Manane, un reciente proyecto musical cubano

Helson Hernández

Miguel Angel Wong and Mariela Flores

HAVANA TIMES — Entrevista con los directores de Manane, Mariela Flores y Miguel Ángel Wong, ambos unidos por la música y la vida. “Las producciones independientes han resultado ser la vía más rápida y efectiva…”

HT: En el caso de Mariela, la música no fue su formación inicial.

Mariela Flores: El gusto por el canto se lo debo a mi abuela, que me enseñaba las coplas y tonadillas de su pueblo asturiano. Siempre quise cantar, aunque tenía muchas dudas respecto a mi futuro profesional, debido a que deseaba también estudiar Ciencias Naturales, pues siendo mis padres de formación científica, este camino me era familiar. Pienso que de tener algún músico en casa me hubiera inclinado por ello en primer lugar, aunque probablemente, de alguna forma hubiera buscado estudiar la carrera de la cual me gradué, Biología, así que todo sucede para bien.

HT: ¿Entonces que circunstancia propicia su entrada a esta profesión artística?

MF: En ocasión de celebrarse un festival de artistas aficionados entre facultades de la universidad, me presenté con la canción “Unchained melody”. Se encontraba en el jurado un músico de Mayohuacán, me comentó que buscaban cantante, me presenté a la audición, y comencé como profesional al integrar ese grupo, al tiempo que cursaba el cuarto año de la carrera de Biología en la Universidad de La Habana.

Ese mismo año me presenté a las audiciones por concurso de la escuela de música para la superación profesional “Félix Varela”. Allí, gracias a la cátedra de la especialidad de Canto, integrada por grandes figuras del teatro lírico cubano, recogí los conocimientos de mis profesores y aprendí del rigor de la especialidad. Gracias a mi profesora Martha Gutiérrez, quien era maestra de vocación además de una excepcional intérprete, seis años más tarde, terminé graduándome de Canto, y dos años antes había culminado mis estudios de licenciatura en la Universidad.

HT: ¿Y Miguel Ángel, cuéntenos de su formación?

Miguel Ángel: Buena parte de mi familia ha tenido una gran relación con habilidades manuales y el arte, desde mi padre que fue cirujano, también estudió piano y saxofón en su juventud, fabricaba modelos de aviones junto con mi hermano mayor, tengo una hermana decoradora y sastre, y mi hermano Enrique, Kike, es artista plástico. Yo me gradué como artesano en el año 96, me gusta la alfarería tremendamente y en esa época la guitarra estaba en un segundo plano, aunque le dedicaba horas de estudio, incluso en tiempos de fiestas y diversión, yo prefería estar con la guitarra, lo cual hoy agradezco, pues sin pensarlo, estaba creando las bases de lo que actualmente es mi profesión.

En 1999, recibí clases de tres, para tocar música tradicional, lo que fue una tremenda escuela para mí como guitarrista. Aunque prefería consumir otros géneros como el jazz y la fusión, no podía negarme a cultivar esa influencia tan nuestra como es el changüí y el son. Más tarde paso a tocar guitarra eléctrica en la orquesta “Dayron y el Boom”, fueron 3 años de mucho trabajo, ahí supe lo que era estar frente a mucha gente. Diversas orquestas y agrupaciones de distintos formatos y géneros en las que he tocado, han aportado mucho para lo que hoy consigo hacer.

HT: ¿Cómo sucede el cruce de sus vidas?

MF: Los dos participábamos en grupos musicales de aficionados, dentro de la iglesia católica. Sonábamos bastante bien, hasta fuimos invitados a Italia y participamos en una audiencia con Juan Pablo II, la pasamos genial todos los jóvenes. Entonces, a Miguel y a mí solo nos unía este grupo, llamado Shemá.

HT: ¿Por qué el nombre de Manane?

