Artista cubana nonagenaria

Por Irina Pino

Thelvia Marín con una de sus pinturas-murales.
Thelvia Marín con una de sus pinturas-murales.

HAVANA TIMES — Thelvia Marín Mederos, es una pintora, escultora y escritora cubana. Tiene más de noventa años y sigue activa. Nos habla de su vida como artista.

HT: ¿Cómo fue su niñez? ¿Dónde Nació?

TM: Nací en Sancti Spíritus. Soy hija única,  de padre poeta y músico; madre de origen canario que tocaba el piano, pintaba y leía mucho. Tuve hasta los seis años, un “manejador”, un  “mago” como le dicen en Canarias a los campesinos. Aprendí literatura y música como jugando. Una forma de vivir donde la estética ocupaba el primer plano.

HT: ¿Es artista de academia? ¿En qué año se graduó?

TM: Terminé teoría, solfeo y piano en 1940, y me gradué en la Escuela Nacional de Artes  Plásticas San Alejandro, en las dos carreras que allí se impartían: Escultura, en 1947, y Pintura en 1949.

HT: ¿Qué materiales usa en sus obras plásticas?

TM: En la escultura, los tradicionales barro, piedra, madera, bronce, mármol, hierro, acero, vidrio, hasta elementos encontrados en los que la tela, papel, plástico y chatarra en general toman nuevas formas.

HT: ¿Movimientos artísticos que la influenciaron?

TM: Evoluciono y me nutro de cuantas fuentes la cultura universal me aporta. Sigo el pensamiento de Martí y aplico su frase dialéctica: “hacer en cada momento lo que cada momento requiere”.  El existencialismo y el surrealismo como filosofía y línea estética, me  influyeron, pues esa era la etapa de mi formación como estudiante y como ser humano.

HT: Tiene varias carreras. ¿Cómo le ha servido esto?

TM: Soy periodista, psicóloga y profesional publicitaria, además los referidos títulos académicos de arte;  y tengo asignaturas de Filosofía y Letras y de Farmacia. Todas me valen constantemente para mi trabajo como escritora y como artista plástica. Donde mejor se aprecia la confluencia de esos estudios es en mi Novela Testimonio Viaje al Sexto sol, donde contextualizo las culturas de los pueblos precolombinos del Mesoamérica y del Caribe, con historia de la cultura occidental relacionada con los pueblos de “nuestra América”; filosofía, religiones, mecánica cuántica y biología molecular, en un libro de viajes del Siglo XXI.

HT: Mencione algunos monumentos significativos en la isla y fuera del país. ¿Trabaja por encargo?

Thelvia Marín y uno de sus obras.  Foto: www.universocanario.com
Thelvia Marín y uno de sus obras. Foto: www.universocanario.com

TM: En Cuba soy autora de tres monumentos nacionales: a Serafín Sánchez en Sancti Spíritus; a Camilo Cienfuegos en Yaguajay; y la Colina Lenin, en Regla. En Ecuador, el Indio Hatuey. Tengo catorce figuras de Martí en la sede diplomática de Cuba, y en otros tantos países. El monumento a doña Leonor Pérez, madre de Martí, en Tenerife. Soy autora del  monumento al Trabajo, al Desarme y la Paz, el más grande de los cinco países del Mesoamérica y uno de los más grandes, del mundo. No me molesta trabajar por encargo, puesto que simultáneamente realizo otro tipo de obras para hoteles y colecciones.

HT: Hábleme de su proyecto sobre la cultura indoamericana.

TM: He trabajado en literatura, esculturas de pequeño y gran formato, pintura e investigación, sobre el mundo precolombino de Cuba y de América, incluso escribí una canción con el tema indocubano. Mi hijo la llevó al formato sinfónico. Se estrenó en Cuba, por la Orquesta Sinfónica Nacional, con Eric Grossman al violín, y en USA por la Orquesta Sinfónica de New York. Debemos rescatar el valor de esa cultura, depredada cruelmente durante la conquista.

HT: ¿Obra narrativa?

TM: Condenados, del Presidio a la Vida, originó la colección Sociología y Política de la Editorial Siglo XXI. Tengo publicados libros de investigación y narrativa en Costa Rica, Universidades de Mesoamérica y Estados Unidos. En Cuba,  UNION ha publicado un libro de cuentos parapsicológicos. En la Editorial de Ciencias Sociales, Viaje al Sexto Sol y El Ritual de la Cohoba.

