Las luces de Humberto Solás

Redacción IPS Cuba

Humberto Solas

HAVANA TIMES, 18 sept. — Volver a ver “El siglo de las Luces” de Humberto Solás, pero no en su versión cinematográfica de dos horas impuesta por la industria sino en lo que podría pasar a la historia como “la película del director”, aparece como una deuda pendiente para con uno de los cineastas más importantes de Cuba y América Latina.

Incomprendida en su momento, recibida fríamente por el público cubano, la obra estrenada en 1992 llegó acompañada de los inconvenientes de filmar una coproducción, con actores que hablaban en diferentes idiomas, con las exigencias de productoras diversas y dependiente de un mundo socialista que, a inicios de esa década, vivía su desintegración.

A ello, su sumó un verdadero maratón en la isla para doblar al español, en solo veinte días, aquella versión de dos horas que proponía el Instituto Cubano del Arte y la Industria Cinematográficas (ICAIC) y que fuera estrenada con mucha expectativa en el teatro Carlos Marx una noche de 1992.

“La película fue recibida fríamente. No era la primera vez. Humberto estaba acostumbrado a hacer el cine que pusiera a reflexionar y no sólo a contar. Pero ser el artista que quiere hacer las cosas con una plena sinceridad, puede tener un resultado no deseado”, aseguró su hermana y colaboradora Elia Solás.

Colaboradora de no pocas películas del cineasta y de su proyecto de festival de Cine Pobre, Solás contó cómo aquel día su hermano se trancó en su habitación y cuando la dejó entrar, le dijo: “ya yo terminé con el cine, yo he fracasado”. La respuesta fue directa: “no la han entendido”, pero esta película “va a ser comprendida”.

“Los precursores no son entendidos en su momento”, añadió entonces la hermana. Pero tras “El siglo….”, Solás vivió toda una década sin filmar.

Para la guionista de “Miel para Ochún” (2001), como para especialistas y amantes del cine de Solás reunidos este mes en La Habana, en 1992 aún no había llegado el momento para ver “El siglo de las Luces” de Humberto Solás, una obra considerada “adelantada”, “visionaria”, con “dobles y triples lecturas” como la misma novela original de Alejo Carpentier.

Con esta historia de fondo, la Casa Víctor Hugo – proyecto cultural de la Oficina del Historiador de La Habana-, acogió del 2 al 17 de septiembre las conferencias, paneles y proyecciones que integraron la jornada “Luces de Solás”, un esfuerzo en colaboración con la familia del cineasta y el ICAIC.

La celebración en una instalación de la Oficina del Historiador cobró una relevancia especial por haber sido también esta institución la que recibió, en octubre de 2010, la III Muestra Temática del Festival Internacional del Cine Pobre de Humberto Solás, realizada con todas las condiciones y exigencias de la idea original de su creador.

Inaugurada con una conferencia del investigador francés Enmanuel Vincenot, el homenaje tuvo uno de sus momentos más emocionantes la mañana del día 16 cuando Elia Solás asumió el papel de guía en un recorrido por La Habana Vieja de Humberto que incluyó el vecindario donde se encuentra la casa natal y la vivienda donde residió toda su infancia y juventud.

“Aquí, en esta casa, festejamos el final de Lucía (1968)”, contó Elia Solás entre otras anécdotas, antes de salir a buscar las principales locaciones de “El siglo de las Luces”, incluida la casa donde Carpentier ubicó su obra, la Plaza de la Catedral y la Casa de la Obra Pía, todas en el centro histórico de la capital cubana.

El homenaje cerró el 17 de septiembre, día en que se cumplieron tres años del fallecimiento del creador de Un día de noviembre (1972) y Barrio Cuba (2005), con un panel teórico sobre “la mirada de Humberto” en “El siglo de las Luces” y un concierto del pianista y compositor cubano Aldo López Gavilán.

Para algunas de las personas que asistieron a la jornada y participantes activas, como la directora de la Casa Víctor Hugo Ana María Reyes, lo más interesante de “lo vivido” no fue el homenaje sino cómo durante todo el proceso fueron surgiendo nuevas ideas para enriquecer el camino de rescate de la obra y el pensamiento de Solás.