Cristo Salvador Galería: La crisis es una inversión inteligente

Y no parece que vaya a concluir pronto

Entertete-Kunst
Entertete kunst por Rafael Zarza

Dmitri Prieto

HAVANA TIMES — “Muchos artistas pagan sueldos de miseria a sus empleados refugiándose en el hecho de que aún esos sueldos serán mayores que los estatales, igual que hacen nuestros nuevos empresarios sobre jornadas laborales de mucho más de ocho horas”, declara el colectivo de Cristo Salvador Galería.

La Galería es un espacio cultural alternativo de La Habana. Pongo “alternativo” (no sé si a sus gestores les gustará el término, pero es solo mi personal aproximación a esa realidad que la Galería es) porque ahí se hacen cosas que no prosperan en otros sitios.

Fue hogar propicio para la presentación del documental OFF_LINE [link] y las recientes acciones de Primavera Libertaria [link]. En mi caso, tuve también la oportunidad de participar en otros dos eventos (igualmente novedosos para Cuba) organizados por Cristo Salvador Galería: “Sociabilidades de papel”, que trataba de varios proyectos editoriales autónomos emergidos en la Cuba de los ´90; e “Internacional Situacionista: Problemas preliminares a la creación de una situación”.

Entrevisté a quienes hacen Cristo Salvador Galería bajo una condición (o dos) que de su parte me impusieron con fuerza: no querían que las respuestas tuviesen los nombres de cada cual; tampoco debían sus fotos aparecer. La condición (o las dos) fue satisfecha por mí.

Institucionalización-forzosa
Institucionalizacioon forzosa por Ernesto Leal

Para quienes siguen diversas paranoias ambientadas acá en la Isla Grande: en el texto de las respuestas están los nombres, en tercera persona.

Y una gata que cordialmente coopera con la galería logró escapar la prohibición de no poner fotos de galeristas. Sin embargo, como enfáticamente afirmó uno/a de ellos/as, esa gata no tiene nombre.

¿Qué es Cristo Salvador Galería, quiénes trabajan en ella, y por qué su nombre?

Cristo Salvador Galería es un ¿proyecto? (sonría ahora) que aprovecha una denominación (la de galería) por razones puramente circunstanciales.

En ese sentido, y dado el tiempo que ha acumulado nuestra praxis, se hace muy difícil enunciarlo −más allá de plantearlo como una “bio-política…”.

En cuanto al nombre, lo único que podemos decir es que ése es su nombre.

Esto de lo que estamos hablando llega a efectos de realidad aparentemente en función de la labor de Álvaro Álvaro, Jazmín Valdés y Otari Oliva.

Pero solo aparentemente, más cercano a la verdad sería decir que es una circunstancia propicia para la concurrencia de diferentes sujetos que, usando como pretexto una nomenclatura, abordan en diferentes momentos de tiempo un espacio determinado.

¿Cómo valoran el panorama actual del arte en Cuba? ¿Hay crisis?

Esta pregunta es sobre el corporativismo artístico y las alianzas de todo tipo, que se forman hoy entre el poder de las fundaciones, los artistas y la burocracia, y debe hacerse a otras instancias.

Recomendamos fuertemente a las fundaciones, que tanto protagonismo van alcanzando en determinar qué es el arte cubano contemporáneo; de él les dirán –probablemente- que ese arte tiene un “adentro” y un “afuera”. También puede preguntarles a los políticos de diferentes bandos.

En ese sentido, existe un alto interés por dejar que un arte de clichés ocupe el escenario, y distraiga la mirada con temas totalmente anacrónicos, mientras la burocracia, que trata desesperadamente de actualizarse por todos los medios posibles, está atrapada en el cumplimiento de funciones que no aplican al proceso de transición.

Con-sabor-amargo
Con sabor amargo, por Eduardo Zarza

Porque es ese precisamente uno de los encargos que se le ha encomendado al arte: desconocer realidades para ganar tiempo en consolidar el nuevo sistema, suprimiendo, como primer objetivo, todo gesto auto-reflexivo.

