Noche en Madrid con Marta Campos

Luisa Cuevas Raposo

Marta Campos en Madrid

HAVANA TIMES, 20 feb. — Ayer vivimos una noche mágica en compañía de Marta Campos. A Marta la conocimos, allá por el año 1992, cuando pedimos al ICAP (Instituto Cuban de Solidaridad con los Pueblos) que visitase el estado español alguna persona o grupo para realizar una gira actuando para y con la Coordinadora Estatal de Solidaridad con Cuba (CESC). Marta formaba duo con José Antonio.

Después de aquella gira, y ya en solitario, realizó otras muchas y sabemos que también ha actuado en Honduras, Venezuela, etc. para las y los internacionalistas cubanos que ejercen su labor en la educación, sanidad y allí donde y para lo que se les necesita.

Este jueves 18 de febrero actuó en Madrid, en la Sala Yemayá, para quien quisiera verla y oirla, pero sobre todo para un nutrido grupo de personas militantes de la solidaridad con Cuba y en especial de la CESC.

Marta Campos en Madrid
Marta Campos en Madrid

Ante este público entregado, versionó a la vieja y a la nueva trova, nos deleitó con algunas de sus más hermosas canciones, cantó a “su” Habana, a “Frida y Diego”, al amor, a la amistad, a la solidaridad.

Cantó a Pablo de la Torriente Brau, internacionalista cubano muerto cerca de Madrid defendiendo a la República y al pueblo español, víctimas del fascismo.  Cantó al amor de “20 años atrás”, a los apagones, ….. nos cantó/contó como “la negra se alborota”.

Una vez más defendió a su país, a su pueblo y su proyecto, nos habló del periodo especial y de las crisis, afirmando que “ahí estamos y al que le guste bien y a quien no que se aguante, nosotros p’alante”.  Acabó cantando que “la fé que yo tengo, me dice que hay un camino, que es ser cubano”.

Fue una noche mágica, de reencuentros, de besos y abrazos, de coros y palmas, de risas y de nostalgia, de amor y de internacionalismo.  Siempre es un placer escuchar a Marta, simpática, buena cantante, mejor guitarrista, compositora sensible, amiga de sus amigas (y de sus amigos) y solidaria donde las haya.

En La Habana o en Madrid seguiremos caminando con Marta por un mundo más justo y sobre todo, más divertido.