Luyanó, límite a condición
Fotos y Texto por El Estornudo
HAVANA TIMES – Estos son rostros de Luyanó (municipio Diez de Octubre), una antigua barriada de La Habana cuya historia data de los repartos de tierras ejidales a mediados del siglo XIX.
“Los límites de ese conjunto de repartos, a los cuales se le llamó Concha por muy poco tiempo, fueron al norte y este un camino vecinal llamado Camino del Alcoy que después se le denominó Calzada de Concha, al sur la Calzada de Luyanó y al oeste la Calzada de Jesús del Monte. El nombre de Luyanó procede del río que originalmente se le conoció con el nombre, posiblemente de origen indígena, Uyanó”, leemos en un artículo de divulgación histórica aparecido en Cubaencuentro.
Luyanó ganó su nombre definitivo, presumiblemente, debido a un error de transcripción. Es el desliz que se postula a la eternidad.
El barrio sigue siendo hoy un espacio límite, un puesto en los márgenes, aunque La Habana, inevitablemente, se haya derramado mucho más allá durante el último siglo y medio.
Pero el fotógrafo solo puede disparar sobre el presente, y luego apenas aportar algunos datos esquivos: “Luyanó es uno de esos barrios detenidos en colas inmensas, bulla, y locos con actitudes casi cuerdas entre tanto surrealismo”.
No parecería haber entonces un arte mejor que el retrato para dar cuenta de esa inmovilidad. Quien camina por las calles de Luyanó está de cualquier manera detenido. O se desliza insensiblemente en el error.
Sospechamos que alguna errata decisiva ha venido a transcribirse muchas veces, en cada uno de estas miradas, estos cuerpos.
“Un lugar por donde pasaba un río y ahora habita, cada día, un vendaval… lento y mortal”, dice todavía el autor de estas fotografías, publicadas a condición de que no se le nombre.