Repetimos: el arte hoy no es más que una distracción de la mirada.

Además, puede usted indagar sobre el papel de las fortunas artísticas (que existen) en la cultura nacional.

Muchos artistas pagan sueldos de miseria a sus empleados, refugiándose en el hecho de que aún esos sueldos serán mayores que los estatales –tal como lo hacen nuestros nuevos empresarios sobre horarios que llegan a exceder por mucho la jornada laboral de ocho horas−. Ahí puede haber una contradicción, siempre que observe cómo las praxis “autentifican” a las narrativas.

También puede atender al silencio que ha rodeado a la desarticulación del proyecto de la enseñanza artística nacional, a los ómnibus de tur-coleccionistas, a la naturaleza francamente expropiativa que ha adquirido lo que se viene conociendo como “coleccionismo” nacional, y, por último, a la entrada en remisión de aquello que colmó la primera década del siglo: la alternatividad cultural.

Se conoce muy bien cuán ingenuamente se comportó ésta con relación al Arte, los Medios y la Política: estos terminaron cobrando la pieza.

La crisis, por cierto, desde hace más de dos décadas es permanente, es una inversión inteligente y no parece que vaya a concluir pronto. De ahí lo grotesco-caricatural, preponderante en toda socialización cultural.

¿Cuáles son los actuales propósitos de Cristo Salvador Galería?

La “galería” (vuelva a sonreír) ha hecho anteriormente declaraciones programáticas, una de ellas puede consultarse en su sitio web –www.cristosalvadorgaleria.com–. Pero uno no debe fiarse de ello…

¿Algunas experiencias interesantes, desde que empezaron, hechos recientes y planes futuros?

Hasta el momento una sola: el paso de los días –desde junio del 2011−. No hay un plan futuro, hay un plan para el presente −el Terror−.

¿Cuál es el lugar de Cristo Salvador Galería en la promoción del pensamiento cuestionador, la reflexión cultural y el debate cubano actual?

Calle 19, No. 1104 (altos) entre 14 y 16, Vedado.

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2 thoughts on “Cristo Salvador Galería: La crisis es una inversión inteligente

  • Hola Jazmin y Otari

    Reguerda hablamos en la Casa de la Cultura en Plaza cuando fue mi exposicion de ‘actitud urbana’.
    Por fin no he podido pasar a ver a ustedes y la galeria, lluvia!!!y como nosotros tuvimos que regresar a suiza, el tiempo estaba corriendo…..
    Pero mira la encontre…muy interessante y un espacio genial.
    Entonces si podemos mantener contacto si todavia le interesa que voy a presentar mis obras el ano que viene en el verano en su galeria….sera otro tema, de aguerdo?
    Todavia no se cual pero estoy en eso.
    Muchos saludos desde suiza kiri (kat08)

  • En ocasiones anteriores me he tomado el trabajo de, antes de escribir un comentario de desacuerdo con lo que se ha publicado sobre la labor que comparto en CS, remitirle una nota a la redacción del medio informativo. Hoy por hoy creo que tal cosa no tiene ningún sentido, evidente como resulta -y como resulta en esta “arreglada” publicación de una serie de respuestas que dimos a preguntas que, en ocasiones, ni siquiera aparecen aquí. Por tanto, todo el cuidado que pusimos en elaborar un texto de respuesta con una coherencia interna que era crucial respetar, ha sido groseramente irrespetado por los editores y otros responsables de este medio.

    A continuación están nuestras respuestas, en el orden que fueron dadas -las preguntas trataremos de proveerlas más adelante-:

    1-Cristo Salvador Galería es un ¿proyecto? (sonría ahora) que aprovecha una denominación (la de galería) por razones puramente circunstanciales. En ese sentido, y dado el tiempo que ha acumulado nuestra praxis, se hace muy difícil enunciarlo −más allá de plantearlo como una bio-política-bio−. Más abajo ofrecemos otros detalles.

