Las consecuencias de la escasez de preservativos en Cuba
El mercado informal se lucra de la venta de estos productos, donde una píldora para el día después puede costar entre 700 y 900 pesos
HAVANA TIMES – La escasez de preservativos en las farmacias y centros de salud pasan una dura factura a las familias cubanas con un repunte de las infecciones de transmisión sexual (ITS), así como de embarazos no deseados y abortos, señaló la doctora Deglis Luciano, jefa del Programa de ITS en la provincia de Guantánamo.
La funcionaria detalló al diario provincial Venceremos que, entre enero y octubre de 2022, se experimentó también un alza de los casos de síndrome de flujo vaginal, una enfermedad que genera en las pacientes ardor, fetidez, irritación y molestia al orinar. También hubo un aumento en los contagios de sífilis y del virus de inmunodeficiencia humana (VIH).
Los reportes de Salud señalan que en 2022 se registró la mayor cifra de abortos de los últimos dos años, aunque no se precisa la cantidad de interrupciones atendidas en los centros de asistencia. La doctora también reconoció que no se contabilizan los extraoficiales, realizados por el sistema sanitario, pero de los que no se lleva registro, en los que aumenta el riesgo de esterilidad y puede provocar la muerte de la mujer.
La nota de Venceremos, titulada Entre precauciones y decepciones, reconoce que «en los últimos meses» hay una deficiencia marcada en la disponibilidad de métodos anticonceptivos en la Isla, como condones, pastillas e inyecciones, los más populares y asequibles para la planificación de una mujer. Esto «reduce o deja sin posibilidades de tener relaciones de manera responsable a las personas sexualmente activas», agregó.
El mismo diario cita a una joven cubana, Melissa, que relata que su preocupación más urgente es conseguir las pastillas de planificación, antes que «andar con el calendario en la mano» para llevar el control de la ovulación. «Que se hable de afrontar las ITS con preservativos, y que no haya para comprarlos a un precio módico, me da gracia, aunque no es chistoso. Cuánto tiempo más tendrá que pasar para que se resuelva el problema», cuestionó la mujer.
«Que se hable de afrontar las ITS con preservativos, y que no haya para comprarlos a un precio módico, me da gracia, aunque no es chistoso», dice la joven
La escasez de condones no es un tema reciente en Cuba, pero se agravó con la pandemia del covid-19. Una publicación de este diario en 2020 constató que l as farmacias no tenían en sus inventarios el producto, considerado como uno de los más eficientes por ser una barrera para los contagios de enfermedades y embarazos no deseados. Los únicos lugares donde se podían encontrar, y con una oferta limitada, era en las tiendas en pesos convertibles (CUC), pero a un precio prohibitivo para los cubanos.
En la nota, el diario oficial de Guantánamo reconoce que la candonga virtual toma protagonismo ante la falta de un mercado formal y ordenado que controle la venta. Numerosos grupos en redes sociales ofrecen productos anticonceptivos, algunos a través del popular sitio de clasificados Revolico, que se «convierten en la casi única opción» para las familias cubanas.
Una reciente encuesta con estudiantes de enseñanza preuniversitaria reveló que los jóvenes cubanos consideran que es muy difícil adquirir métodos anticonceptivos, sobre todo por los elevados precios en las tiendas en divisas o el mercado informal.
En las redes del mercado negro, un condón puede llegar a valer 50 pesos y las pastillas anticonceptivas se fijan al costo que «quiera el vendedor», señalaron los consultados en el estudio, para quienes no queda más remedio que «ajustarse con ellos».
La escasez de condones ha llevado a que las autoridades sanitarias de Santiago de Cuba comenzaran a distribuir en septiembre pasado el medicamento profilaxis (PrEP), capaz de evitar el contagio del virus causante del sida. El médico Manuel Felipe Moreno Soto señaló al diario Sierra Maestra que son pocas las personas que acuden a este tratamiento, aunque los planes son abrir más consultas en cuatro municipios de La Habana y también en la capital santiaguera debido a la alta incidencia de VIH.
En las redes sociales son frecuentes las recaudaciones de dinero para traer equipaje cargado de medicamentos al país
«La PrEP es un método preventivo adicional para personas que no tienen el VIH, pero que presentan mayor riesgo de infectarse debido a características biológicas y a las condiciones en que desarrollan su vida sexual, marcadas por el estigma y la discriminación», dijo el médico, que insistió en que se ha demostrado que el fármaco corta la transmisión o disminuye la incidencia del virus.
Este fármaco se introdujo en Cuba en 2019 con el auspicio de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y otras agencias de Naciones Unidas, y las primeras pruebas se llevaron a cabo en los municipios de Matanzas y Cárdenas.
Entre los productos que traen en sus maletas los cubanos emigrados que visitan la Isla, cada vez hay más presencia de métodos anticonceptivos. En las redes sociales son frecuentes las recaudaciones de dinero para traer equipaje cargado de medicamentos al país y, entre ellos, los necesarios condones han ganado protagonismo en la medida en que se ausentan de las farmacias nacionales.
La píldora del día después y los dispositivos intrauterinos también llegan muchas veces al país con viajeros que los importan para sus familiares o para la reventa en el mercado negro. Una sola de estas pastillas para detener el embarazo cuesta entre 700 y 900 pesos cubanos en el comercio informal.