¿Feria del Libro?
Por Javier Moreno Díaz
HAVANA TIMES – Cada año que pasa, la Feria Internacional del Libro de La Habana patentiza más su condición de Feria de Vanidades. Los autores publicados son los que escriben políticamente correcto y la Uneac vitorea a sus hijos pródigos, censurando otras voces de la intelectualidad cubana.
Se editan a los autores de siempre, los de cierta élite proletaria y con carisma de visir, traduciré lo anterior, los llamados hijos del pueblo que realmente son una burguesía solapada.
Autores con disímiles premios se creen autenticados por un jurado que en la mayoría de los casos cae en la trampa del amiguismo, lo bochornoso y el fraude.
Desde hace tiempo muchos escritores de mi generación han preferido emigrar que caer en esa sutil madeja de engaño, autores con una calidad escritural y conceptual atípicos para esta región isleña, pues trascienden lo mínimo de sentirse isleños y universalizan su lenguaje desde la perspectiva del hombre cuya patria es la tierra toda.
Aquel que siente la necesidad de expresar su verbo a través de la literatura en Cuba, tiene la responsabilidad de asumir su voz lo más sinceramente posible y eso es un riesgo; mayormente las opiniones no necesariamente son contrarias al proyecto revolucionario esgrimido por la oficialidad, sino propuestas para revolucionar un pensamiento extático que requiere nuevas proyecciones hacia el futuro.
La Uneac como institución ha perdido en ese sentido el rumbo de su razón de ser, promover una literatura de la reflexión provoca urticarias al régimen que se ha autoimpuesto entre sus paredes, autores legendarios y conocidos por la mayoría de los intelectuales son silenciados o marginados de manera ostracista por sus directivos.
Por ejemplo: Ezequiel Vieta, demasiados años después de su proposición editorial salió a la palestra pública esa controversial novela que es Pailock. Y pudiera citar otros muchos autores, como el mismo Eliseo, que fue prácticamente desechado desde los primeros inicios del período “revolucionario”, y así fue con casi todos los origenistas.
Dulce María, toda una leyenda…
Casos como Novás, Cabrera Infante, Arenas, y así, ¿dónde sus ediciones nativas? ¿Por qué obviarlos del merecido lugar de los ilustres?
La culpa no es de la Institución como tal, y no quiero poner en tela de juicio la razón por la que fue creada, lo cierto es que a las instituciones las representan los hombres y si miramos quiénes son ellos, caemos en cuenta de que son censores manipulados desde todas las direcciones, sin un análisis reflexivo sobre lo que se publica y por qué.
Hay que ver la cantidad de cuartillas destinadas a promulgar un estilo determinado de escritura conforme a la oficialidad, y solo de vez en cuando pocas ediciones de un texto trasgresor y sincero, como para que se agote rápido y quede en el olvido.
¿Cuándo será el día del cambio? falta poco. Para cuando llegue, espero que se haga un consciente colectivo con verdadero dominio y prevalencia de valores que nunca caduquen ni sean obsoletos.
La literatura es transgresión y vanguardia del pensamiento humano, propuesta más que imposiciones vanas. Ese día, no muy lejano, la Feria se convertirá en Fiesta, algo que incidirá realmente en la cívica cubana.
Bueno Javier, yo desde hace años, veo la Feria Internacional del Libro como un espacio para llevar a los niños a montar aparatos, pues sitios para esto en la ciudad¿? Jalisco Park¿?, El Parque Lenin¿?…está la opción de montar los pequeños ponis.. o, complacerlos con alguna golosina…los libros realmente son algo caros y por supuesto ediciones no cubanas…comprarle algún que otro juguete.. en fin, claro hay que tener bolsillo para todo esto, un día en la Feria con un pequeño, me imagino que los padres reúnan el dinero desde el año anterior.
La manera para un autor cubano de publicar un Libro, es caótica, debe ser casi siempre por concurso, si no ganas el premio no públicas, luego existe un jurado que podría juzgar mal una obra por simples cuestiones de gusto literario sin ni siquiera valorar la calidad de la obra, muchas veces los jurados se equivocan y la otra es que ya se sabe que eso del sobre aparte con seudónimo para ocultar al autor de alguna manera, puede y es violado, por lo general en los concursos de renombre existe mucho el amiguismo. La feria del Libro hace mucho dejo de ser para mí algo especial, hace mucho no visito la cabaña, porque ya sé lo que me voy a encontrar, prefiero quedarme en casa, pensando que todo marcha bien por estas fechas donde todo el mundo lee y compra libros.
Este articulo una vez más me hace pensar que no conocemos a Cuba, porque en gran medida a esta nación no se le permite “ser”. Ojalá no esté tan lejano el día en que el país llegue a ser real.