Karel Garcia, un trovador cubano

Por Helson Hernández

HAVANA TIMES — Las canciones de Karel García van ganando lugar entre los repertorios de diversos cantantes en la Isla. En su entrevista con HT enfatizó “llevo ya muchos años escribiendo canciones”.

HT: ¿Cómo llegó a la música?

Karel García: No tengo estudios musicales, cosa de lo que no estoy orgulloso, pero la vida es así. Yo era Camilito, o sea, estudiaba en la escuela militar conocida como Camilitos. Me encuentro por ese período con la guitarra, pero inicialmente aprendiéndome las canciones de otros.

HT: ¿Y qué le propició descubrirse trovador?

KG: En un momento de mi vida, por el año 87, me encuentro felizmente con Vicente Feliú, ese gran trovador cubano, y él me incentivó haciéndome saber lo que era un trovador. Eso me motivó a escribir mi primera canción en diciembre del 89, y a partir de ahí pues llevo ya muchos años escribiendo canciones.

HT: ¿En qué ocupaba su tiempo laboral en ese período?

KG: Estaba trabajando en una panadería, era raspa lata en esa panadería; después llegué a ser el administrador del lugar. Estuve un buen tiempo trabajando allí hasta el año 95, fue en la época después del suceso de los balseros. Recuerdo que yo hacía canciones en aquel lugar, luego concretaba esas ideas cuando llegaba a casa. Eran unas ganas inmensas de crear, sabía que Vicente tenía una peña en la Casa de la Cultura de Alamar en la que podíamos exponer todas esas cosas, pues entonces con más ganas las hacíamos.

HT: ¿De los primeros trabajos profesionales?

KG: Hago un dúo con un muchacho llamado Carlos Lage. Era algo novedoso en nuestra generación, que no estaba haciendo nadie en aquel momento, de dos guitarras y dos voces. De este proyecto en 1999 salió un disco, que se llamó Suvenires del Futuro, pero fue grabado en España, no en Cuba.

HT: ¿De qué hablan sus canciones?

KG: Son bastante abiertas, hay canciones que hablan de la vida, de mi manera de ver lo que es un trovador; hay otra canción a los esquimales, basada en la filosofía de ellos, igualmente del amor y desamor, la típica temática que abordamos los trovadores. Y creo que de alguna manera, todos vamos a tocar desde el punto de vista de lo regional, algo universal. Por ejemplo yo tengo un tema llamado Este es mi barrio, que habla específicamente de cosas que yo he visto en el reparto habanero donde vivo, Alamar, y cuando la oyen, me dicen que eso mismo le sucede a personas que viven en otros lugares, por eso la misma experiencia de Alamar sirve para todos los barrios de Cuba.

HT: “Hambre de quimera”

KG: Silvio Rodríguez me ofrece sus estudios, y un poco que me produce este disco, que es mi primer trabajo discográfico en solitario. Los arreglos fueron de José Luis Beltrán, el actual director del grupo Reflexión, amigo mío de los años también. Conté con tremendo elenco de músicos, buenísimos todos. Este disco, Hambre de Quimera, fue posteriormente editado en España en el año 2007, con la discográfica El ventilador music. Aquí cantan mis canciones conmigo Vicente Feliú, Silvio Rodríguez, Yosbani Palma, un trovador de mi generación, Aurora de los Andes y Frank Fernández.

HT: ¿España?

KG: Estuve 15 años y un día en ese país, viniendo a Cuba en ese intervalo, por supuesto. En esa nación hice otro disco llamado Verso a la piedra. Allí  sentí que me quedé un poco estancado en el hecho de hacer más canciones durante ese período. La vida no estuvo compaginada con la cantidad de canciones que podía haber compuesto.

HT: ¿El proyecto que actualmente le mantiene ocupado?

KG: Ahora estoy intentando grabar poco a poco, gracias a un favor que me está haciendo mi amigo el bajista William Rivero, lo que será la trilogía de las flores. El primer disco se titula  Luz en flor, el segundo, Flor de calle, y el tercero Flores sobre la hiel. El primero debe salir  próximamente.

HT: ¿Alguna reflexión sobre el oficio de hacer música?

KG: A veces la gente piensa que los músicos somos unos vagos, que estamos en la casa sin hacer nada y no nos merecemos ganar dinero ni vivir cómodamente como debería todo ser humano, sobre todo, los trovadores, ya que hemos mal acostumbrado a la gente desde muchos años atrás, de que la trova tiene que ser gratis, por aquello de las peñas, y creo que no debe ser así, esa visión debe ser cambiada, por ello hace falta mucha calidad en el trabajo, mucho compromiso y, especialmente, mucha carretera.