La poco conocida artista cubana Georgina de la Cruz

“La esperanza es lo último que se pierde”

 

Por Paula Henríquez

HAVANA TIMES — En La Habana existe un gran número de artistas de artes plásticas que no son conocidos. Sus obras no llenan los stands de las ferias comerciales, no se ven en las numerosas galerías que a diario esperan por compradores. No, estas reposan en sus cuartos y estudios, esperan, junto a sus autores, a que venga alguien y las saque a la luz, a la vida.

El cuarto/estudio de Georgina de la Cruz no tiene lugar para más. Son muchas las obras que añoran su momento, como la artista. Es una mujer de unos setenta años, de complexión delgada y rostro cansado. Hace algunos años ya que vive en un sótano/ apartamento y no tiene mucha esperanza en salir de allí.

Una tabla sobre algunos palos, cerca de la cama, le sirve de mesa de trabajo. El caballete es inventado, ella misma puso los clavos. Los materiales son viejos, algunas pinturas se le han secado pero ella siempre encuentra la forma de sacarles más y más provecho. El lienzo se ha transformado en tela de sábana, esas que venden a 90 pesos en los MAI (Mercados Artesanales Industriales). Con tales imágenes uno podría preguntarse cómo la señora ha podido permanecer cuerda, cómo continúa en su hacer diario… Pero con la calma que la caracteriza ella responde que la “esperanza es lo último que se pierde”.

Georgina ¿cómo logras trabajar día a día con tan poco espacio y recursos?

Es que no me queda otra. Si no trabajo, no como. Si no pinto o creo de alguna forma, no vivo, y no solo físicamente, sino espiritualmente también. Toda mi vida he vivido de esto. He tenido épocas buenas y épocas malas. Actualmente, la paso bastante mal. Se me hace muy difícil comercializar mi obra.

¿Por qué?

Porque no pinto lo que tiene salida en estos días. Es decir, lo que se vende en las ferias son esas imágenes del Capitolio, de la Bodeguita del Medio, de los almendrones (automóviles de las décadas del 40, 50 que aún circulan en Cuba)… Hay muy pocas pinturas que se refieren a otros temas y los extranjeros, en su mayoría, lo que buscan es eso.

¿Consideras que has sido olvidada?

Creo que no he sido tomada en cuenta, que mi obra no ha sido respetada. Pero no solo yo siento así, existe una gran cantidad de artistas, jóvenes y no tan jóvenes, que piensan igual. La mayoría de nosotros quiere crear, no reproducir, queremos comercializar nuestras creaciones. Es cierto que las obras de la plástica cubana, que actualmente son reproducidas una y otra vez, son geniales y marcaron una época, pero los contemporáneos, los que vivimos en el presente, también tenemos derecho a que se nos respete y se nos tenga en cuenta. Ya se encargará el público, conocedor, experto o simplemente el que admira el arte, de decir si somos buenos o no. Solo se necesita la oportunidad de mostrar el trabajo.

Sé de muchos otros artistas en tu misma situación y que han tenido más suerte…

Es cierto, todo depende de tus conexiones. Aún hoy no he podido establecer buenos contactos, tengo algunas obras en algunos lugares, pero no son céntricos, no venden tanto como las ferias. Yo tuve suerte en un tiempo… ahora ya no tanto.

¿Por qué crees que existan artistas que han sido… olvidados, por decirlo de alguna manera?

Eso mismo me he preguntado yo. Supongo que también tenga que ver con la suerte… o con el destino. O con las amistades que has hecho, o no, o la obra que creas. No lo sé a ciencia cierta.

Pero usted ha sido galardonada con varios premios y ha expuesto varias veces y no solo en nuestro país, sino también en otras naciones…

Es cierto, pero hay quien dice que quien no triunfa en su casa, no puede hacerlo fuera de ella… Yo no creía en ello, sin embargo ya estoy empezando a pensar en que es cierto. También he sabido de otros artistas que son más conocidos fuera de Cuba que en ella, no solo de la rama del arte pictórico, sino también de otras manifestaciones artísticas.

¿Cómo vislumbras el futuro?

Pues trato de no pensar en ello. Yo voy forjando mi futuro, quiero pensar en que lo estoy haciendo bien, hace mucho tiempo que quiero creerlo, no por gusto continúo en ello (risas). De todas formas amo mi trabajo, disfruto pintando, dándole vida a mis cuadros.