    En cuanto al nombre, lo único que podemos decir es que ése es su nombre.

    2-Esto de lo que estamos hablando llega a efectos de realidad aparentemente en función de la labor de Álvaro Álvaro, Jazmín Valdés y Otari Oliva. Pero solo aparentemente, más cercano a la verdad sería decir que es una circunstancia propicia para la concurrencia de diferentes sujetos que, usando como pretexto una nomenclatura, abordan en diferentes momentos de tiempo un espacio determinado. Puede deducirse que la lista de ocupaciones sería en extremo larga.

    3-La “galería” (vuelva a sonreír) ha hecho anteriormente declaraciones programáticas, una de ellas puede consultarse en su sitio web –www.cristosalvadorgaleria.com–. Pero uno no debe fiarse de ello, ni siquiera aquellos que parecen estar a unos pasos del (…).

    4-Hasta el momento una sola: el paso de los días –desde junio del 2011−. No hay un plan futuro, hay un plan para el presente −el Terror−.

    5-Esa es una pregunta que debe hacerse a otras instancias. Recomendamos fuertemente a las fundaciones Farber, Rubin y CIFO, que tanto protagonismo van alcanzando en determinar qué es el arte cubano contemporáneo −ellos les dirán, probablemente, que existe un adentro y un afuera−. También puede preguntarle a los políticos de diferentes bandos.

    No obstante queremos alertar sobre el uso del término vanguardia en su pregunta: no lo vuelva a hacer. En cualquier caso pregúntese sobre el corporativismo artístico y las alianzas de todo tipo que al respecto se forman hoy entre el poder de las fundaciones, los artistas y la burocracia. En ese sentido existe un alto interés por dejar que un arte de clichés ocupe el escenario y distraiga la mirada con temas totalmente anacrónicos, mientras la burocracia, que trata desesperadamente de actualizarse por todos los medios posibles, está atrapada en el cumplimiento de funciones que no aplican al proceso de transición. Porque es ese precisamente uno de los encargos que se le ha encomendado al arte: desconocer realidades para ganar tiempo en consolidar el nuevo sistema, suprimiendo, como primer objetivo, todo gesto autorreflexivo. Repetimos: el arte hoy no es más que una distracción de la mirada.

    La crisis, por cierto, desde hace más de dos décadas es permanente, es una inversión inteligente y no parece que vaya a concluir pronto. De ahí lo grotesco caricatural preponderante en toda socialización cultural.

    6-En rigor tampoco poseemos la autoridad para pronunciarnos al respecto. Pero puede usted indagar sobre el papel de las fortunas artísticas (que existen) en la cultura nacional. Muchos artistas pagan sueldos de miseria a sus empleados refugiándose en el hecho de que aún esos sueldos serán mayores que los estatales –tal como lo hacen nuestros nuevos empresarios sobre horarios que llegan a exceder por mucho la jornada laboral de ocho horas−. Ahí puede haber una contradicción, siempre que observe usted la “autentificación” que las praxis otorgan a las narrativas.

    También puede atender al silencio que ha rodeado a la desarticulación del proyecto de la enseñanza artística nacional; los ecos del trasiego en los pabellones de La Cabaña y El Gran Teatro de la Habana, los ómnibus de tur-coleccionistas y cierta lavandería en la última Bienal; la naturaleza francamente expropiativa que ha adquirido lo que se viene conociendo como el “coleccionismo” nacional; los textos de convocatorias −para tentativas de hegemonía− de algún que otro ridículo emporio; y, por último, la entrada en remisión de aquello que colmó la primera década del siglo: la alternatividad cultural (se conoce muy bien cuán ingenuamente se comportó esta con relación al Arte, los Medios y la Política: estos terminaron cobrando la pieza).

    7- Calle 19, No. 1104 (altos) e. 14 y 16, Vedado.

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