Música celta en la Habana

Texto y Fotos por Irina Echarry

HAVANA TIMES, 28 abril — ¿Un festival de qué?  Preguntó una señora mientras veía desfilar a los gaiteros por la calle Obispo. Cuando supo que era de música y tradiciones celtas en su rostro se dibujó una mueca: ¿y en Cuba hay tantos seguidores de esa cultura?

Esa misma pregunta se hicieron muchas personas. Pero desde el 6 de abril, hasta el día 13, los habaneros pudimos disfrutar de un ambiente diferente. Gaitas, violines y guitarras celebraron la herencia musical de las naciones celtas europeas que migraron al hemisferio oeste.

La Casa de la Poesía, el Centro Hispanoamericano y, en general, la Oficina del Historiador de la Ciudad fueron los escenarios donde se efectuaron las actuaciones  del irlandés Kilian Kennedy; Ryan McDonald y James P. Troy (gaitas de las Tierras Altas); la cantante de música gaélica Mary Jane Lamond; Liam O Maonlaoi (que intercambió constantemente con músicos cubanos); la acordeonista Niamh Ni Charra  y las Bandas de gaitas Eduardo Lorenzo y del Centro Asturiano de la Habana, entre otros artistas.

El público asistente estaba bien definido, en su mayoría jóvenes entre 25 y 40 años, también amantes del rock.

Gustavo lleva el pelo largo recogido en una trenza, barba y sonríe al compás de los acordes del dúo integrado por el violinista Ward McDonald y el guitarrista Tim Chaisson:  “ a mí me encanta esta música, no solo la escucho, es que la siento muy en lo profundo de mi ser. No sé si en otra vida habré sido celta….jajajaja, no, en serio, es un privilegio poder ver a músicos tan buenos y sin pagar un centavo… ha sido muy buena idea la del festival, han venido magníficos artistas, mira, yo nunca pensé escuchar en vivo a O Maonlaoi, lo conocía por grabaciones que me han enviado algunos amigos que tengo en Canadá… y ahora pude verlo tocar descalzo con mis propios ojos…”

La Habana Vieja, que siglos atrás recibiera a emigrantes catalanes, vascos, gallegos, escoceses e irlandeses; acogió los tradicionales desfiles de bandas de gaitas, conferencias, talleres (de canto, danzas e instrumentos musicales como el violín tradicional, el acordeón y la gaita), así como los conciertos.

Para Alberto, joven trabajador del Ministerio de Salud, no todo es color de rosa: “los invitados extranjeros son de lujo, pero lo que no me gusta es escuchar a artistas cubanos cantando canciones tradicionales irlandesas, no sé, me da un poco de gracia ese furor… me parece que están fingiendo… igual que una parte del público tan fanática… tú los ves ahí reunidos como si estuvieran esperando a algún dios del panteón irlandés y esos son los primeros que cuando se van del país se ganan la vida dando clases de salsa…”

Según Marcel Nazabal, joven gaitero y uno de los organizadores del evento: “ nuestro objetivo es hacerlo anual… es un trabajo que ha costado mucho esfuerzo de varias instituciones nacionales e internacionales. Este festival es el pequeño hermano del gran Celtic Colors que se celebra en  Cabo Bretón, en octubre de cada año, su presidenta Jackeline Taylor  ha ayudado mucho para que nosotros podamos disfrutar de esto que hemos logrado.”

Los seguidores de la música y las tradiciones celtas en Cuba ya tienen su evento. Es bueno que haya espacio para todos, en definitiva, nuestra cultura es una mezcla de muchas más.