¿Hacia dónde va el azúcar del país que la produce?
Por Kamil Kenders
HAVANA TIMES – Mi madre es una excelente elaboradora de dulces caseros. Nadie se marchaba de mi casa sin antes probar alguna natilla, un pedazo de panetela (torta), un platico de arroz con leche o un flan, que es otra de sus especialidades dentro de la repostería.
Mi padre, su catador de antaño, es un dulcero por naturaleza y yo, aunque no soy de consumir muchos, tengo que reconocer que, de haber participado mi mamá en algún concurso de repostería, se habría llevado el primer lugar; pero esa no es el azúcar del dulce, nunca mejor dicho. Y es que, desde hace ya mucho tiempo, “el azúcar” es uno de los productos que más escasea en esta Cuba moderna.
Y suena hasta irónico, porque quien conozca un poco la historia de nuestro país, sabe que desde la colonia esta ha sido siempre una isla de cañaverales, tierra productora y exportadora de azúcar. Y, cuando hablamos de exportación, se sobreentiende que nuestra azúcar, la del pueblo, está garantizada. Al menos antes era así.
Para el año1959, existían en Cuba 161 centrales azucareros. Casi la tercera parte de ellos se encontraba en las provincias centrales, y los demás, en Oriente y Camagüey: sitio de los mejores productores. Los ubicados en el occidente estaban en desventaja, sin embargo, como pueden ver, había una excelente producción. Claro, la mayoría del capital era controlado por los norteamericanos, pero con el triunfo de la Revolución todo cambió y, pasaron a ser propiedad del gobierno en su totalidad.
A pesar de los disímiles cambios, la producción azucarera se mantuvo durante muchos años. Algunas etapas fueron mejores que otras, pero les puedo asegurar que a día de hoy y desde hace ya algún tiempo, hacer un dulce cuesta bastante, porque el azúcar que se nos entrega por la libreta de abastecimiento cada vez es menos. Y por supuesto, si usted necesita azúcar la puede encontrar en las MYPIMES a altísimos precios. Azúcar, que por otro lado es importada, lo cual responde a la ineptitud de un país para producir esta preciado y valioso producto derivado de la caña.
Actualmente solo 20 centrales se encuentran activos y estos tienen que cubrir la demanda para la población, para el turismo y, obviamente para exportar. No es que sea una pésima noticia, pero en realidad las cuentas no dan. Y en cuanto a los dulces de mi mamá, pues ya mi familia se ha ido acostumbrando y miramos la parte positiva: comer azúcar en demasía, tampoco es bueno para la salud.