicamente como un asunto de la escuela, en su sentido estrecho, sino de todo el sistema, mediante el cual deben llegar a nuestro estudiantado y al pueblo en general, los conocimientos de tan importante tema.

Los estereotipos raciales, la discriminación y el racismo, no tienen un carácter institucional porque ellos no resultan de la consecuencia de una voluntad política que los defienda y promueva desde el sistema político de la sociedad cubana.

Pero todavía, la institucionalidad que nos debe ayudar en esta batalla, por hacer de nuestra sociedad cubana un órgano multirracial o más bien multicolor, no termina de desempeñar el papel que les corresponde.

Lo cual de todos modos, ha implicado también ciertos elementos de falta de voluntad política y de excesivo espíritu burocrático, ligado a demoras inexplicables, para acometer la solución de tan ingente problema que afecta de sobremanera el proyecto cubano de igualdad social.

Situación esta que en los años más recientes ha comenzado a solucionarse, a partir de las coordinaciones y estructuras de colaboración, lideradas por la UNEAC, que se construyen para acometer integralmente un trabajo que de respuesta a las necesidades planteadas.

Esa institucionalidad está formada, en lo fundamental, por cuatro elementos, es decir, un cuadrilátero de fuerzas, que a nuestro juicio es el siguiente:

– La escuela, entendiendo por ello,  la educación, en todos sus niveles y formas de realización.

Calle de La Habana despues de una fuerte lluvia. Foto: Juan Suarez

– Los medios masivos, entendiendo por tales, la prensa escrita,  la radio, la televisión, el cine y todos los mecanismos de distribución y dispersión de información que se utilizan.

– El sistema Estadístico Nacional. Con sus mecanismos de recolección y procesamiento de información económica y social.

– La ciencia, como factor  que contribuye  a la  investigación  y a formar la base de conocimientos sobre nuestra sociedad. En particular, las Ciencias Sociales y Humanísticas. Que tanta importancia encierran para abordar integralmente el tratamiento de la temática racial.

El sistema Estadístico Nacional, con sus mecanismos de recolección y procesamiento de información económica y social, por ser este determinante para la creación de la base informativa que permita abordar la temática racial a nivel nacional y en todo el sistema de educación y de investigación científica.

Hay que hacer diana en ese cuadrilátero de fuerzas para poder avanzar en la lucha contra la discriminación racial y el racismo. Pues se trata de problemas en cuya investigación científica  todavía debemos avanzar, para diseñar las políticas sociales que nos permitan solucionarlos.

Como un quinto elemento, catalizador, de todos los procesos anteriormente presentados, están las múltiples conexiones existentes entre ellos que integran lo que llamamos la cultura del problema.

Resulta imposible concebir que se genere a fondo una mentalidad sobre el carácter multicolor de nuestra sociedad y más que ello, una cultura antirracista, si el ciudadano no es considerado como parte integral de todos estos procesos, comenzando por la educación, pues resulta evidente que lo que no entra en la escuela no pasa a la cultura.

Se trata precisamente de una cultura antidiscriminatoria y antirracista la que necesitamos, para que nuestra sociedad avance hacia espacios de mayor conciencia de los estereotipos que aún persisten, de mayor igualdad y la más amplia justicia social.

Junto a todo ello,  aun se nos presenta un problema, estrechamente conectado con los  anteriormente explicados.

El exceso de “occidentalismo”, que todavía padecemos en los campos de la educación y de la cultura cubana en general, constituye un elemento negativo que obstaculiza avanzar más en la integralidad cultural, lo que se expresa en la afectación al equilibrio que debe existir entre los  diferentes grupos raciales que forman hoy la sociedad cubana.

Trayendo a colación el debate de cierta persistencia de una hegemonía de la hispanidad sobre el resto de los componentes, ante todo africanos, los que aun sufren los estereotipos, la marginación y la discriminación por una considerable parte de nuestros ciudadanos.

