La vida te da sorpresas
He visto tantas cosas en mi vida de discapacitada, algunas no tan buenas. Pero un nuevo ingreso en la larga lista de asociados removió mi sensibilidad, mi lado maternal y, sobre todo, mi condición de mujer.
He visto tantas cosas en mi vida de discapacitada, algunas no tan buenas. Pero un nuevo ingreso en la larga lista de asociados removió mi sensibilidad, mi lado maternal y, sobre todo, mi condición de mujer.
El Segundo Festival Nacional para Bádminton se celebró a finales del año pasado con la intención de mantener y aumentar la participación de los discapacitados en el deporte. Con respecto al anterior hubo más calidad en los competidores y más asistencia de personas de otras provincias.
Hace unos meses, por varias fracturas en el tobillo izquierdo y el metatarso, unido a mi patología de base que es una paraparesia espástica, tuve la necesidad de ingresar en un hospital de rehabilitación.
No voy a hablar de las condiciones mínimas que debe tener una casa destinada a personas discapacitadas, no pido tanto. Mi reclamo es por las pocas opciones que tenemos para aspirar a un techo.
Crecí creyéndome el cuento de que no se podía confiar en los EE.UU. porque allí no había nada que sirviera, todo lo que venía del norte era mentira. Lo difícl ahora es cambiar la manera de pensar de un momento a otro.
Todos los seres humanos, sin distinción de clase, nos esmeramos cuando recibimos una visita en nuestro hogar o país; tratamos de que el invitado se sienta lo mejor posible. El mes pasado tuvimos el privilegio de que la alta representación de la Iglesia Católica mundial nos visitara.
Hace poco realicé una demanda de pensión alimenticia contra el padre de mi hijo. No quería, lo pensé mucho antes de decidirme, pero al final lo hice. Al poco tiempo llegó dicha sentencia y me quedé asombrada…
Juro que cuando comencé a entrenar lo hice principalmente para mantenerme en forma, física y mentalmente. El deporte, además de disciplinarnos, es una fuente de sorpresas. Una se asombra con lo que puede llegar a hacer, con los retos que la rutina te impone.
La inauguración fue sencilla pero muy bonita; la clasificación, estresante, pues de ella dependía que jugaras o no. Los encargados de evaluar nuestro desempeño eran jueces de España, Canadá, Suiza, China, entre otros países.
Tengo poco acceso al correo, por eso me es difícil mantenerlos al tanto de los cambios que hacen mi vida más rica. Hace poco comencé a jugar el Bádminton competitivo.