Cubanos visitan el hogar de sus ancestros en Africa

Alfredo Duquesne, Yandrys Izquierdo y Humberto Casanova bailando en el camino a Banta Mokele.

Por Emma Christopher (Fotos: Sergio LeyvaSeiglie)

HAVANA TIMES — Son escasas las noticias buenas que pueden salir de la trata de esclavos a través del Atlántico, pero encontramos una en Abril 2013 en Sierra Leona.

Unos 180 años después de que su antecesora fue capturada y transportada un barco de esclavos, cuatro cubanos: Humberto Casanova, Alfredo Duquesne, Elvira Fumero Añí y Yandrys Izquierdo visitaron el cacicazgo que una vez ella llamó su hogar.

Sus raíces ancestrales fueron localizadas por la Dra. Emma Christopher, de la Universidad de Sydney en Australia, usando  una colección de canciones y bailes que este pequeño grupo de cubanos ha mantenido viva.

Después de varios años de investigación en Liberia y Sierra Leona, el origen fue encontrado en la parte alta del cacicazgo  de Banta en Sierra Leona, donde se identificaron que varias de las canciones de los cubanos y una de sus danzas eran parte del rito de iniciación de la ahora extinta sociedad secreta Menda.

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Ya no queda nadie ni en Sierra Leona ni en Cuba que hable banta con fluidez, la lengua se ha extinguido, pero increíblemente personas a ambos lados del Océano Atlántico todavía cantan canciones en el antiguo dialecto.

Para las personas de Banta del Norte fue suficiente reconocer las canciones de los cubanos y los acogieron como familia. “Ellos son Nosotros”, dijo un hombre llamado Salomón Musa mientras veía imágenes de la cultura de los cubanos la primera vez que la Dra. Christopher visitó la aldea.

Por fin los Cubanos llegan a Mokpangumba.

Otros, de las áreas alrededor, contaron historias pasadas de generación a generación sobre los ancestros que fueron robados y llevados a la esclavitud, incluyendo un grupo entero de iniciación de la sociedad Menda, que fueron robados justamente antes de que se completaran sus ritos de iniciación.

Si el ancestro de los cubanos formó parte de ese grupo es imposible de probar, pero para algunas de las personas de Banta del Norte se demostró que son verídicas las historias de sus antepasados de personas que fueron robadas. Desde la primera vez que vieron imágenes del desempeño cultural del grupo cubano, preguntaron si los cubanos podrían visitarlos, para que todos pudieran estar juntos “como hermanos y hermanas”.

Se tardó un par de años para que esto sucediera, porque era muy difícil que los cubanos consiguieran un permiso para viajar. Sin embargo, con el cambio reciente de la ley migratoria, cuatro de ellos, por fin, pudieron regresar a su patria ancestral.

La calidez de la bienvenida hizo, sin dudas, que valiera la pena la espera. Primero visitaron al Jefe Supremo Tommy Jombla en Banta Mokele. Los locales, dirigidos por hermosos cantos de Christianne Jombla, la nieta del jefe, y luego los cubanos, cantaron y bailaron y tocaron el tambor en ese alegre día.

Elvira Fumero Añí, la principal cantante cubana, se emocionó grandemente y las lágrimas corrían por su rostro. “Nunca me sentí tan aceptada”, dijo, hablando de la importancia de conocer sus orígenes. Incluso el Jefe Jombla se unió al baile.

Después de visitar la sede de la jefatura, la fiesta continuó en la aldea Mokepie, donde Mama Lucy Amara, última jefa de la Sociedad Menda, los saludó.

Ella les mostró la casa de curación que pertenecía a la sociedad y que fue destruida parcialmente  durante la guerra civil de la década de 1990. Expresando su deseo de que la sociedad sea restaurada, Mama Lucy se alegró al saber que en Cuba se realizan algunas tradiciones Menda. Más tarde, ella y Elvira fueron de compras y cocinaron juntas, formando un afecto genuino, independientemente de la barrera del idioma.

El punto culminante del viaje fue una semana de estancia en el antiguo pueblo de Mokpangumba. Acompañado por Mama Lucy, los cubanos caminaron hacia el pueblo, que no tiene acceso por carretera, acompañados del sonido de tambores y cantos. No menos de cuatro diablos enmascarados procedentes de las sociedades secretas, y prácticamente todo el pueblo, salieron a celebrar su llegada.