Es decir, con relativa facilidad nuestros estudiantes reciben y asimilan la literatura española, hispanoamericana, la europea mucho de la cultura de esas latitudes del mundo. Sin embargo, no logran llegar a conocer, prácticamente nada, sobre África y su cultura actual, menos sobre Asia y aun mucho menos sobre el Medio Oriente.

Por lo cual, al concluir los niveles primarios de enseñanza, incluido el llamado bachillerato, salen de la escuela con una visión incompleta, parcializada, racista, maniquea, de nuestra cultura nacional.

Entran también en la universidad con una visión estereotipada, blanqueada, de los valores de la cultura universal, es decir, con una imagen bastante incompleta y distorsionada de que es la cultura cubana y de cuáles son sus verdaderas raíces.

Es más, salen sin una explicación del porque de las diferencias de color entre los que han compartido por años y también de las diferencias de rasgos culturales que en ellos a veces se manifiesta; de su comportamiento personal, no pocas veces diferentes, y de las creencias religiosas que practican, etc.

Estudiantes cubanos. Foto: Juan Suarez

Salen de la escuela, en fin,  sin conocerse a fondo mutuamente, como miembros de una misma nación. Simplemente, porque explicar científicamente las diferencias raciales, de color y otros  rasgos que presentan, a pesar de ser todos cubanos, ha sido soslayada.

Consecuencia de todo lo cual, en realidad, parece como si no educáramos para ser cubanos, sino para ser blancos. Lo cual es peligrosamente mucho menos complejo e importante, que asumir que debemos ser educados para asimilar las complejidades y la integralidad de la cultura cubana, que sería lo que realmente los convertiría en ciudadanos de una nación multirracial.

Las consecuencias más graves de todo lo explicado, es que aquellos a los que la familia los  educo como racistas, lo siguen siendo y los que no son racistas, ello ha sido el resultado de preocupaciones que se van formando, debido también a circunstancias familiares, de contactos sociales diferentes.

Son tendencias que no llegan a ser alimentadas por la formación educacional. Espacio dentro del cual, se debe promover lo positivo y descartar los estereotipos, los prejuicios y la discriminación.

Entonces, como los estereotipos, la discriminación y el racismo, no son simples frutos de la incultura, sino de un contexto social y familiar, que forman una actitud ante la vida; al terminar los estudios, no estamos en condiciones de saber si de verdad hemos lanzado a la calle los ciudadanos que necesitamos.

De todos modos, las nuevas generaciones, avanzan, se les nota más mesclados, menos prejuiciados ante los asuntos del color. El problema muchas veces emerge al llegar a la familia.

Pero para que eso no ocurra, ello no puede ser el resultado de la espontaneidad, sino de un proceso dirigido por toda la sociedad, desde arriba y desde abajo. Es decir, desde la sociedad como un todo, la individualidad y la familia.

En José Martí, existe un inmedible arsenal de ideas y formas de comportamiento social, incluso, mostrado por su ejemplo de vida, para extirpar el racismo de la mentalidad social. Pero en esa batalla aun triunfa José Antonio Saco, con su concepto de cubano y su exclusión del negro, del blanqueamiento, del ideal de adelantar la raza, etc.

Todo lo cual termina en que el fenómeno de los estereotipos raciales que aun sufrimos, la discriminación y el racismo, que más que lastres heredados de la cultura colonial y republicana, continúan siendo fenómenos alimentados por las imperfecciones que subyacen en nuestra sociedad y que aun resultan ser sustentados por las imperfecciones de nuestro sistema educacional visto de manera integral.
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(*) Visita el blog de Esteban Morales.

