Entre dos Cubanos, uno aquí, otro allá (1)

Erasmo Calzadilla

HAVANA TIMES, 21 agosto — Hace unas semanas publicamos una entrevista realizado por Erasmo Calzadilla al lector de HT, Julio de la Yncera.  Ahora damos la oportunidad a Yncera de hacer sus preguntas a Calzadilla.  A continuación publicamos la conversación:

Julio de la Yncera: Erasmo, te he conocido leyendo tus artículos en el Havana Times que reflejan la realidad cubana desde tu punto de vista. ¿Puedes contarnos cómo comenzaste a escribir para esta revista digital?

Erasmo Calzadilla: Conocí al havanatimes a través de un ex amigo que escribía en él y me contó del sitio. Él me alentaba a seguir sus pasos pero yo, que no conocía la revista, temía ser utilizado en la confrontación política y que el escribir me trajera problemas en la universidad. Después de conocer a Circles Robinson en la Habana, y que me hablara del proyecto sentí más confianza y comencé a colaborar.

Julio de la Yncera: Escribir para el Havana Times ¿Te ha causado algún problema?

Erasmo Calzadilla: No estoy seguro. Entre las acusaciones oficiales que me hicieron en el INSTEC y que llevaron a mi expulsión nunca mencionaron el sitio, pero sí lo hicieron cuando “explicaban” a los estudiantes el por qué de mi expulsión. ¿Era esta la causa o solo un pretexto? No lo sé. Salvo esta situación no he tenido ningún problema descontando los conflictos que me genera conmigo mismo, pero esos son bienvenidos.

Julio de la Yncera: He notado más comentarios en la versión en inglés del Havana Times que en Español y sé que hay muchas razones para ello.  También tengo entendido que el gobierno cubano filtra muchos lugares en Internet que hablan sobre Cuba.  Sé que existen medios informales para Uds de transmitir información. ¿Se lee el HavanaTimes en Cuba?

Erasmo Calzadilla: De esa pregunta no puedo contestarte mucho, no conozco su respuesta. Como bien refieres existen grandes dificultades para acceder a Internet desde Cuba para los que no tenemos la plata necesaria. Muchos de los que colaboran nunca han visto el sitio, o solo en contadas ocasiones, pero no está bloqueado como otros.

Julio de la Yncera: Como sabemos muchas personas en Cuba emigran, algunas por razones familiares, políticas, económicas y quizás por la combinación de todas estas y otras no mencionadas. ¿Cuáles serían los cambios imprescindibles que a tu juicio son necesarios en la sociedad cubana para que esta sea atractiva para una mayoría y para que muchos de los cubanos que andan trotando por el mundo regresen?

Erasmo Calzadilla: Supongo, pero es muy probable que me equivoque, que la gente en Cuba quiera libertades políticas (al menos que se acabe el ambiente opresivo que asusta a las personas y las mantiene con la boca sellada) y prosperidad económica. Estas son palabras fáciles de pronunciar pero difíciles de conseguir. ¿Cómo acercarnos a ellas? La gente debe independizarse del Estado, debe sentirse autónoma y practicar la libertad. Esta asignatura ya la hemos avanzado un poquito. Ahora es importante también no desbalanciarnos en sentido contrario y que sepamos encaminar la iniciativa y creatividad individual hacia la solidaridad. No solo porque sea bonita, sino en cuanto la solidaridad demuestre ser la mejor opción, y la manera de preservar la libertad y la prosperidad, que ni el neoliberalismo ni el gobierno del PCC nos van a conceder.

Julio de la Yncera: Por algún tiempo la revolución cubana parecía perseguir la ilusión de igualitarismo. Yo le llamo la ilusión pues nunca llega a realizarse plenamente: siempre se puede remplazar la posesión de dinero por poder dividiendo así la sociedad nuevamente entre aquellos que tienen poder y aquellos que no. Esto crea un nivel de injusticia social que explica por ejemplo la corrupción en el gobierno cubano. Entonces sería lógico preguntarse ¿Cómo resolverlo?

