Publicando en Cuba
Irina Echarry
HAVANA TIMES, 18 — Publicar un libro en Cuba, como en cualquier otro país, es muy difícil. Pero ya sabemos que lo que, en otra tierra es difícil, el sistema burocrático de aquí lo hace casi imposible.
Entre las opciones para tener los cuentos, las novelas o los poemas impresos – listos para el intercambio con otros lectores – se encuentran los concursos literarios. Generalmente, los ganadores de estos premios son agasajados con la publicación de la obra.
Un camino igual de incierto es presentar los libros en una editorial y dormir el sueño eterno hasta que a alguien del comité de selección se le ocurra decir que tu obra es buena, no posee elementos políticos, religiosos o morales que deban ser censurados, y merece ser conocida por los lectores.
La otra vía (y la más rápida y segura) es tener una amistad en alguna editorial que pase por alto todo tipo de burocratismo y recomiende el libro. Cuando digo tener una amistad no solo me refiero al limpio sentimiento entre dos personas, sino a los sobornos que podrías verte tentado a ofrecer o asimilar para lograr el objetivo.
Lo demás podría ser pura cuestión de suerte: que el concurso al que envíes el libro tenga jurados verdaderamente honestos, y que, aún más, se compenetren con el tipo de literatura que haces; que no tengan compromisos con otros escritores que han servido de jurados y, a su vez, han premiado a estos jurados de ahora.
Aún así conozco a dos o tres escritores que no tienen poderosas amistades dentro del círculo editorial y han logrado, con el lento paso de los años y cierta dosis de paciencia y perseverancia, introducir un par de libros en esta rueda mística de la literatura nacional.
En esta decimonovena Feria Internacional del Libro nuestra amiga de HT, Caridad, tuvo la oportunidad de sonreír frente al público -aunque no dijo mucho sobre su novela “Lía, el Sexo Oscuro” – y firmar unas ejemplares.
Por esta vez tendrá la doble suerte de ver el libro en las librerías, pues esa es otra historia, la promoción de la obra a lo largo del archipiélago. La edición de esta novela estuvo a cargo de la Editorial Letras Cubanas, lo que le asegura al fin un buen intercambio con personas de todo el país.
Con el pago del derecho de autor no pudo resolver mucho, quizá el diario de un par de meses. Pero al menos en la tarde de ayer tuvo ese pedacito de satisfacción, de ver las manos de los lectores sobre Lía, el Sexo Oscuro.