Un músico sui géneris en las calles de La Habana

Yusimí Rodríguez

Ananda Krishna tocando en La Habana Vieja.

HAVANA TIMES — Cuando lo vi por primera vez en la calle Obispo de La Habana Vieja, supuse que era uno de los tantos músicos cubanos ambulantes que intentan ganarse la vida con su arte. Me parecía ya bastante interesante por tocar melodías del lejano Oriente, algo atípico entre los músicos callejeros que acostumbro a ver en esta ciudad.

Unos días atrás, me detuve a tomarle algunas fotos, disfrutar de su interpretación con dos instrumentos que maneja él solo a la vez (en realidad, son tres instrumentos) y, por qué no, de la sonrisa tierna con que envuelve a quienes lo contemplan y escuchan. Me preguntó si también estudió algún instrumento o era bailarina (desgraciadamente, la respuesta en ambos casos fue “no”).

Al escucharlo hablar, descubrí que este hombre que recorre la parte más antigua de nuestra ciudad con su música, no es cubano, sino suizo. Sus padres lo nombraron Stefan Patrick Röösli, pero hace años adoptó el nombre de Ananda Krishna.

Ananda: Enseñé niños en una escuela primaria durante unos diez años, luego estudié medicina natural cuatro años, pero finalmente abandoné Suiza y me fui a vivir en una comunidad en Portugal, donde tenemos huertos, energía solar y muchas cosas alternativas. Por un tiempo viajé con un maestro de la India.

HT: ¿Practicas una filosofía hindú?

Ananda: No, mi filosofía es simplemente recordar que somos parte de la Tierra, que debemos respetar la naturaleza. La forma en que tratamos el planeta en la vida moderna provoca reacciones fuertes, ya que la Tierra busca recuperar el equilibrio.

HT: ¿Cómo llegaste a este entendimiento,  siempre tuviste esta conciencia?

Ananda: Adquirí esta conciencia después de estar con este gurú, de leer libros, de sentir la conexión, esta simbiosis con la tierra. También al sembrar. Antes era menos consciente.

HT: ¿Cómo llegó este gurú a tu vida?

Ananda: Tuve esta idea de aprender algo y funcionó bien por un tiempo, luego no, porque él no me dejaba tocar esta música que sale de mí, que es mi música natural. Entonces no me gustó porque quería expresar mi música.

Me explica que el Hang, uno de los instrumentos que toca, fue creado en el 2000 y es una modificación del steel-pan, que se toca en el Caribe.

Ananda: En el Caribe se toca por dentro, con palitos. Yo sabía tocar la tabla de la India, y también toco el piano. Mis dedos se adaptaron bien.

Los otros instrumentos que toca son el Didgeridoo, de Australia, y el Shruti-box, de la India. Aprender a tocar el Didgeridoo le tomó aproximadamente un año, pero dominar las variaciones requirió unos seis.

HT: ¿Cuándo empezaste a tocar en la calle?

Ananda: En el 2006, pero el invierno pasado empecé a viajar a diferentes países con mi música e interpretarla en las calles.

HT: ¿Cómo costeas los viajes?

Ananda: Con el dinero que gano en la calle con mi música. El verano pasado gané bastante en Lisboa, en Europa, en general. Entonces viajo, gano dinero, y eso me permite ir a otro país y seguir tocando. Trato de economizar en mis gastos. De esta forma, con los instrumentos, he viajado a unos diez o quince países; antes de tener los instrumentos había visitado alrededor de cuarenta: Nepal, India, China,Tailandia, Indonesia…

También quiero contar un poco a ustedes sobre el mundo, explicarles cómo es afuera, las ilusiones que tienen…

Mientras conversamos, Ananda toma fotos de otros artistas callejeros que se han convertido en sus amigos. Constantemente debe saludar a alguien. Promete pintura de oro para la piel a un muchacho que hace de estatua viviente en la calle Obispo

Yo vengo del mundo moderno, conozco la sensación de tener todo. Te da placer, confort… te da flojera también, yo hablo muchas veces de la disciplina, disciplina espiritual sobre todo. Si no practicas una forma de meditación que te conecte con algo superior, que te permita descubrir que no somos solo el cuerpo, pierdes la dimensión y olvidas qué eres.

No somos solo el cuerpo, somos almas reencarnadas; creo en la reencarnación. El cuerpo nos da la posibilidad de expresar algo. La trampa es que la gente cree que las cosas materiales pueden darles placer, felicidad, pero ese placer y esa felicidad duran poco.

