La Orquesta Sinfónica Juvenil de Oakland se despide de Cuba

Yusimí Rodríguez

oakland symphony in  Cienfuegos
La Orquesta Sinfónica Juvenil de Oakland tuning up for their performance in Cienfuegos.

 

HAVANA TIMES — Con un hermoso, aplaudido… y poco promocionado concierto, en la Sala Covarrubias del Teatro Nacional de Cuba, se despidió de Cuba la Orquesta Sinfónica Juvenil de Oakland, el sábado 16 de julio.

La Orquesta Sinfónica Juvenil llegó a nuestro país el 7 de julio, y ofreció conciertos en Cienfuegos (Sábado 9, Teatro Tomás Terry, 9:00 p.m.) y Santa Clara (Martes 12 de julio, Teatro La Caridad, 9:00 p.m.) y, por último, en La Habana. Justo el sábado, horas antes de la presentación, el director de la orquesta, Omid Zoufonoun, fue entrevistado brevemente en el Noticiero del Mediodía. Por esta vía se enteraron varias personas que decidieron acudir al concierto.

El programa del sábado fue el mismo de los dos conciertos anteriores, con la única diferencia de la pieza Alma Dei Creatoris, KV 277, de Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791), interpretada por la orquesta y la Schola Cantorum Coralina, dirigida por la Maestra Alina Orraca.

A continuación, la joven orquesta interpretó Candide, ópera del compositor, pianista y director de orquesta norteamericano Leonard Bernstein (1918-1990), conocido entre los cubanos, sobre todo por West Side Story. El Maestro Zoufonoun la considera una pieza rápida, intensa y muy  rica desde el punto de vista rítmico.

Luego llegó el turno de la segunda colaboración de la noche con un músico cubano, algo que el Maestro Omid Zoufonoun valora mucho. Se trató ahora de un movimiento del Concierto para Violín No. 4 Op 31, del violinista y compositor belga Henri Vieuxtemps (1820-1861), y subió al escenario el violinista cubano Ariel Sarduy Méndez. La interpretación de esta pieza, de un alto dramatismo, descrita en su momento por el compositor francés Luís Héctor Berlioz como “una sinfonía para violín”, fue muy aplaudida por el público, y algunos incluso se levantaron de sus asientos.

Con la misma intensidad, fue aplaudida la ejecución de Danzas Polovtsianas, de la ópera El Príncipe Igor, del compositor ruso Aleksandr Borodin (1833-1887). El programa cerró con un regalo para los amantes del ballet: Seis selecciones de Romeo y Julieta, del también ruso Sergéi Prokofiev, una pieza melódica y bellamente ejecutada, que el público aplaudió de pie.

En la sala se encontraba el Maestro Guido López Gavilán, quien dirigió a la Orquesta Sinfónica Juvenil de Oakland, en su primera visita a Cuba, en 1998. En aquel entonces, interpretaron piezas de George Gershwin, Amadeo Roldán y el Guaguancó del propio Guido López Gavilán. Tras saludar al Maestro Zoufonoun, intercambiar impresiones y tomarse una foto con él, expresó satisfacción de ver a músicos tan jóvenes interpretar piezas tan difíciles. Las edades de los integrantes de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Oakland oscilan entre los 12 y los 22 años.

Quizás, en una próxima visita, los cubanos tengamos la oportunidad de escuchar composiciones del Maestro Omid Zoufonoun, quien es, además de educador, director de orquesta y guitarrista, un premiado compositor.