Erasmo Calzadilla: Primero quiero decirte que según mis propias lecturas y averiguaciones las diferencias sociales antes de la “revolución” eran mucho más profundas y graves que ahora. No voy a detenerme en la comparación, solo quería mencionar mi opinión. En cuanto al problema al cuál te refieres, el de las desigualdades sociales, no creo que exista una solución única y final, hay que estar luchando siempre contra ellas, como hay que estar siempre bañándose o comiendo.

Las desilgualdades sociales tienen que ver mucho con el asunto de la propiedad. Considero que ni la colectiva ni la privada garantizan la justicia social. Habría que inventar otro sistema que integrara mejor estos extremos; hay que fijarse en cómo la sociedad civil lo ha venido resolviendo, porque estos mecanismos cibernéticos de autocontrol surgen orgánica y espontáneamente, siempre que otras potencias con su inmenso poder no vengan a desordenarlo todo.

De cualquier forma, por si acaso, los que pensamos que la injusticia social es tan terrible debemos estar alertas y muy conscientes no vaya a ser que la estructura, el destino, la naturaleza o cualquier fuerza involuntaria y ciega nos conduzca “inevitablemente” hacia ese mal; en ese caso habría que hacerle fuerza al destino para desviarlo de su curso, y habría que descuaregingar la estructura, ser antinaturales etc., etc.

Julio de la Yncera: Raúl Castro recientemente mencionó lo siguiente sobre el igualitarismo:
“Socialismo significa justicia social e igualdad, pero igualdad de derechos, de oportunidades, no de ingresos. Igualdad no es igualitarismo. Este, en última instancia, es también una forma de explotación: la del buen trabajador por el que no lo es, o peor aún por el vago.” En realidad si intercambio la palabra “socialismo” por “capitalismo” en las palabras anteriores no hay diferencia alguna que pueda imputarse. Me gustaría saber qué opinas sobre todo esto.

Erasmo Calzadilla: No estoy muy actualizado, no sé cuáles son las mentiras para niños que el capitalismo divulga en la actualidad para pintarse de justo. Ahora, sí creo que para deslindarse en serio del capitalismo Raúl no debió decir igualdad de derechos sino en el acceso al poder. El poder es la raíz de los derechos. De la manera en que está expresado, todavía cabe que un estado policíaco nos regale derechos iguales para todos, y ello nada tiene que ver con el socialismo.

Julio de la Yncera: Hay una reflexion de Fidel Castro donde menciona “Ninguno de los dos mencionados por los cables como más afectados, pronunció una palabra para expresar inconformidad alguna. No era en absoluto ausencia de valor personal. La razón era otra. La miel del poder por el cual no conocieron sacrificio alguno, despertó en ellos ambiciones que los condujeron a un papel indigno.

Julio de la Yncera

Hay dos puntos que me gustaría saber tu opinión. Me parece inapropiada la conexión entre miel del poder y sacrificios. Mi interpretación de sus palabras es que solo aquellos de la generación de Fidel que lucharon en la Sierra Maestra son los que tienen derecho a ese poder.

Por otra parte no se da mucha explicación de por qué fueron despedidos. Ni se les permite a estas dos personas defenderse o dar explicaciones de las acusaciones. Las cartas de renuncia de ambos son casi idénticas. ¿Qué opinas de lo anterior?

Erasmo Calzadilla: Julio, por el tono de tu pregunta creo que opinamos de manera semejante en esto. Las palabras de Fidel caen por su propio peso, no me interesa criticarlas, ya me cansan. Los chanchullos cortesanos poco me importan, la verdad.

Julio de la Yncera: Recientemente un preso político Orlando Zapata Tamayo murió en una huelga de hambre en prisión en Cuba. Otro expreso político Guillermo Fariñas comenzó otra huelga de hambre pidiendo la liberación de todos aquellos presos políticos que estaban en mal estado de salud. También las Damas de Blanco se manifestaban en actos pacíficos pidiendo por la liberación de sus seres queridos.

