Vivienda en Cuba: un problema aún sin solución

Fernando Ravsberg*

Yoanka Penda lleva 10 años en el albergue y tiene que buscar el agua fuera porque en el apartamento que le entregaron como “vivienda adecuada” olvidaron conectarlo a la red hidráulica. Foto: Raquel Pérez

HAVANA TIMES — “Nadie de Vivienda ha venido a saber cómo quedo la obra”, “en 10 años es la primera vez que los periodistas se ocupan de los albergados”, “hace 3 meses que terminaron la obra y todavía no tenemos agua”,  “todo ha sido cuento y mentiras”, “vamos a vivir como sardinas”.

Las albergadas de “La Granjita”, son amas de casa, jubiladas, maestras, estudiantes, trabajadoras de la salud o traductoras de idiomas. Viven con sus familias en un antiguo hotel de parejas y se quejan de la escasa atención que reciben de la Dirección de la Vivienda.

El gobierno reconoció que el déficit nacional de viviendas es de 600 mil e informó que construirá apartamentos para los albergados, solo en La Habana harían falta 28 mil para todos los que han perdido sus casas y viven en locales provisionales, seguros pero mínimos.

En “La Granjita” ya empezaron las obras pero los beneficiarios se quejan de que los trabajos quedan mal hechos, se roban los materiales, construyen habitaciones sin ventilación, apartamentos sin conexión de agua y se filtran los techos cuando llueve.

“Una vivienda adecuada”

“A mí se me quemó la casa y nos quedamos en la calle, sobrevivimos gracias a los vecinos que nos dejaban cocinar y bañarnos”, nos cuenta Yoanka Penda y agrega “fue muy duro porque yo tenía 13 años y era madre de un niño pequeño”.

A pesar de las inversiones del gobierno para convertir el albergue La Granjita en viviendas se construyeron apartamentos sin agua corriente, con filtraciones en los techos y habitaciones sin ventilación. Foto: Raquel Pérez

La vida fue difícil para ella, después del incendio levantó un rancho de tablas y “el huracán Michel me lo destruyó”. Cuando su hijo se hizo un adolecente se pasó todo el preuniversitario sin salir de la beca los fines de semana porque no tenía donde ir.

Le dieron un cuarto de La Granjita hace 10 años y en junio le entregaron un apartamento de 2 dormitorios pero “todavía no tenemos agua, las puertas se están despegando, los techos se filtran, no tengo ventilación y dicen que es una vivienda adecuada”.

Asegura la mujer que “tenemos una brigada trabajando y nadie de la (Dirección de la) Vivienda viene a ver cómo van las obras. Por eso nunca quedan bien, las brigadas dejan los trabajos por la mitad y se desaparecen los materiales”.

La Dirección Vivienda: “cuentos y mentiras”

María del Carmen Linares, es la presidenta del Comité de Defensa de la Revolución (CDR). Nos cuenta que en La Granjita viven unas 90 personas de 14 núcleos familiares. A pesar de su cargo se muestra irritada con las autoridades de la Vivienda.

“Aquí no hay agua, entra un chorrito, no tenemos cisterna ni tanques ni motor. La gente de la Vivienda en cada reunión dice que va a arreglar el problema pero después todo sigue igual, nada se ha hecho, todo ha sido cuento y mentiras”.

Con Vivienda acordamos que se construirían “14 apartamentos de 1, 2 y 3 cuartos pero ahora quieren hacer 17 de 2 cuartos y nosotros creemos que si hay núcleos de 8 personas no se les puede dar solo eso porque vamos a vivir como sardinas”.

“No hay a quien dirigirnos ni tenemos ningún control sobre los materiales de construcción”, dice y agrega que “nadie de Vivienda viene aquí para nada. La administradora estuvo julio y agosto de licencia y ahora en septiembre tiene vacaciones”.

La inversión inmobiliaria es urgente, según el gobierno el 40% de las viviendas estan en regular o mal estado y el 85% de los edificios necesitan reparaciones. Para eliminar el déficit se necesitarían construir 60 mil viviendas al año y solo se llega 16 mil. Foto: Raquel Pérez

Pan y agua con azúcar

Jaqueline Marcos Oviedo, es maestra y lleva ya 3 años en el albergue pero está sin la libreta de alimentos subvencionados porque “cada vez que voy a ver a Juan Alberto Nachi nunca se encuentra y ningún jefe de Vivienda del Cerro sabe su paradero”.