9 thoughts on “Retos de la Educación cubana ante la cuestión racial

  • Ojalá fuera ese el único problema de la educación cubana: El principal problema es que se educa para ser un monigote del gobierno y no, un ciudadano, con todas las implicaciones que esta palabra contiene, la racial entre ellas.,

  • En un punto coincido con jorgealejandro: Para contar con ciudadanos antirracistas, lo primero es contar con el ciudadano. A secas. Y debo admitir con desaliento que el país anda tan escaso de civilidad hoy mismo, como lo está de moneda fuerte u otros recursos, para expresar bien gráficamente la situación. Si hemos perdido la cultura del debate, del saber vivir en comunidad y en el respeto y cultivo a la diversidad; si a pesar de todo lo invertido en educación la gente es cada día menos amable, menos reflexiva, ¿dónde está el caldo de cultivo favorable para procurar mentes emancipadas? Necesitamos entonces un revolcón que nos reubique en un necesario nuevo punto de partida. Para no seguir desgatándonos.

  • Yo aun no acabo de entender donde esta el problema racial en la educacion en Cuba. Yo creo que la major manera de atacar el racismo es ignorar el color de la piel y no tratando de estimular la diferenciacion . Yo estudie toda mi vida en escuelas cubanas y jamas vi ninguna diferencia entre como se trataba a un negro o a un blanco, jamas pude diferenciar si un maestro negro era mas malo que uno blanco. Para mi todos eramos iguales. Si no se estudia la historia o la literatura de Africa, Asia o el Medio Oriente nada tiene que ver con racism y si mucho con mala calidad de la enseñanza. Yo en el pre si estudie historia Africana, china etc. Es cierto que de literature no se habla lo necesario, pero tampoco se habla de literature del Canada o Australia.
    Existe racism y muy enraizado en la sociedad, no solo de blancos a negros, sino de negros a blancos, de negros a mulatos y viceversa tambien. Lo que hace falta es hacer cumplir las leyes de igual manera para todos, garantizar las oportunidades a todos segun su capacidad y no su color. No caigamos en donde han caido los estados unidos en el asunto racial. alli ahora los negros son tan racistas como los blancos , donde tienen un canal de entretenimiento negro, una iglesia negra, periodicos negros, etc . Hay que tratarlos con el petalo de una rosa pues de lo contrario te acusan de racismo.

  • Como negro me opongo que se me den ventajas por el color de la piel. Eso sería algo así como racismo con signo opuesto (matemáticamente hablando).

    Estudié en Cuba, me gradué en Cuba, trabajé en turismo para Meliá y nunca tuve problemas por ser negro. Tuve las mismas prohibiciones y desventajas que cualquier otro cubano fuera del color que fuese. Si hubiese sido rubio habría pasado por las mismas necesidades y la misma hambre. Los problemas los tuve por ser cubano = ciudadano de segunda.

    Sencillamente porque creo que los cubanos todos tenemos los mismos problemas, desventajas, abuso de poder e injusticias, estoy convencido que quienes luchan por determinado grupo, sobredimensionando o interpretando a su conveniencia un problema puntual para así obtener ventajas a nivel de grupo no están ayudando a la causa de la nación. Por el contrario juegan al “Divide y vencerás” y así alargan la agonía de todos.

    En el caso concreto de los negros, mi opinión es que juegan al VICTIMISMO. En la sociedad cubana no hay una sola ley escrita que prohiba algo a los negros, como si hay por ejemplo un artículo en la constitución que impone por decreto una ideología (Cuba es un estado socialista) sobre las otras. No hay en la constitución una línea que diga Cuba es un estado de blancos.

    Los gays pueden poner sobre la mesa quejas que no tienen los negros. Fidel Castro estignatizó en un discurso a los gays diciendo que era algo que había que eliminar. Todavía está por oirse el primer discurso de un dirigente cubano en la plaza de la revolución diciendo que hay que eliminar a los negros (con esas palabras).

    “La universidad es para los revolucionarios”, “La calle es de los revolucionarios” surgieron para reprimir a los creyentes. Aún en los 80 gente fue expulsada de la universidad por usar un crucifijo. Y no hablemos de la UMAP

    Los grandes marginados son los grupos con otro pensamiento político. Pertenecer a cualquiera de estos grupos ha sido causa en Cuba de cárcel y hasta muerte. Todavía está por suceder el primer acto de repudio a un negro, POR SER NEGRO, mIentras que las damas de blanco llevan años siendo víctimas de esos atropellos y a propósito: hay damas de blanco de todos los colores y cogen golpe y cárcel parejo, las rubias y las negras.

