Las Troyanas: mujer, Patria y resistencia

Por Adonis Milán

HAVANA TIMES – Perséfone Teatro es un proyecto que nace en la búsqueda de un punto de partida en el teatro independiente en Cuba. Tres temas definen su expresión escénica: la mujer, la muerte y la deformidad física o psicológica. Esas líneas temáticas crean un canal de preguntas y respuestas sobre el hacer y el pensar de la humanidad.

El proyecto viaja en busca de su propio estilo de creación y ve lo teatral como algo que surge de lo ritual, lo místico, lo exotérico, lo sagrado y el sacrificio.

Los integrantes somos un grupo de jóvenes nacidos a finales de los ochenta y durante los noventa, que buscamos en el teatro un espacio donde tener voz sobre nuestros problemas actuales. Necesitamos expresar nuestros miedos e incomprensiones, nuestras utopías personales, nuestras ideologías y nuestros fanatismos, todo encausado en algo que debe ser expresado, liberado y expulsado a Cuba y al mundo.

En nuestra nueva obra Las Troyanas tomaremos como punto de partida el texto original de Eurípides y, por lo tanto, el mito griego, esa historia será asumida por las instextualidades de nuestro contexto social. Se abordarán temas como el abuso de poder, la discriminación de género y la opresión.

Las troyanas serán un espejo perfecto para hacer alusiones a las féminas que son reprimidas en Cuba.  El mito cuenta la historia de las mujeres de un pueblo sometido a la destrucción, la desmoralización y la derrota, ellas las madres, esposas, hijas y hermanas de los hombres vencidos no tienen más remedio que buscar cómo romper sus cadenas.

No hablaremos desde míticos personajes de las tragedias clásicas, sino los transformaremos en personas icónicas para nuestro activismo ciudadano, por lo tanto, los referentes declarados serán las líderes de las damas de blanco Laura Poyán y Berta Soler, la periodista Yoani Sánchez, la artista-activista Tania Bruguera, la directora de la campaña Cuba Decide, Rosa María Payá, entre otras tantas. La ficción estará hilvanada cuidadosamente a experiencias personales desde la mujer, el activismo y la supervivencia ante un régimen dictatorial.

Hablar del futuro es primordial para nuestro espectáculo, un futuro que se aleje de todo tipo de complacencias para los espectadores. Mostrar una distopía de la realidad es quizás la única manera de aleccionar, mostrar las cenizas para que no se inicie el fuego. El futuro que se mostrará en la obra puede ser un futuro inminente para nuestra nación si no se hace algo para detenerlo, será la imagen de una sociedad abatida por las dictaduras, las epidemias, el hambre y la pérdida de todo lo que reconocemos como valor humano.

El personaje de la madre Hécuba dice: ¨Y calló sobre mí, sobre la desdichada Cuba esta calamidad la Revolución¨

Se mezclarán elementos visuales que tengan que ver con el posmodernismo y futurismo para mostrar ese mundo apocalíptico. Para ellos haremos coincidir el lenguaje teatral con proyecciones audiovisuales que estarán creadas para el espectáculo. Los elementos de vestuario y escenografía darán ese carácter que juega con los códigos del surrealismo en los que se manifestarán también signos naturalistas. La estética que se buscará mesclará formas y contenidos de lo clásico a lo posmoderno, de lo ficcional a lo documental, de lo sutil a lo grotesco, de lo esperanzador a lo totalmente caótico.

Buscamos que el teatro sea un golpe en el cual los espectadores puedan despertar su conciencia social y el Gobierno será juzgado en un escenario totalmente contestatario, crear una escena libre de falsedad es vital para los involucrados. La trasgresión se expresará al límite de los actores y de los espectadores, donde se transgredirá lo político, religioso, social, físico y psicológico.

Tomado como fuente metodológica el teatro de la crueldad creado por Antonin Artaud, concibiéremos una puesta en escena explosiva, trasgresora y, sobre todo, será una plataforma para repensar el futuro de la humanidad. Artaud escribió: ¨El teatro, como la peste, es una crisis que se resuelve en la muerte o la curación. Y la peste es el mal superior, es una crisis total que solo termina con la muerte o una purificación extrema. Asimismo, el teatro es un mal, pues es el equilibrio supremo que no se alcanza sin destrucción.¨