“Todas las semanas dejo de dar clases para buscarlo porque necesito mi libreta para sacar los alimentos. Por eso a veces me toca desayunar un pan solo y agua con azúcar” y agrega que “cocino con una balita de gas que me prestan los vecinos o traigo la comida de la escuela para mis hijos”.

Marieta Santana tiene 23 años y es graduada en la Universidad de inglés y francés, para ella “fue un trauma venir a un albergue dejando mi barrio, mis vecinos y mis amigos”. Se queja porque la falta de transporte le impide salir, “lo único que he aprendido aquí es a estar dentro de mi casa”.

Ella cree que “La Granjita” podría mejorar pero no solo ampliando los apartamentos, “es necesario asfaltar porque esto está lleno de hierbas que solo trae ranas, ratas, mosquitos y cucarachas. Cuando llueve se convierte en un pantano y no hay quien entre”.

“Es un desorden”

Muchas de las obras de remodelación se dejan a mitad, como este hueco para una cisterna que quedó sin terminar y hoy puede ser una trampa mortal para los niños del albergue. Foto: Raquel Pérez

Dulce María Pérez es una jubilada que trabajó 34 años como proyectista, ahora lleva 10 en el albergue, sin esperanzas de recibir un apartamento porque cambiaron el proyecto, ya no está previsto hacerlos de 1 cuarto y ella es una mujer sola.

Nos explica que “esto no avanza porque es construye y luego se destruye lo hecho” por falta de planificación. “Lo primero sería hacer un buen proyecto pero aquí empezaron la construcción sin una idea general para los albañales, para la luz o para el agua”.

“Lo que hacen es un desorden pero no me preocupa porque yo he podido vivir aquí sin fregadero, sin lavadero, sin lavamanos, fregando y botando el agua para la calle. Yo estoy infartada 2 veces desde que llegue aquí y no voy a coger más lucha”.

En “La Granjita” están felices de que al fin la prensa cubana se acuerde de ellos y el gobierno se decida a construirles viviendas. Dulce nos dice que “lo bueno que tiene esto es lo mal que se está poniendo porque hasta que las cosas no revientan no se hace nada”.

(*) Visita el blog de Fernando Ravsberg.

5 thoughts on “Vivienda en Cuba: un problema aún sin solución

  • Alguien me puede aclarar donde queda “La Granjita”?

  • Si en vez de estar regalandole el cemento y los materiales de construccion a los amigotes, para asegurarse complicidades y clientelismos politicos, la tirania cubana los hubiera usado para resolverle los problemas al pueblo, quizas la mayoria de esta gente no estuviera como esta. Eso si, de una cosa estoy seguro: Para construir los campos de golf y las instalaciones que proyectan para los extranjeros, seguro que no falta ningun tipo de material. Mientras tanto, que media Habana se siga cayendo; que sigan cientos de miles de familias albergadas; y que se muera el que se tenga que morir en un derrumbe. “Socialismo o muerte” (Valga la redundancia)

  • Que miserables han sido con el pueblo que ha dado todo por ellos!

    Es cierto que duele mucho ver a Cuba enviando material de construccion a otros paises y saber que hay cubanos que han sido fieles a su revolucion y el pago haya sido de 10anos viviendo en un albergue, insolito estas historias, y las fotos como si fuera Haiti.

    Pero lo mas triste es que estos mismos infelices son los que mas defienden esta inmundicia.

  • Pero no todos tienen problemas de vivienda. Hay varios barrios nuevos en La Habana para los compañeros que estan en el frente de batalla: el MININT y las FAR, casas con garages automaticos y todas las comodidades habidas y por haber, Sin contar las millonarias mansiones que estan tratando de venderle al extranjero en paradisiacos lugares como la Marina de Varadero.
    Solo en manos del pueblo esta el resolver esas injusticias.

  • El albergue se parece a la posada que estaba en Vento y ferrocarril.

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