Galerías San José, gran acierto

Por Pedro Campos

Turistas en la Habana Vieja.  Foto: Caridad
Turistas en la Habana Vieja. Foto: Caridad

HAVANA TIMES, 8 dic. — Los artistas del pueblo, que se han convertido en uno de los principales atractivos turísticos de la Habana viviente, vendían sus artesanías, cuadros y esculturas, primero en la Plaza de la Catedral, luego en Malecón y E y por último de nuevo cerca de la Catedral, en improvisadas carpas de cartón, nylon o lo que apareciera con prácticamente ninguna posibilidad de defensa ante las inclemencias del tiempo. Ahora encontraron por fin un singular espacio, llamado a convertirse en uno de los principales centros culturales del país: Galerías San José.

Rescatando y restaurando una vieja gran nave, otrora almacén en el puerto de La Habana, rediseñada y divida en cubículos, con amplio espacio para la exposición de los productos y la circulación de los visitantes, sin aglomeración,  la galería cuenta con cafeterías y restaurantes con vista a la bahía que ofrecen un panorama atractivo para el descanso, la recreación, el encuentro entre amigos o la concertación de negocios.

En el gran salón, una plataforma para la presentación de otras actividades artísticas, culturales  y recreativas proyecta la amplia filosofía, con la que ha sido concebido este espacio, que deberá seguir ganando en significado.

En conversación con varios de los artistas que exponen y ofrecen allí sus obras, pude comprobar su satisfacción por el nuevo local, sus condiciones para la venta, seguridad para sus productos y las comodidades que ofrece el no tener que montar improvisadas carpas, ni trasladar ni almacenar sus artículos.

Prefiero no describir más lo que allí vi, pues no alcanzarían las páginas de un libro para lograrlo y creo que los descubrimientos deberán hacerlos los interesados, por lo cual me concreto a celebrar el acontecimiento por su importancia para el trabajo de estos nunca bien ponderados  creadores que durante mucho tiempo, contra viento y marea,  han mantenido este espacio ya tradicional, donde la defensa de la cultura nacional no es consigna ni propaganda vacía, sino trabajo meticuloso, recreación de nuestras realidades, soluciones a muchos problemas del cotidiano, y exquisita atención personal al visitante, sea nacional o extranjero.  Ah, y sentido de pertenencia sin necesidad de imposición.

Los que tachan esta actividad de mercantilista, desconocen que el mercado continúa jugando  un importante papel en el socialismo, jamás tuvieron que vivir de sus creaciones y no saben que en cada una de las obras allí expuestas, por insignificante que parezca, está el genio, el trabajo, la constancia y las ganas de vivir y aportar a la sociedad de esos valiosos productores.

El trabajo por cuenta propia, una de las principales formas de producción y de la autogestión social, que continúa desarrollándose en la sociedad socialista y que tantos obstáculos siempre ha encontrado en la burocracia, opuesta a toda actividad fuera del estado, halla en esta Galería San José un nicho de progreso que continuará aportando mucha cultura y recreación a los cubanos y a quienes nos vistan.

Se trata, en fin, de otro gran acierto de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana.