Iglesia San Juan de Letrán de La Habana

Fotorreportaje por Irina Pino

HAVANA TIMES – Cuando tenía veinte y un años, acudía con un amigo a la Iglesia San Juan de Letrán. Íbamos, porque habíamos tenido problemas en la escuela y en la casa. Estábamos tristes y pensábamos que nada valía la pena, pero en aquel ámbito encontramos la paz.

Solíamos ir varias veces a la semana, pues su estilo gótico nos trasladaba a otro tiempo. Los arcos ojivales, las bóvedas de crucerías, los altares de los santos, eran nuestra única compañía.

Entre sus paredes se experimenta Amor y protección. Emerge esa fe que se va perdiendo al ver como todo se derrumba alrededor. Su absoluta belleza, nos hace olvidar la negrura y la injusticia que los mismos hombres se encargan de esparcir.

He leído que la iglesia pertenece a la orden de los padres dominicos. La primera basílica fue fundada en el siglo XVI, en La Habana Vieja. Luego se traslada para la zona de El Vedado, en calle 19, entre J e I, siendo su principal impulsor el padre Francisco Vázquez, quien luego muriera, dejando su diseño en las manos del arquitecto Joaquín Weiss. Se inauguró en 1926.

Este sitio es también una Academia Católica de Ciencias Sociales, donde los frailes tenían acceso a los estudios universitarios. Aquí ocurrieron eventos como la Acción Católica; se recuerda, igualmente, que uno de los religiosos, el padre Pepe, impidió que la iglesia fuera tomada por un grupo de milicianos en 1961, durante la invasión por Playa Girón.

Aledaño al templo, funciona una universidad, hay convocatorias de cursos de filosofía, idiomas, diseño gráfico, y otras especialidades, para aquellos jóvenes que deseen completar sus estudios.

Los domingos, a las nueve de la mañana, comienza la misa. Cualquiera puede venir y escuchar el oficio religioso. Créanme, saldrán reconfortados.

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