Mecanismo de defensa del gobierno cubano

Por Benjamín Noria

HAVANA TIMES – Ayer estuve leyendo un artículo reciente del periódico cubano Granma, en el que se habla de escándalos de altos funcionarios del gobierno de Estados Unidos. Por ejemplo, aparece el escándalo de Watergate en el año 1972, en el que estuvo implicado el presidente Richard Nixon; también un soborno de la empresa Credit Mobilier al presidente Ulysses Grant; el caso Irán- Contras, en 1986, en el que varios funcionarios del gobierno de Estados Unidos organizaron un venta de drogas para financiar la Contra nicaragüense y que el senador Bob Menéndez aceptó sobornos de miles de dólares, colaboró con la mafia estadounidense y fue sorprendido con prostitutas en República Dominicana.

Pero… bueno… una cosa interesante de la que podemos hablar con seguridad es que esto del párrafo anterior se sabe porque en Estados Unidos hay libertad de prensa, libertad de expresión y democracia. Ningún sistema es ni será perfecto, porque nuestra naturaleza humana trae de nacimiento un desajuste natural entre libertad natural y la Moral social. Sin embargo, estos sistemas intentan lograr sacarle una victoria a la naturaleza. Países como Noruega, Suiza, Luxemburgo, Holanda, Islandia se consideran Estados de Bienestar.

Hmmmmm. Ahora bien, tenemos de otra parte el caso de Cuba. Lo que ellos escribieron en la página del periódico no es más que un mecanismo psicológico de proyección, que es un mecanismo de defensa que consiste en atribuir nuestros propios pensamientos, sentimientos, deseos e impulsos, inaceptables e incómodos a otra persona. Vemos en los demás lo que no queremos ver en nosotros mismos.

Entonces, ¿de qué hablamos? ¿El gobierno cubano tendrá alguna moral para hablar de la corrupción de los altos funcionarios de otros países? Lo que sucede es que en Cuba no existe la libertad de prensa ni la libertad de expresión, y por este motivo se conoce muy poco de los comportamientos de los altos funcionarios del gobierno y el Estado. Además, existe un férreo control de la Seguridad del Estado y del Departamento Ideológico del Partido Comunista de Cuba de toda la información que se divulga en los periódicos y lo que se dice en la televisión.

Por el mismo hecho de que en Cuba no hay libertad de expresión ni de prensa sólo se saben algunas cosas de los altos funcionarios del gobierno cubano porque se publican furtivamente en Facebook o debido a que algunas personas que han llegado a Estados Unidos han tenido la osadía de dejarse entrevistar en programas de televisión de Miami.

Se sabe a través del libro que se titula: La vida oculta de Fidel, escrito por el teniente coronel Juan Reinaldo Sánchez, antiguo escolta del líder, sobre la corrupción, tráfico de influencias, peculado, malversación, abuso de poder, abuso de autoridad en que incurrió el comandante en jefe. Hasta que no se caiga el comunismo en Cuba hay hechos que no se podrán confirmar y saber con certeza. Tenemos que dejar por infortunio que el gobierno cubano se siga proyectando, pero aquí nada es para siempre. El mundo siempre está en constante movimiento y decadencia. Ya veremos…

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