Raúl Torres, cronista de su tiempo

Osmel Almaguer

El Puente Musical desde Cuba (*)

Raul Torres. Foto: cubadebate.cu

HAVANA TIMES, 20 enero — Autodefinido como un cronista de su tiempo.  Raúl Torres nació en Bayamo pero se dio a conocer en la provincia de Matanzas.  De raíces trovadorescas, ha investigado la música de diversas regiones del mundo, incorporando sonoridades, elementos melódicos del jazz, la música brasileña, la africana y últimamente también la anglosajona.

Su evolución como artista lo ha hecho trascender desde un intimismo muy peculiar hasta posiciones de denuncia y reclamo sociales, según el grado de comprometimiento que ha ido adquiriendo con el pasar de los años, sin dejar de defender la poesía y lo bello de la vida.

Destacados artistas nacionales e internacionales como Ana Belén, Xiomara Laugart; Simone y Los Van Van, entre otros muchos, han interpretado sus temas.

De él ha dicho Pablo Milanés: “Sin duda lo mejor de su generación en Cuba.  Su voz, de estilo personalísimo, su música, al lado de la vanguardia musical del continente, sus imágenes y sus textos en general, conforman a uno de los artistas jóvenes más sólidos del panorama cubano actual.”

Su tema Candil de nieve, compuesto junto a Pablo, es uno de los más bellos de la trova cubana.

Candil de nieve

Necesitas una fuga, catatónica, nocturna, un viento breve

al edén de un sábado, donde un ave miope te espera leve,

de las malas colisiones, no te puedes escapar, candil de nieve,

y es que si lo ves volando sobre el labio de otra flor

te encolerizas, te ruborizas candil de nieve.

Enciéndete clavel, cuando amanecer veas la razón

de lo que te faltó, luego no alcanzó, más tu corazón.

No pienso que sufrir es aquella opción

que nos dio algún dios para salvarnos;

no apagues el candil

o la nieve te hunde en el centro del dolor.

Necesitas una fuga hacia un mundo verdadero, de locura

y cuando vengan por ti no sólo ha de deslumbrarte la hermosura.

Otras lágrimas te esperan cual angustias pasajeras en tu camino

y otras musas más ligeras pintarán y tocarán otro destinos

al a buscarlas candil de nieve.

Raul Torres

Letra de canción cuya profundidad y armonía en el lenguaje la empareja con grandes poemas.  Su complejidad a veces nos imposibilita una comprensión explícita y racional de lo que se cuenta.

Resulta entonces menester abandonarnos al disfrute de su vuelo poético, de sus sencillas palabras e imágenes que sólo nos trasmiten ideas, sensaciones y sueños, relacionados con el acto de amar, y con las complejidades inherentes a los seres humanos cuando asumen este sentimiento.

La construcción antitética que da título a la canción, y que supone asimismo un sujeto lírico contradictorio, constituye un arcano sólo parcialmente descifrable.  Mezcla de frío y calor, de yin y de yang, de oscuridad y claridad, de tristeza y alegría.  El hombre se sitúa en el centro de las preocupaciones; su relación con el mundo, con el resto de los individuos y con las divinidades que –supuestamente- dictan los destinos.

Alberga asimismo esta letra posiciones ante la vida que los autores consideran de naturaleza vital: “No pienso que sufrir es aquella opción que nos dio algún dios para salvarnos….” “y cuando vengan por ti no sólo ha de deslumbrarte la hermosura.” y aparecen a manera de legado, herencia espiritual o memoria colectiva, solo perdurables gracias al amor.

(*) El Puente Musical desde Cuba: Este material es parte de una serie con el fin de promover la comunicación entre la gente de las diversas regiones del planeta.   Estaré utilizando una narración sencilla para hacer llegar al público interesado el mensaje que trasmiten esas canciones cubanas que por su escaso potencial comercial y las dificultades que supone su traducción, a veces permanecen en un estancamiento comunicacional, a pesar de ser verdaderas joyas de la cultura cubana.