Un año más con escasez de libretas de racionamiento en Cuba

Cartel en una bodega cubana advirtiendo de que no se repartirán nuevas libretas. (Facebook / Jonatan López)

El Ministerio de Comercio Interior informa de que el problema ocurre en casi todas las provincias de la Isla

By Natalia López Moya y J. D. Rodríguez (14ymedio)

HAVANA TIMES – “Se le informa a todos los consumidores que en enero se despachará con la misma libreta del año 2022. ¡Cuídala!”. Mensajes como este, escritos precariamente sobre un pedazo de cartón y mal colgados en las puertas, han aparecido la última semana en numerosas bodegas de Cuba.

Son el único indicio de algo que vuelve a repetirse: no se han impreso las libretas del mercado racionado, que normalmente se reparten en diciembre para comenzar a usarse en enero.

El Ministerio de Comercio Interior lo ha confirmado este mismo jueves a través de su cuenta de Facebook. En un comunicado, en el que asegura que “está garantizada la distribución de la canasta familiar normada correspondiente al mes de enero según los percápita vigentes” (sic), cuela que “existen afectaciones con la disponibilidad oportuna de las libretas de control de los abastecimientos para el 2023, por lo que en seis provincias y parcialmente en tres, no ha concluido su confección”.

Por ello, continúa el texto, “los productos correspondientes a la cuota de enero se anotarán transitoriamente en la libreta del 2022, para lo cual se emitió un procedimiento”.

Según constató este diario en varios establecimientos, el fenómeno está ocurriendo, en La Habana, en los municipios de Cerro, Centro Habana y Plaza de la Revolución. “Hay problemas para tener las del próximo año y se van a tener que seguir usando las actuales”, explicaban vía telefónica. “Seguro más allá de enero o febrero, todavía no hay fecha”.

El único barrio que parece librarse es Luyanó, donde, pese a la escasez y los problemas generalizados para comprar en las tiendas estatales, sí han llegado las cartillas.

Fuera de la capital, también se reporta escasez en Sancti Spíritus. Allí, en las bodegas se están apuntando los pedidos de enero en las viejas libretas.

Que falten estos objetos, cotidianos en la Isla desde la instauración del mercado racionado, en 1962, no es una situación nueva. El año pasado, ocurrió lo mismo.

En una publicación del Ministerio del Comercio Interior se aclaró entonces que existían “atrasos en la importación de la materia prima para la impresión”, lo cual retrasó la “confección y distribución” del documento, imprescindible para comprar la canasta básica subsidiada. Es decir: no había papel.

Hasta restablecerse la emisión de las nuevas libretas, se leía en el breve comunicado, en las provincias occidentales y centrales se usaría la de 2021. Y para evitar confusiones, se procedería a “tachar los productos adquiridos” antes de realizar las anotaciones de los productos en los renglones disponibles “en las hojas de enero y febrero” de 2022. Este diciembre, los cubanos experimentan un déjà vu.

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