Cuba vista en Caso Cerrado

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HAVANA TIMES — No sé si estoy equivocado, pero puedo asegurar que en Cuba, el Reality show más visto y disfrutado por la población es el que conduce la abogada: Ana María Polo.

A muchos les llega la señal, gracias a las conocidas antenas ilegales, y a otros como a mí, nos llega en los paquetes semanales donde traen todos los casos de la semana.

Me he convertido en un ferviente admirador de la anfitriona del programa, porque considero que es una mujer de gran carácter y que a pesar de haber salido de niña de Cuba, creo que apenas tenía dos años, parece haberse ido ayer mismo, porque mantiene la jocosidad característica de nosotros los cubanos, la forma de hablar, esa manera  de solidarizarse con personas, a las que en ningún momento diminuye por ser como sean.

Es una mujer que abiertamente se declara en contra del racismo, de la homofobia, y que en diversos programas, nos hace darnos cuenta de que nuestra realidad, supera con creces a la ficción.

He visto casos súper increíbles, es cierto que al final de cada programa aparece un letrero que nos aclara que algunas situaciones son dramatizadas.

Aún así, he llegado a sospechar que otros casos son construidos para hacernos reír, y otros para distorsionar un poco la realidad cubana.

Me referiré en específico a uno de los casos del mes de Agosto del presente año, en el que un argentino demandaba a su mujer por un divorcio realizado con fraude.

Resulta que la pareja había decidido venir a  vacacionar a nuestra isla, él estaba ansioso por conocer a la Cuba verdadera, en sus intereses estaba el adentrarse entre la gente de pueblo, profundizar en la historia de nuestro país, decía ser admirador de Fidel Castro y del Ché Guevara.

Aunque luego, dice estar en contra de todo, y se caga públicamente en el nombre de los líderes, eso creyó risa y aplausos en el público que de seguro odian nuestro sistema político, como la propia Ana María Polo que ha dicho públicamente que no pisa tierra cubana hasta que no se acabe la dictadura.

La supuesta esposa había accedido al viaje, solo para complacerlo, porque Cuba no le importaba en lo más mínimo, decía que había mucho calor y que cuando fue a malecón, los llamados jineteros, no la dejaban en paz.

Mostrando una foto de su marido en la Habana junto a dos niñas, hizo un comentario racista, llamándolas: “negritas” la Polo, rápidamente le dijo que eran niñas y que el color de la piel no importaba, simplemente eran niñas.

Lo más increíble de este caso, y que me pareció una falacia de las peores, fue cuando el argentino cuenta que su esposa lo dejó varado en Cuba sin un centavo, y se llevó la visa de él consigo.

Cuando el argentino decidió ir al aeropuerto nacional para marcharse a su país, fue cuando supo que su esposa le había cancelado el viaje de regreso. A partir de ese momento el argentino tuvo que agenciárselas para vivir en Cuba donde para ganar dinero tuvo que manejar un bici taxi y hasta vender pollos que según él, traía de Pinar del Río.

Cinco meses estuvo en Nuestro país pasando por todas las vicisitudes que pasa un cubano común y corriente.

Un caso lleno de falsedades, eso sí, todo el que lo ve, lo disfruta y se ríe de lo lindo, pero de creérselo nada, y el que se lo crea bien tonto es, porque aquí se sabe que un extranjero en Cuba, posiblemente tenga mas derechos de los que tengo yo, que soy un auténtico Cubano.

Otra de las mentirillas es la del bici taxi, para manejar uno, se debe portar una licencia y pasar un curso, sin esos papeles sería completamente imposible trabajar en las calles de La Habana tan pobladas de policías, y que están al tanto de todo.

¿Cómo es posible que el argentino no haya ido a las autoridades pertinentes para que resolvieran de algún modo su situación? o dirigirse a su embajada en Cuba. O ir directamente a  la aduana del aeropuerto a plantear el problema.

Estoy convencido de que algo así, nunca pudo ocurrir en la vida real, y en este caso hay mucha oscuridad.

Es cierto, me hizo reír a carcajadas, pero fuera de eso, considero que no pasó de ser un libreto escrito para dos actores mediocres que necesitaban unos cuantos pesos para sobrevivir en la actual crisis, que como veo, hasta nos hace inventar situaciones inverosímiles.