La política inicial del gobierno cubano fue de confrontación enviando las brigadas organizadas de respuesta rápida contra las Damas de Blanco tratando de hacer parecer que era el mismo pueblo quien golpeaba a estas madres, esposas y hermanas de presos políticos. También el gobierno cubano acusaba a Orlando Zapata Tamayo y a Guillermo Fariñas de ser criminales comunes y no presos y expresos políticos. De igual forma manifiesta que los presos de la Primavera Negra son solo agentes de un gobierno extranjero. Parecía una situación sin final pero después de negociación con la iglesia católica el gobierno de Raúl Castro permitió la liberación de una gran parte de los presos políticos cubanos. ¿Cuál es tu opinión al respecto?

Erasmo Calzadilla: Todo esto es muy confuso. No sé hasta qué punto esos hombres de la “Primavera Negra”  apoyaron realmente a la potencia imperialista y agresiva que es los EEUU en sus intentos de penetrar de alguna manera en Cuba, o solo fueron víctimas de los camajanes que los usaron. De verdad que eso de entrevistarse y fiestar con Cason que los orientaba y les repartía radiecitos estuvo fuerte, pero hay que tener en cuenta que los líderes promotores de aquel acercamiento con la oficina de intereses eran agentes de la Seguridad del Estado cubano que funcionaban como jefes de los “grupúsculos contrarevolucionarios.” Así que todo parecía como cuadrado por ambas partes (la oficina de intereses y la seguridad). Solo hacía falta el relleno de personas para la operación, y al llamado estas aparecieron.

Me da mucho gusto que los hayan liberado, lo propio deseo para los cinco agentes de la seguridad presos en los EEUU. Ahora, que la iglesia fue la mediadora, eso no me trago tan fácilmente. Entre los muchos que se han atrevido a pedir la liberación de los presos políticos cubanos Raúl escogió a la iglesia para “negociar” ¿Por qué lo hizo? Desconozco el motivo oculto de esos juegos políticos, pero no me gustan.

Julio de la Yncera: Cuando viví en Cuba me hubiera gustado tener un gobierno democrático donde todos fueran escuchados y no comandados desde arriba, donde fueran más importantes aquellos que son capaces de resolver problemas para la nación que los que manifiestan su alianza con un grupo en el poder. También poder disfrutar de todos los derechos humanos establecidos en la Declaracion Universal de Derechos Humanos.

Por lo que has escrito tengo la impresión de que los dos coincidimos y estos son también tus mismos deseos. En mi caso y en el tiempo que me tocó vivir, las opciones para cambiar la sociedad en Cuba eran pocas. ¿Crees que ahora es posible el cambio? ¿Qué cosas te gustaría cambiar y qué crees se debe mantener como está?

Erasmo Calzadilla: Sí, creo que ahora hay más oportunidad para el cambio. Los años no han pasado por gusto y el imaginario político del cubano sin dudas ha madurado, no me caben dudas. Las circunstancias menos tensas en nuestro entorno geográfico y el fin biológico del gobierno de los “líderes históricos,” que no demora, crean una situación propicia para el cambio. Pero hay que hacer un esfuerzo descomunal porque este sea para “bien,” para más justicia social, más libertad, más poder al individuo y menos al sistema, cualquiera que este sea.

Como tú, también yo quisiera un gobierno democrático y popular donde las personas puedan decidir de la manera más directa posible el rumbo que tome este país. ¿Cómo conseguir esto tan pero tan dificil? Debe haber un cambio de la conciencia del que ya hablé anteriormente, cambio que no sé cuán distante esté. Otro momento clave sería un llamado a una constituyente que nos quite de arriba la tutela del PCC, como paso primordial.

Ver segunda parte de la entrevista