Después de la euforia

Yusimi Rodriguez

Photo: CaridadHAVANA TIMES, Feb. 27 — Una foto en blanco y negro de inicios de la década del ochenta nos muestra un grupo de jóvenes confiados en un futuro que parece inminente.

No es esta precisamente la primera imagen del documental “Costas extrañas,” dirigido por Dayron Porrúa y Eider Armas, que concursa en esta 9na Muestra de Nuevos Realizadores, pero fue la primera que atrapó mi atención.

Este es un documental de 38 minutos dividido en dos partes: Euforia y Ecos.  En la primera, un grupo de artistas aficionados de la plástica y el teatro, escritores e instructores de arte recuerda con nostalgia el auge de la vida cultural y artística del municipio Nuevitas de la provincia Camagüey en los años 80.

No es necesario pertenecer a Nuevitas o ser artista para entender y compartir esa nostalgia.  Los ochenta son tema de melancólicas conversaciones en nuestro país. Los que no habían nacido en esa época las escuchan a veces creyendo que son exageraciones, o con la tristeza de haberse perdido algo que no regresará.

No se trata solo de las condiciones económicas durante esa época, sino de la sensación de estar construyendo algo en lo que se creía, de que se iba a llegar a alguna parte.

Aquí, estos artistas nos narran su euforia, sus logros. Los plásticos son todos aficionados, pues no había (ni hay aún) artistas plásticos profesionales en el municipio Nuevitas.  La directora de la galería cuenta que esta siempre estaba llena de obras de estos artistas.

Llegaron incluso a contar con un importante grupo de plásticos llamado Despegue.  Los escritores eran asesorados por dos importantes escritores del país.  En los Encuentros Provinciales de Talleres Literarios, el municipio acaparaba casi todos los premios.

En cada fábrica existía un módulo cultural con todas las manifestaciones artísticas y eran atendidos por instructores de la casa de cultura.  (La existencia de estos módulos era obligatoria).

A pesar de que la caída del campo socialista y la llegada del Periodo Especial afectaron a los artistas del municipio por la dificultad para conseguir materiales, los entrevistados nos dejan ver que no fue esto lo que gradualmente acabó con el movimiento cultural de Nuevitas, ya que ellos, sobre todo los plásticos, buscaron alternativas para enfrentar los problemas.

La segunda parte, Ecos, nos muestra el presente desolador de la vida cultural en Nuevitas.  Las exposiciones muestran obras mayormente de artistas de otros municipios y provincias, y una pequeña representación del municipio, que son los instructores de arte.

Estos, según un entrevistado, han venido a ocupar el lugar de los artistas que ya no hay en el municipio.  Vemos también los problemas de esta nueva generación de instructores-artistas, sus aspiraciones y la incomprensión de instituciones y autoridades.

El documental termina con la foto que atrapó mi atención al principio, como un recordatorio de aquella euforia, de aquel futuro que parecía tan próximo y tan cierto.