Autor: Alfredo Prieto

Homilía para una plaza

La visita del Papa Benedicto XVI pone de relieve la articulación de dos actores con intereses comunes, pero a la vez con programas y filosofías divergentes.

Arreglando mi equipo de música

Alfredo Prieto

Fin de año 2009 en La Habana.  Foto: Caridad

El 24 de diciembre decidí arreglar mi equipo de música: el lector de CD no funcionaba, y aparentemente las ligas de la casetera se habían partido.

Salí con el aparato a cuestas a un taller de reparaciones que responde al apelativo de “Vostok,” uno de los satélites que los rusos pusieron en órbita durante la carreta espacial en el contexto de la Guerra Fría, no muy lejos de la tintorería “Valentina,” llamada así en recordación de la primera mujer cosmonauta de la historia, la soviética Valentina Tereskova.

Después de esperar alrededor de media hora a que terminara con un cliente, el técnico me dijo que él no arreglaba equipos Phillips: el especialista en esa marca estaba de vacaciones.

El Mercado que sopla donde quiere

Alfredo Prieto

Concierto Paz sin Fronteras, La Habana, 20 Septiembre, 2009

En Cuba, los orígenes del pirateo de películas y música se remontan a los años noventa, cuando entraron al país, de manera más o memos articulada, equipos VCRs que en su momento sustituyeron a los de formato Beta, aquí localizables desde la década del ochenta.

Moviéndose al calor de las nuevas circunstancias, distintos individuos, usualmente organizados a nivel familiar y con una inversión inicial de capital para la compra de cintas y otros menesteres, comenzaron a ofertar servicios de alquiler de películas en general clasificables en lo que en los Estados Unidos se consideran junk movies, típicas de la llamada cultura de masas, y que en el fondo prolongaban las ofertadas por la propia programación oficial en las llamadas “películas del sábado.”

Las cosas que se olvidaron

Alfredo Prieto

Abajo Batista asesino.  Foto: Bill Hackwell

La violencia fue, en Cuba, un procedimiento político al que hubo que acudir para echar fuera a Batista una vez agotadas las vías legales para lograrlo. Una rebelión armada, protagonizada por el Movimiento 26 de Julio, con su concepción de la modalidad rural (La Sierra), y por el Directorio Revolucionario, con la del Llano, quedó fijada en dos estrategias distintas pero con idénticos fines.

Ese objetivo común, más el logro de la unidad, condujo a un pacto que tuvo lugar en México entre Fidel Castro y José Antonio Echeverría, el líder de la juventud universitaria caído bravíamente después del ataque al Palacio Presidencial el 13 de marzo de 1957.

Los nuevos realizadores de Cuba

Por Alfredo Prieto

De Dioses Rotos, filme del joven Ernesto Daranas

Durante los años noventa, en medio del desmantelamiento del bloque soviético y de su impacto en Cuba, la producción del Instituto de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) dejó de ser la única forma en que los cubanos accedieron a ver su propia imagen en las pantallas.

A partir del ingreso al país de nuevas tecnologías que democratizaron la factura del cine, así como del apoyo logístico-financiero de ONGs, varias entidades extranjeras e instituciones culturales isleñas, comenzó a surgir una manera no tradicional de hacer cine que trabajó sobre todo con la crisis cubana y sus nuevas expresiones identitarias.