Juanes en la Habana

Por Irina Echarry

Peace without Borders concert, Havana, Cuba, Sept. 20, 2009
Concierto Paz sin Fronteras, La Habana, Cuba, 20 de Septiembre de 2009

HAVANA TIMES, 21 sep. – A lo largo de los años el pueblo cubano ha dado muestras de resistencia física.  Marchas del pueblo combatiente, discursos interminables de los líderes revolucionarios, colas kilométricas para adquirir los productos necesarios.  Este domingo 20 de septiembre tuvimos la oportunidad de demostrar lo fuertes y resistentes que somos.

Cuando el cantante colombiano Juanes anunció su deseo de hacer un concierto por la paz en la Plaza de La Revolución, muchos no sabían nada de su música.  En la televisión pasaban alguna que otra vez un vídeo sobre su camisa negra.  Nada más.  Los que lo conocían y escuchaban no eran mayoría.

Sin embargo a raíz de ese anuncio el país se puso en función de apoyar su convocatoria, spots publicitarios, humoristas reconocidos convidando al concierto, un documental, el noticiero estelar de la televisión iba reportando los preparativos y anunciando la llegada de los diferentes artistas.  Todo un acontecimiento.

En verdad algunos nos preguntamos si no hubo cierta exageración o mala interpretación por parte de la oficialidad cubana.  ¿Por qué Juanes querría hacer un concierto en favor de la paz en Cuba?  El cantante parece ser, además de un amante de la coexistencia pacífica entre los seres humanos, una persona sensible a los puntos de conflicto, al menos eso demostró en su concierto en Cúcuta.

Ahora quiso venir a la isla y las autoridades lo acogió demasiado bien.  Ir al concierto se tornó una cuestión política, más allá de la calidad de los artistas.

Sin embargo, no por esperado dejó de sorprender a muchos.

El sol de las dos de la tarde parecía ser uno de los invitados.  Varios desmayos sucedieron mientras Miguel Bosé, Víctor Manuel o los Van Van cantaban.  Una de las víctimas del calor dijo haber quedado satisfecho con la rápida acción de la cruz roja.  Varias carpas repartidas en diferentes sitios servían de protección y ayuda no solo por la sombra, sino por el personal médico que había dentro de ellas.

Enrique,  arquitecto de 52 años fue solo por ver a Víctor Manuel: “me encanta Víctor, recuerdo cuando venía con Ana Belén, yo trataba de no perderme sus presentaciones.  Antes venían muchos artista, el Festival de Varadero era una buena plaza para ellos, de pronto dejaron de hacerlo.  Por suerte desde hace un tiempo algunos quieren volver.  Este concierto es una buena oportunidad para ver a los viejos conocidos y acercarnos a otros que no escuchamos tanto.  También me parece bien que haya para todos los gustos, a lo mejor a mí no me gusta Jovannotti, pero la gente se ha vuelto loca con él, han brincado mucho.”

Más de un millón de personas acudió a la Plaza: jóvenes, ancianos, niños de diversas edades, algunos demasiado pequeños para exponerlos al intenso calor, cubanos y extranjeros.  Dentro de tanta gente, no todas las opiniones fueron favorables, la pantalla que reflejaba lo que estaba sucediendo apenas era visible para un grupo de personas.

El audio tampoco estuvo a la altura de las circunstancias.  Yanelis, de 25 años no quería perderse el espectáculo, pero no alcanzó una buena posición: “para eso me hubiera quedado en casa, sentada cómodamente viendo el televisor.  No dudo que esté bueno el concierto, pero es que desde aquí no veo ni escucho nada.  Pensé que iba a ser de otra manera, dicen que  alante iban los estudiantes de la UCI y no sé quién maś, aunque yo hubiera llegado más temprano hubiera sido la misma historia.  El calor es sofocante, entonces no creo que haya hecho bien en venir, al contrario, debí quedarme en casa.”

Como Yanelis había otras personas que se retiraron a la hora de haber comenzado el concierto, la razón: el sol.  La Gitana Tropical se derretía en una sombrilla, gorras, banderas, toallas, todo servía para cubrirse.  Se dieron explicaciones sobre el horario del concierto, pero en verdad parece que no estuvo pensado para los cubanos, aunque el deseo de realizarlo en Cuba fuera muy grande.

La necesidad de no traer luces, la transmisión en vivo para Europa, etc.  El caso es que el pueblo cubano que estuvo allí se achicharró la cabeza, quizá un horario que comprendiera de 4:30 de la tarde en adelante hubiera sido un alivio.

Alfredo es músico de una orquesta (no dijo el nombre): “Mira, este concierto demostró que se puede estar sobre un escenario durante mucho tiempo haciendo solo música, sin mezclarla con otras cosas.  Lo que quiero decir es que aquí cuando un artista sube a cantar o a tocar, enseguida le dedica una canción a los cinco o quien sea y todo se vuelve la misma política que se vive en un acto revolucionario.  Somos muy reiterativos.  Aquí, aunque se sabe la intención, los artistas no se regodearon en la política, simplemente salieron a cantar y ya.”

Para aplacar el calor y el hambre había pipas de agua potable, venta de refrescos y panes, entre otras chucherías, aunque la Terminal de Ómnibus (dentro están los establecimientos más cercanos a la Plaza), cerró sus puertas, quizá por temor de ser invadida por la masa sedienta.

El toque especial, para muchos, lo dio Carlos Varela con el tema 25 mil verdades sobre la verdad, que trata sobre la relatividad de la verdad, que puso en duda algunos preceptos manejados en el discurso de los protagonistas de la tarde y de los que ayudaron a preparar el espectáculo en el país:

La verdad de la verdad es que nunca es una,
ni la mía ni la de él ni la tuya.
La verdad de la verdad es que no es lo mismo
parecer que caer en el abismo
de la verdad.

En resumen, valdría la pena escuchar qué impulsó a Juanes a dar este concierto aquí y sus impresiones de este día, luego de decir: “¡1 150 000 personas en este momento en la Plaza de la Revolución, La Habana, Cuba! ¡Es una maravilla, es una maravilla, es una maravilla!.”

Lo cierto es que los que quedaron en casa vieron una cosa (la emoción de los artistas, el público jubiloso, un maravilloso concierto) y los que fuimos y no pudimos llegar adelante, participamos en otra con un sol agotador, pésimo sonido, poca visibilidad.

Ojalá todos respetáramos la verdadera paz, con canciones y con hechos.  Juanes nos convoca a pensar en una vida en armonía con el otro.  Junto a Miguel Bosé cantó un tema que se ha vuelto emblema de su cruzada por la paz, It’s time to change. También interpretaron  Nada particular, un tema antibelicista de Bosé.  El ecuatoriano Juan Velazco nos recordó que “el amor no es algo que se busca en otro,” haciendo un llamado a una mirada profunda dentro de nosotros para luego saber ver lo que está afuera.

Para ver la galería de fotos de este evento haga click aquí: Juanes’s Cuba Event in Full Color

One thought on “Juanes en la Habana

  • Irina me encanta tu articulo, soy fans a lo que escribes, tambien a visitar este sitio que es bastante interesante. Un aplauso, me quito los espejuelos ante ti.

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