MF: Aunque la vida profesional y la personal son complicadas de llevar y existe el adagio de que no se deben mezclar, nosotros decidimos fusionarlas, la unificación del arte de los dos nos ha dado muy buen resultado, ponernos de acuerdo no resulta una tarea demasiado ardua que no se pueda lograr. Desde un principio, fue el nombre que identificaba lo que compartíamos en común: carpetas, documentos, en papel y en el ordenador, fue nuestra contraseña de correo electrónico hasta ayer, como quien dice. El temor de que el nombre sea muy simple, no supera el peso que tiene cuando lo pronunciamos. Manane evoca muchos años de historia en común, nos identificamos fuertemente con el.

HT: ¿Qué podríamos referir del trabajo musical que desarrollan con Manane?

El Premio Cuerda Viva

MA: A veces es difícil con palabras hablar de lo que hacemos. Como toda agrupación joven estamos en una etapa de mucha importancia, como es promover nuestros arreglos y composiciones, los audiovisuales que tan importantes son. Para hablar del género que trabajamos, tenemos que mencionar el esmero y el ojo crítico que procuramos conservar, a fin de evitar concesiones con nuestra obra, sin dejar de mantener una línea funcional para el mercado. Lo simple siempre ha sido para los grandes productores, algo fundamental para el marketing, y ese es otro enfoque del que nos cuidamos. Hacemos llegar nuestras inquietudes de una manera no tan sencilla y sí cargada de atrevidos arreglos, un modo de decir y acompañar lo que se tiene dentro para el que va a por algo nuevo.

HT: ¿Sobre el Festival Cubademo y Cuerda Viva?

MF: Vimos por televisión la convocatoria a la 2da edición del Cubademo, de la Asociación Hermanos Saiz, al que presentamos un demo con 9 temas inéditos, de los cuales 6 fueron compuestos por Miguel. Fuimos nominados en las categorías de Fusión y Diseño, finalmente ganamos premio en la segunda, un gran agasajo para el diseñador gráfico, que en este caso fue mi hermano Damián, todo quedó en familia. Sobre el Cuerda Viva, simplemente nos presentamos en un programa, pasados unos meses nos llamaron para comunicarnos que habíamos quedado entre los 5 nominados en el Festival, en la categoría de Canción, fue una sorpresa grata e inesperada. Contentos como estábamos con la nominación, fue inesperado vernos galardonados y reconocidos por el jurado como ganadores de ese premio.

HT: ¿Cómo se ve Manane ante las posibilidades actuales que ofrece el contexto musical actual en la isla?

MA: No es secreto que el mercado musical cubano se ve un poco saturado todavía de géneros que se repiten y tienen un gran publico además, también hay gente detrás de algo nuevo gracias a Dios, lo que nos favorece. Como es lógico, los espacios para presentaciones prefieren agrupaciones que tengan demanda para así sostenerse y mantener su estatus comercial, pero para suerte nuestra, han aparecido sitios donde programan y buscan música libre de clichés, lo que es fundamental para la agrupación. Estamos en una etapa importante de nuestra carrera, llena de sacrificios y mucho trabajo por hacer, motivados por la aceptación que hemos tenido en los medios de difusión y conciertos, sentimos que es un buen momento para mostrarnos y ofrecer nuestra música.

HT: Crecen las producciones independientes entre noveles proyectos musicales, más allá de las opciones con disqueras oficiales en la isla.

MF: Definitivamente las producciones independientes han resultado ser la vía más rápida y efectiva para imprimir el arte de algunos músicos, no reconocidos aún, ante la larga espera e improbable aceptación de nuevos proyectos por parte de las entidades responsables de la producción musical discográfica en la isla. Con tantos deseos de mostrar el arte que hacemos, y pocas facilidades para grabar un disco licenciado, es imperioso seguir adelante, buscando la forma de ser nuestros propios productores musicales y ejecutivos. En la actualidad, esta vía ha resultado ser efectiva para muchas producciones internacionales que no encuentran acomodo entre las disqueras de su país, además, luego de grabar el disco, la venta en los diferentes sitios de internet dedicados a este tema, resulta beneficiosa y reconfortante para el propio grupo musical, disfrutan directamente por no haber entregado los derechos a otras manos, en este caso, la necesidad, si se trabajó con exigencia, se traduce en un bien mayor.