    El día que Esteban Morales y Cia. salgan a la calle pensándose y respetándose como personas se acaba su problema.

  • Coincido con los comentarios anteriores, en Cuba somos discriminados por cubanos no por negros ni por otra cosa.

    Ahora bien, hay y habrá siempre gente racista. Ir contra eso es como ir contra la marea.

    Lo que hay que ver es que las personas que ocupan cargos de poder no tengan oportunidad de actuar por racismo.

    Por ejemplo, concretamente, eliminando la DISCRECIONALIDAD ADMINISTRATIVA, o “Ley de mis cojones” que permite citar a Isbel a la policía sin haber cometido delito. Pobre de él si el Teniente Coronel Omar resulta ser racista u homofóbico.

  • Creo que en uno de los temas que mas ha fallado la revolucion ha sido en lo racial, no puede haber peor ciego que el que no quiera ver que Fidel ha usado a los negros para sus cosas, los uso como carne de can~on en Angola, sacaba a Almeida cada vez que venia alguna delegacion negra de cualquier pais, lo tenia solo de insignia, a que negro de poder se ha visto en el gabinete de Castro?, paso Robaina, Perez-Roquez, Lage,,, No habia ningun negro mas serio e inteligente que estos 3 payasos?.

    Ahora pusieron a Lazo, como accion afirmativa, claro, mas por su incondicional sumision que por otra cosa, porque el tipo ni canta ni come frutas.

    En la educacion , que dicho sea de paso, todos los estudiantes cubanos se la han pagado al gobierno trabajandoles en el campo, asi es que ningun “merito” y el “resultado” ya lo sabemos, poblacion de nin`os sexualmente precoces y las jineteras mas estudiadas del planeta, palabras del Comandante en Jefe.

    En lo cientifico, donde esta el Nobel en ciencias de la revolucion?, o van a decir que por el bloqueo no se lo dieron a Cuba?, por favor mas seriedad!, creo que Brasil para tirarle un cabo a Castro le compro uno de sus “inventos” y, cientificamente se comprobo inefectivo.

    Ni siquiera la Dr. Hilda Molina teniendo el apoyo incondicional del Sabelotodo, pudo descubrir la tal ‘restauracion neurologica’ que segun ellos tenian, vuelvo a pedir seriedad! , si esta susodicha Dra. y su hijo tambien Dr., ahora libres en Argentina, de verdad hubiesen tenido algo serio, hace rato estarian colaborando con cualquier laboratorio de prestigio del primer mundo.

    Demasiadas imperfecciones la de esta tan cacareada revolucion.

  • Ya son varios los artículos sobre racismo y discriminación en Cuba de HT donde el articulista no nos da datos “concretos” sobre el problema. No es que piense que no existan. Seria bueno empezar por tener una idea mas o menos clara sobre la distribución racial en la Cuba actual . Sabemos que ha existido durante 54 años una fuga de población blanca al extranjero y que en Cuba ha aumentado el mestizaje considerablemente. Seria acertado decir que la población blanca en Cuba ya no sobrepasa el 25%. Es decir que hoy por hoy Cuba es un país fundamentalmente “de color”, y esta tendencia en aumento constante. De ser así, resulta sorprendente que casi las 3/4 parte de la población tenga que estar pidiéndole ayuda al poder del estado para resolver el problema del “racismo”. Algo aquí no me cuadra. Otra cuestión que no entiendo es la introducción de “la ciencia” como elemento para la lucha contra el racismo. No me apoyaría mucho en ella para resolver el problema. No esta mal las experiencias personales de cada uno, comentarios como los del yoyo aportan mucho, pero para entender bien “que ha estado pasando”, faltan datos mas recientes.

  • Tienes toda la razón. Falta usar datos y no porque no existan.
    Entonces se cae en hablar desde la percepción, en este caso del autor.

  • Por Dios!! Que largo!!!

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