Invaden las calles licras floreadas y blusas abiertas hasta la mitad de la espalda; pasa de a poco la furia por los pullovers de rayas. Los cubanos parecen delirar por la ropa y la moda. La Habana se nos revela como una ciudad comparsa.
A inicios de marzo pasado la provincia espirituana fue noticia por encontrarse en el área del parque restos humanos, los cimientos y el pavimento de un convento edificado en 1716. La labor arqueológica relacionada con este hecho aceleró el proyecto de restauración de esta importante zona del pueblo. (18 fotos)
El Parque Central y la explanada entre el Antiguo Centro Asturiano y el futuro Hotel Manzana son los espacios que separan el Boulevard de San Rafael del de la calle Obispo. San Rafael se adentra en las barriadas del centro de la capital y Obispo avanza hasta llegar a la bahía.
He asistido a la feria como quien cree en los milagros, con los dedos cruzados tras la espalda esperando que algo haya cambiado; reconociendo como una buena señal que los tickets de la entrada no estén hechos con papel periódico. (36 fotos)
El periplo tras el pan con croqueta y el refresco gaseado que remediaban el hambre en mis días de estudiante universitaria terminaba generalmente en la intersección de las calles Infanta y San Lázaro, frente a un cartel que señalaba el camino hacia la inexistente librería Alma Mater.
El tema del azúcar en Cuba pareciera estar condenado a etapas intermitentes de silencio y escándalos. Desde finales del pasado noviembre, con el inicio de la zafra 2013-2014, entramos en un período bullicioso, propagandístico.
Lo impresionante de la ciudad: estampillas de los cigarros “EVA”, con veinteañeras de los 40 desnudas y coleccionables; la medalla de un domingo rojo del 1984 en Holguín, capaz de provocar una abrumadora nostalgia a cambio de 2 CUC y los inmensos anuncios de Coca-Cola, tan de moda en la decoración de los nuevos negocios privados. (38 fotos)
¿Qué es la navidad en Cuba? Un día para la reconciliación entre el Estado y la generación de mis abuelos, ya no entre los familiares (angustiados por el hacinamiento o alejados por la emigración). Un posible gesto de disculpa necesariamente sin palabras.
Cada 22 de diciembre se celebra el día del educador cubano y se evoca el final de la Campaña de Alfabetización de 1961. Esta es una fecha problemática para el bolsillo de muchas familias en la isla. La entrega de regalos a los profesores se ha convertido en un ritual que demarca claramente las brechas entre poderes adquisitivos.
Alguien grita en el pasillo: “Aquí todos somos proletarios, a mí el Estado no puede venir a decirme que no cambie la ventana.” Hago un apunte mental: ¿Vecinos con conciencia de clase? Imposible.