Hubo gritos de alegría mientras los cubanos y sierraleoneses, que se habían visto en video, se reconocieron en persona y fueron a saludarse unos a otros con cálidos abrazos y risas. Era el comienzo de una visita que podría cambiar la vida de muchos de los involucrados.

El diablo de la sociedad secreto de los hombres baila para los cubanos en su bienvenida a Mokpangumba.

Los visitantes estaban decididos a no ser sólo turistas. Fueron claros sobre el deseo de experimentar la vida del pueblo como lo es ahora. Uno de los visitantes, Alfredo Duquesne, escultor, visitó la granja de Baggie Kpanabum y aprendió a trepar los árboles de palma, cortar los granos y luego procesarlo hasta convertirlo en aceite de palma.

El Sr. Kpanabum estaba muy sorprendido y dijo que incluso algunas personas del pueblo no saben cómo hacer este trabajo, por lo que no tenía idea de que alguien del exterior pudiera venir y aprender.

Los cubanos también enseñaron a los jóvenes de la localidad a practicar su deporte nacional: el béisbol. Pero la derrota del equipo local en el campo de béisbol pronto fue vengada cuando jugaron con los sierraleoneses al football, el propio deporte nacional del país.

Con equipo compuesto por dos de los visitantes cubanos, miembros del equipo de rodaje del documental sobre la visita (el fotógrafo cubano y productor de campo Sergio Leyva Seiglie, el cineasta cubano Javier Labrador Deulofeu y Barmmy Boy Mansaray de Sierra Leona), así como algunos locales que se sumaron para ayudar. El equipo ‘visitante’  fue golpeado 1-0 por los experimentados locales, aunque cabe admitir que sus generosos anfitriones jugaron suavemente.

Mientras duró la visita hubo gran cantidad de canto, baile y percusión. Las pocas canciones que eran conocidas por ambos grupos se disfrutaron en muchas ocasiones, con discusiones detalladas de las diferentes maneras en que las palabras son pronunciadas ahora.

Compartieron, además, canciones que no sobrevivieron en Cuba y se interpretaron algunas que el grupo cubano había compuesto recientemente.

Joe Allie, un anciano de Mokpangumba, que miraba asombrado cuando escuchó por primera ocasión una grabación de los cubanos cantando una canción que había sido alguna vez la preferida de su abuelo, bailó por primera vez en veinte años. Y siguió bailando, incluso intentó,  con facilidad, algunos bailes cubanos más recientes, incluyendo el cha-cha-cha y la rumba.

El cariño del pueblo hacia los visitantes fue sorprendente. Cada día la gente se presentaba con regalos, y la tolerancia para con estas personas con las que ya no comparten ningún idioma o cultura más allá de las viejas canciones y bailes hicieron del viaje una experiencia inolvidable.

La salida del pueblo fue desgarradora, con hermanos, como Alfredo Duquesne y Baggie Kpanabum intercambiando ropas y fotografías, decididos a mantenerse en contacto.

El reto, ahora, para todos los implicados es construir lazos partiendo de este comienzo. Construir nuevamente una comunidad de otra que fue destruida hace mucho tiempo por la esclavitud transatlántica es un proyecto sin precedentes, pero digno.

Tal vez, sólo tal vez, a través de la formación de estas nuevas relaciones vengan días mejores tanto para los habitantes de Mokpangumba, que necesitan urgentemente muchos servicios,  como para los cubanos que, desde hace tiempo, se sentían sin raíces y aislados.

Se trata de una gran empresa, y la mejor manera de hacerlo debe ser decidida solo con la discusión y la reflexión de ambos lados. Pero sin dudas es mejor juntos que separados, incluso después de casi dos siglos de separación. “Tenemos que ayudarnos unos a otros”, dijo Duquesne, “eso es lo que hacen las familias.”
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Ver:They Are We’ (Son Nosotros) Un documental sobre todo el proyecto, se dará a conocer más adelante en 2013.

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3 thoughts on “Cubanos visitan el hogar de sus ancestros en Africa

  • // ¡Me ha encantado! //

    Esto me ha encantado. En comunidades como esa hay qye ayudarlos a aprender *a producir*.

  • Preciosa esa historia. Encontratar los ancestros por las canciones que fueron pasadas de generacion a generacion. Emocionante.

  • Me parece un reportaje estupendo

Comentarios cerrados.