HT: Los artistas emigrados en algún momento fueron de alguna manera excluidos, ahora ha cambiado el criterio: trabajan fuera de la isla. ¿Qué piensa de esto?

TM: Creo que hay brillantes  artistas emigrados, como el escultor Carlos González; el pintor Tomás Sánchez; el pintor y fotógrafo Rogelio López Marín; con obras en el Museo Metropolitano de New York. Otros en las letras, que también prestigian a nuestro país.

HT: ¿Cuba?

TM: Analizándola comparativamente con otros pueblos, parecería ser producto de un fenómeno experimental, donde los procesos se prueban como en una probeta y se generan a partir de la diversidad y contradicciones de las fuerzas que integran nuestras raíces; con el entorno geopolítico económico y social que nos rodea. Esa diferencia que nos caracteriza y nos hace autosuficientes; se evidencia en nuestra forma de actuar, de pensar, de ser y de lo que creemos ser.

HT: De qué manera ha logrado mantener esa fuerza para impulsar proyectos de arte a lo largo de tantos años.

TM: Aprendí a afrontar los retos de la vida ante el barro, la piedra, el mármol…, la respuesta a la agresión de de otras personas, con una hoja de papel donde escribir un poema, un libro;  enfrentármeles diciendo: “tú no te gobiernas, te gobierno yo”. Esa filosofía me da los mejores resultados, ante la enfermedad, la debilidad del cuerpo o la voluntad.

HT: ¿Hay un vínculo misterioso del artista con la naturaleza?

TM: Aprendí con los Mayas que somos parte de la naturaleza, no sus depredadores como hemos aprendido de la cultura occidental. Es un vínculo de nuestro ADN y nuestra relación con la Madre Tierra, no solo como artistas sino como seres humanos.

HT: ¿Cómo se define?

TM: “Definirse”, es darse fin, es como estancarse y no seguir adelante. La vida, la obra y la trayectoria de nuestra vida es quien nos define. Cuando los demás pueden predecir tus reacciones frente a cualquier estímulo, pierdes la libertad. Si tuviera que definirme diría que soy un ser impredecible, amante de la libertad.

Me despido con un hasta pronto de esta mujer sin edad, creadora de un universo de historia y de magia.

3 thoughts on “Artista cubana nonagenaria

  • Simplemente delicioso!!

  • La saludo desde Australia.
    Su nombre y apellidos coinciden con los que tengo de Telvia, a quien visite en la Embajada de Cuba en Berliner Strasse, Berlin DDR. Mantuvimos una corta pero interesante conversacion que sigo recordando con agradecimiento. Conservo la tarjeta que me dio entonces:
    Telvia Marin Mederos
    Botschaftsrat fuer Kultur und Presse
    bei der Botschaft der Republik Kuba
    in the DDR,110 Berlin,
    Berliner Strasse 120/121

    He estado dos veces en Cuba. La primera vez invitada apor la Asociacion de Mujeres. En aquella ocasion tuve ocasion de estar en La Habana unos dias y visitar la zona de Pinar del Rio, guiada por el ICAP. En Pinar del Rio estuve en la finca agricola del ICAP, en donde plante un arbol -que ya estara muy crecido- y departi con el Lic. Francisco Pando Perez Director en Km 51/2 Carretera Central, Pinar del Rio, Cuba. En mi segundo viaje estuve en Trinidad, en donde tuve mucha relacion con la poblacion afrocubana. Me queda un viaje a Santiago de Cuba, que quisiera hacer este mismo anio.
    Telvia, podriamos volver a vernos, aunque solo sea 5 minutos?
    Con un carinoso recuerdo.
    Pilar Herrera

  • Thelvia: Mujer maravillosa, debes estar dando vueltas por ahí. Una cosa curiosa: antes de conocer tu muerte,vi un papel que me diste con tu correo y teléfono, varias veces lo tome en la mano, queria escribirte, llamarte…, cuando al fin te llame, me enteré de la noticia: habias muerto, aunque no te moriste, solo mudaste de forma. Gracias por tu talento y simpatía, no te olvido.

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