Esteban Diaz

Todo Parecía Premeditado

Esteban Diaz

Theres no truce.  Photo: Caridad[/caption]

El viernes 20 de noviembre pasaba por G y 23, y para sorpresa mía, me encontré con varias actividades —venta de libros, música y baile tradicionales, espacio para que canten trovadores y música a todo volumen, separada una de otras por mas menos 40 metros— cerrando la semana por la conmemoración del día del estudiante, 17 de noviembre, y en espera del IX Congreso de la UJC.

Se divisaban carteles inmensos con las consignas: “Estudio, trabajo y fusil,” “Patria es humanidad” y “Todo por la revolución,” allí donde muchas veces uno no logra conciliar que en Cuba existen organismos políticos serios que se vinculen con jóvenes estudiantes y trabajadores luchando de manera orgánica al frente de sus intereses.

Retorno a la indigencia

Esteban Diaz

Tiempos dificiles.  Foto: Caridad

Por las calles de La Habana, hace mas menos 1 año, han comenzado brotar una suma considerable de personas que me recuerdan mi país; al comienzo creí podía tratarse, de cubanos que por hacerse los listos intentarían aprovecharse del turismo en Cuba para conseguir algunas monedas de manera mas fácil.

Sin embargo, para sorpresa mía, hoy puedo confirmar el presentimiento que por ese entonces me negué a creer.

Estas personas actualmente se encuentran en lugares fijos de la ciudad, no solo le piden limosna a los extranjeros sino que vagabundean entre los cubanos para que los ayuden.

Podrá parecer exagerado, pero ya es frecuente ver a gente urgueando en la basura; hasta he visto comer directamente de allí.

La obediencia a ciegas solo producirá desinterés

Esteban Díaz

Estudiantes cubanos.  Foto: Caridad

Semanas atrás conocí a un joven llamado Alejandro que dio nuevos bríos a mi esperanza de que la juventud cubana despierte del letargo en que se encuentra; un joven de 21 años que a pesar de toda dificultad no esta dispuesto a resignarse al pesimismo.

Me comentaba que muchos amigos de él han caída en la indiferencia social dado el autoritarismo burocrático reinante que no deja desplegar en toda sus manifestaciones la originalidad revolucionaria de la juventud.

Así desde su grupo artístico trata de ofrecer otra opción que revitalice la revolución que se encuentra muy desmoralizada; ya ha dado un paso importante para la juventud y espero que se le sumen muchos más en su desarrollo.

Quiero traer a colación que en la prensa cubana en general se ha tocado en varios oportunidades la conducta de la juventud en Cuba, pero siempre se ha hecho hincapié en su rebeldía, vagancia, despreocupación por mantener el orden social, etc.; lo que nunca se ha mencionado cuales son los condicionamientos que han llevado a que la revolución produzca jóvenes de estas características.

Análisis de viaje

Esteban Diaz

Manzanillo, Cuba.  Foto: Caridad

Hace aproximadamente dos años atrás realice un viaje a México, más exactamente a Playa del Carmen. Como objetivo del viaje me trace trabajar un mes en Playa del Carmen para reunir algo de dinero e ir a Chiapas, y de allí, si el tiempo y el efectivo me lo permitían, cruzar a Guatemala.

Mas allá de las dificultades que tuve para desarrollar esta aventura, como tener que trabajar trece horas por jornada, comer una vez al día y caminar bastante para conocer nuevos lugares ahorrando estrictamente con el fin de concretar los planes, lo que realmente me impacto fue el contraste gigantesco existente entre la ciudad y el campo.

La comunicación y sectas de sobrevivencia

Esteban Diaz

Benny Moré.  Photo: Caridad

Llevo más menos tres años sin viajar a Argentina; factor dinero y ciertas prioridades personales que no me lo han permitido. Este largo trecho ha hecho que mi madre quiera, como es lógico, que retorne al pais.

En sus intentos de comunicación conmigo, pocas son las líneas o charlas que se logran concretar, primero por la extensa suma de dinero que se daría por tel. y otra, porque tanto el Internet como el intranet (correo cubano) tienen posibilidades muy limitadas en Cuba. Ni hablar de cartas que se demorarían semanas o hasta meses en llegar.

Si bien la comunicación debería ser lo primordial en una familia, esto se acaba sin muchas oportunidades. El “exilio” académico a producido este distanciamiento entre muchas familias de Latinoamérica y el mundo. ¿Cómo es posible que después de llevar trabajando 30 años corridos —doce horas al día o más— no se logre pagarle los estudios a los hijos y mantener condiciones dignas de vida?