Hablando de cine joven en Cuba
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HAVANA TIMES — Efraín Galíndo Romero, es un excelente realizador de audiovisuales, sin formación académica. Con algunas de sus obras ha participado en diferentes festivales nacionales e internacionales. Todo su trabajo ha sido realizado de manera independiente. Terminando de realizar su último cortometraje: ¨Café de dos¨, tuve la oportunidad de entrevistarlo.
HT: ¿Qué puedes decirme respecto al certamen de la muestra joven?
Efraín Galíndo: La muestra joven es un especio que ha creado el ICAIC para los jóvenes realizadores, que están teniendo mucha fuerza en estos momentos, porque son los que están haciendo cosas libremente, sin importarles la censura. Es un espacio que reúne todas las realizaciones que los jóvenes han realizado durante el año.
Alrededor de la muestra se crea una parafernalia, se hacen talleres, paneles para debatir, e incluso sale la revista bisiesto donde se habla de los cortometrajes expuestos, y de cierta manera existe el dialogo.
Lo que considero negativo de la muestra, es que al final, el público son los mismos realizadores. Cuando el cine se llena, es en la inauguración y en la clausura, que es donde se presentan los trabajos premiados y algunos cortos de realizadores de cierto renombre, pero casi siempre en el tiempo que dura la muestra, el cine Chaplin está vacío.
HT: ¿A qué atribuyes esto?
EG: Tal vez sea por un problema de horarios, las personas trabajan, la muestra tampoco esta reforzada por la televisión, hay poca promoción, considero que si cambiaran la política en cuanto a la promoción, el público estaría más enterado.
Y es una lastima, que muchos se lo pierdan, porque considero que las realizaciones producidas por los jóvenes son mucho más interesantes que las del ICAIC.
Para mí las mejores realizaciones del ICAIC fueron cuando estaba Titón, Humberto Solás y muchos otros que ya no están, antes hacían obras de arte, ahora se hacen muchas coproducciones, que al final, ni siquiera son fieles al momento en que se vive, y eso es algo que no entiendo.
HT. Me gustaría saber, qué crees de la selección de los materiales para la muestra
EG: En cuanto a la selección de los audiovisuales. Esa política tampoco logro entenderla, porque cuando excluyen un material, nunca llegamos a saber porqué se eliminó, y cómo todo en este país, al final hay cosas que son impenetrables, y es imposible acceder al comité organizador para saber qué pasó.
Al final en ningún lugar del ICAIC aparece un cartel donde te digan, no sé puede hacer esto, o no se debe hacer aquello, tú te imaginas la censura, tienes que imaginarte porque te excluyeron, al final todo funciona a nivel de imaginación, pero no hay nada oficial.
HT: ¿Una vez que tienes realizado tu trabajo tienes posibilidades de hacerlo llegar al público?
EG: Ahora mismo es a través de los festivales. Siempre que uno realiza un trabajo, quiere verlo presentado en el cine, en pantalla grande, pero como en este país el único festival que tiene verdadera promoción, por su tradición, es el festival de cine latinoamericano, los otros festivales palidecen frente a este, y por lo general van cuatro gatos al cine, lo que no se cuenta como público.
El lugar ideal sería la televisión, pero en ese medio existen otros parámetros, y aún está muy limitada en cuanto a contenidos. Yo espero que con esta nueva Era de las memorias flash, los trabajos lleguen al público como uno desea.
HT: ¿Cuán difícil puede ser la realización de un cortometraje, y cuales han sido tus mayores necesidades?
EG: En cualquier parte del mundo, el cine cuesta mucho dinero, y en Cuba es la excepción. Aquí se dice que se hace cine pobre, porque una película te puede costar 5 mil CUC, me estoy refiriendo a un cortometraje que es muy pobre si se compara con las realizaciones del resto del mundo.
En lo personal, yo casi no gasto nada haciendo mis cortos, mis gastos son en merienda para los actores, transporte, y nada más. (Risas) por lo general recibo ayuda de varios amigos, que me apoyan y no me cobran por la colaboración, tengo que hacer mención de la actriz Camila Carballo que es mi actriz fetiche y Nonardo Perea con el cuál también he contado; hay mucha gente que me tira el cabo, pero aún así se pasa mucho trabajo. Supongo que con dinero, también habría dificultades ¿o no?