Mirada de una joven fotógrafa cubana

Helson Hernández

LauraHAVANA TIMES — Laura Capote representa con su visualidad una generación cubana de las artes visuales, que se ocupa de su tiempo y sociedad. Nos cuenta: “El proceso de fotografiar ha transitado por multiplicidad de enfoques”, perspectivas, interpretaciones, espacios y disciplinas”.

HT: ¿Desde cuándo fotógrafa, pues es usted muy joven?

Laura Capote: Bueno, siempre estuve motivada por el mundo de las artes plásticas, y de cierta manera vinculada a él como una constante observadora. Mis inicios en la fotografía comienzan en el 2011 de manera autodidacta. Tuve la ayuda de un gran amigo mío, que me dio un mínimo técnico del manejo de la cámara, de los planos, el encuadre, la composición en la fotografía, y lo otro era salir a la calle y hacer fotos. Ese mismo año pasé un curso de fotografía básica en La Escuela de Artes y Oficios Las Parras, y posteriormente comencé a participar en todos los concursos de fotografía, exposiciones colectivas, también preparando mis propias exposiciones personales.

HT: Graduada de otra carrera universitaria

LC: Soy graduada de la carrera de Ciencia de la Información, en la Facultad de Comunicación en la Universidad de La Habana, en el 2014.

HT: ¿Por qué el cambio de profesión?

LC: Realmente yo no lo llamaría un cambio de profesión, más bien ejerzo las dos carreras al mismo tiempo. Mi licenciatura en Ciencias de la Información me dio la posibilidad de interrelacionar las dos cosas, incluso desde que la estaba estudiando. Me permitió el análisis desde una perspectiva más profunda de lo que es dato, información, conocimiento que vemos diariamente o que tenemos a nuestro alrededor. Con tan solo una fotografía podemos documentar ese preciso instante, que puede ser épico y con un alto valor patrimonial.

HT: ¿Qué historias atrapan las fotografías de Laura Capote?

LC: No hay una historia particular, tan solo creo que voy en busca del valor que tienen las cosas que están ahí, al alcance de todos, pero que a simple vista no se ven. De esa esencia que de cierto modo registran un acto o constituyen la memoria colectiva.

Fiebre por ti.
Fiebre por ti.

HT: ¿Fiebre de ti?

LC: Fue mi primera exposición personal, en la galería “Concha Ferrant”, de Guanabacoa, en el 2012. Esta exposición estaba enfocada en el rescate de la tradición del ambiente colonial, mantenido en los interiores de las casas de la otrora Villa de Guanabacoa. Los interiores de las casas de Guanabacoa “La Bella”, constituyen evidencia del ambiente colonial, mostrando así las raíces que la convierten en monumento nacional. Cada casa es ejemplo de que en su interior hay una evolución, un cambio y un deterioro. Cada interior es una tradición implantada y conservada, cada familia trata de mantener sus costumbres, modos de vida como los principales protagonistas del mantenimiento y la conservación del estilo, que representa la época en que fueron construidas, pero al mismo tiempo de desarrollarse de acuerdo con sus posibilidades.

Sin duda, este fue el punto de partida en el desarrollo de mi carrera como fotógrafa, siento que, a partir de ahí, cada exposición personal que he ido concibiendo, ha evolucionado en cuanto a estética y conceptualmente, pero los valores que defiendo siguen siendo los mismo.

HT: ¿El rol de la nueva hornada de fotógrafos cubanos, ante la actualidad social cubana?

LC: El proceso de fotografiar ha transitado por multiplicidad de enfoques, perspectivas, interpretaciones, espacios y disciplinas, definiéndose como el acto que implica las acciones para obtener la imagen o desde el resultado de proceso que es la fotografía misma, y como el acto de evidenciar información relevante.

La importancia que le concedo a la nueva hornada de fotógrafos cubanos en la actualidad social cubana es que la fotografía ha llegado a ser uno de los poderosos medios de comunicación, y modo de expresión visual, que toca la vida humana de muchas maneras. Permite extender la visión del hombre al reino de los objetos que son invisibles o los sucesos que ocurren demasiado rápidos para que el ojo humano los pueda detectar. Donde actualmente todos tienen acceso a este medio activo y creativo, siguiendo el reflejo propio de la realidad emocional del creador de las imágenes.

Por Laura Capote
Por Laura Capote

HT: ¿Trabaja también en la Oficina del Historiador de la Ciudad?

LC: Actualmente trabajo en la Fototeca Histórica de la Oficina del Historiador de la Ciudad, como especialista en información encargada de la gestión, organización, representación y conservación de las valiosas colecciones fotográficas que allí atesoran. Estas son de un gran valor patrimonial para la nación, ya que recogen el desarrollo de la fotografía en Cuba, mediante la diversidad de procesos fotográficos y soportes con que cuentan, hasta toda la evolución de los dispositivos tecnológicos que permiten crearlas. Pudiera decir que soy afortunada de tener un trabajo que me permita desarrollarme profesionalmente, desde estas dos perspectivas, como una sola.

HT:¿Las imágenes que aún no has captado?

LC: Mi trabajo fotográfico me ha llevado este año a dos exposiciones, la primera una bi-personal, “Dual”, con Duwane J. Coates, y la segunda, una personal, “Retrospectiva”. En las dos he trabajado la técnica de la doble exposición, que consiste en yuxtaponer dos fotografías obteniendo una tercera, enfocado siempre en la simplicidad de la composición, donde la ciudad, los rostros, los objetos, se combinan todos para dar lugar a una nueva imagen. Por lo que creo que las imágenes que aún no he captado, son aquellas que tenemos a simple vista, aquellas que suelen pasar desapercibidas y que, interrelacionándolas entre sí, generan un discurso cuyos valores son transmisores de cultura, identidad social y fuente de información.