Arte contemporáneo dominicano en Cuba

Por Amaury Ricardo

HAVANA TIMES – Veinte piezas con igual número de firmas de artistas de la vanguardia dominicana pueden ser disfrutadas en el espacio expositivo de la planta baja del Centro Hispanoamericano de Cultura de La Habana hasta el 15 de marzo.

La mujer dominicana de diferentes épocas es el centro de esa muestra colectiva que se presenta como Modernidad y Contemporaneidad en el Arte Dominicano: Presencia de la Mujer en la Colección de la Dirección General de Aduanas.

La exhibición  realiza un recorrido por las diferentes corrientes estilística de las artes plásticas del país caribeño, entre la primera mitad del siglo XX y los primeros años del XXI. 

Si se analizan estas 20 piezas se puede apreciar la variedad de formatos utilizado por cada artista, los cuales fluctúan entre lo mediano y lo gran, con soportes como la madera, el lienzo y otros, acompañados con diversas técnicas que logran expresarse desde los dos polos opuestos de la plástica: lo figurativo y lo abstracto.

En la expo se puede apreciar un universo erótico, desde el desnudo de Julio Susana, el cual logra colocar en primer plano hermosos trozos femeninos desnudos de tres ninfas que tienen como telón de fondo un bello paisaje campestre con altas luces y fuertes contrastes de colores. Sin embargo, las dos figuras femeninas de Fernando Ureñan son el único foco de atención, colocadas sobre fondo negro para remarcar no solo los torneados cuerpos, sino también para jugar visualmente con una fragmentación de colores buscando algo de transparencia en los trazos.

Alberto Ulloa, con trazos que recuerda a los cubistas, recrea el retrato de una mujer campesina sobre un fondo de dos colores sobrios, lo cual sobresalta la variedad de colores tropicales con la que recrea el rostro femenino y sus adornos del cabello; por otro lado, José Ramírez, siguiendo los pasos de lo geométrico, representa una mujer sentada, abanicándose con un toque sutil, y delimita cada espacio de su composición con colores tropicales y ocres.

La pintora Celesta Woss se destaca por un clásico retrato de una longeva dama, en el cual resaltan los detalles del rostro y el pelo con una sutil iluminación que contrasta con los colores oscuros de fondo, y el traje contrario a ella, su coterránea Rosa Tavares, desde lo abstracto dibuja un cuerpo femenino mutilado que se funde entre la naturaleza y una copa, y para ello echa mano con tomos ocres.

Las mujeres negras de Danilo de los Santos son suaves a la vista con una remarcada fantasía en sus vestuarios y la sombrilla girasol que comparten su personajes; por otro lado,  Jorge Severino  juega con tonalidades claras del fondo y el vestido de la  novia para de esa manera resaltar el negro casi ébano de la piel de su única figura humana:  Gilbert Hernández y Virgilio Méndez, por su lado,  matizan los rostros de sus féminas  desde los  colores calientes que contrarrestan las tonalidades carmelitas de la piel, acompañadas con atuendos de colores suaves. 

En fin, todo una variedad de imágenes, colores, formas y superficies que permiten un acercamiento a la vanguardia artística del país dominicano y realizar un puente de contacto entre estos y los artistas de la vanguardia cubana como Wifredo Lam, René Portocarrero, Carlos Enrique, Amelia Peláez, entre otros.