Las personas buscan compensar las carencias espirituales con cosas materiales. Hay muy pocas personas en el mundo que no recorren ese camino de llegar a tenerlo todo:  casa, coche… y luego entienden.

Hay muy pocos que no necesitan ir por ese camino y van directamente a la espiritualidad. Hay personas así en el Tíbet, unos pocos en tribus que viven afuera de la civilización. Pero la mayoría necesita esa experiencia de tener mucho. En ese sentido, la mayoría de la gente aquí quiere tener más, más, más.

Yo vengo del otro lado. Creo que la gente menos materialista va a venir a Cuba, porque hay mucha cultura y eso es más importante que las cosas materiales. Las personas que hacen arte alimentan tu espíritu y tu alma profundamente. No importa que las cosas sean simples.

Otros prefieren ir a donde hay confort. A partir de enero, cuando la ley sea más libre, un montón de gente va a querer salir de aquí. Es normal, yo puedo entender eso. Pero un día comprenderán que las cosas materiales no son todo.

HT: ¿Crees que los cubanos solo deseamos cosas materiales? ¿No crees que, sobre todo, estemos buscando libertad? Tú puedes hacer todas estas cosas porque puedes viajar, moverte libremente. Además, tienes la posibilidad de comparar, los cubanos no podemos hacerlo.

Ananda: Claro, claro.  Pero no quiero involucrarme en la política. ¿Entiendes? Hay leyes en el mundo, leyes de la humanidad. Sería lindo que todos los países del mundo las respeten.

Yo estoy muy feliz de estar aquí. La música, la cultura aquí, son algo fantástico. Hay tanta gente con sentido del corazón. En Europa, la mayoría de la gente corre, no miran nada, solo pasan. Aquí, se detienen a escuchar la música. Me dan respeto, reconocimiento. Es lindo cuando sientes que notan tu trabajo. Además, puedo aprender mucho de los ritmos cubanos.

HT: Hasta finales de febrero, quienes caminen por la calle Obispo tendrán grandes posibilidades de ver y escuchar a Ananda Krishna cantar y tocar sus instrumentos. Pero también podría haber otras sorpresas para los amantes de la música de cámara y de los espectáculos danzarios.

Ananda: Zenaida Romeu me ha dicho que quisiera hacer una grabación con este instrumento y la Camerata Romeu, o parte de la Camerata. También voy a trabajar con la Compañía Retazos. Pero también tengo que estar en la calle, porque la vida, los niños, los impulsos, todo está en la calle.

4 thoughts on “Un músico sui géneris en las calles de La Habana

  • Conoci a Ananda. Mi esposa es suiza tambien y se dedica al arte. Fue bueno para él encontrar una compatriota radicada en Cuba. Nos regalo una pequeña sesion musical en casa. Pero mas aun tuve la oportunidad de conocer a los creadores del Hang, una pareja de musicos suizos. Pude visitar su taller, ver los pasos de fabricacion, presenciar la afinacion del instrumento y luego tocar uno de ellos. El hang es el resultado de años de estudio de los steel drums y sus variaciones. Para mi es el hermano menor de estos tambores, y su exito ha sido rotundo.

  • ..tremendo loco este ananda…volaisimo que alla algo nuevo en la calle para la gente, por otro lado me imagino que aqui mismo se le haya trabado el paraguas con el plan de hacer dinero para pagarse el siguiente viaje, o si no, tendremos la gran sinfonica de anandas recorriendo las calles…

  • Si, el paraguas se le traba, incluso la policia lo hostigo un poco segun me cuenta un amigo, estatua viviente que estuvo trabajando a su lado en la calle. Pero parece que Ananda le saca algo mas que dinero a Cuba, porque este es su segundo viaje a la Habana. No me extraña, hay una brujeria (magia blanca) en este pais que atrae a la gente y no los suelta mas. Y ya ves que hasta la camerata tiene interes en su arte, impresionante! Si yo llego a Grecia y Yanni (bueno, salvando las diferencias con Zenaida) se interesa en mi rumba, seguro que me las arreglo pa volver!!

  • …..Que suerte tiene este Suizo…si llega a ser de Palmarito de Cauto y se pone a tocar tumbadora en medio de la Plaza de los Capitanes Generales…hasta 100 y Aldabo no para….y despues de nuevo para Palmarito de Cauto..

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