¿El principio del fin de la doble moneda en Cuba? (I)

Dmitri Prieto

HAVANA TIMES — Hace unos días fui sorprendido en una chopin* de mi barrio por un cartel, situado justo al lado de la caja (así como a la entrada de la tienda, como me percaté después).

Es una verdad de Perogrullo que en Cuba circulan dos monedas.

Quizás el corolario más patético de ese hecho es que la doble moneda más que una desigualdad en acceso a la divisa extranjera (proveniente de remesas, del turismo, del sector mixto, de contratas y viajes al exterior…) oculta una galopante desigualdad en ingresos: es posible adquirir los pesos convertibles con pesos de moneda nacional.

Lo verdaderamente complejo es obtener una CANTIDAD suficiente de dinero (ya sea en pesos convertibles o “nacionales”) para satisfacer las necesidades personales o familiares (básicas o no tanto).

El cartel en cuestión anunciaba que los portadores de tarjetas magnéticas del sistema RED podían usarlas para pagar sus compras en esa chopin con moneda nacional, claro, al tipo de cambio oficial establecido.

El sistema RED opera en tres bancos cubanos (Banco Popular de Ahorro, Banco de Crédito y Comercio y Banco Metropolitano) y emite tarjetas de débito en las cuales a algunos sectores de los trabajadores cubanos se les deposita su salario. El salario en moneda nacional, claro.

Todavía no hay muchos cajeros automáticos en Cuba, y son muy pocos los comercios en moneda nacional con terminales donde se pueden usar esas tarjetas** (en realidad, no recuerdo haber visto ninguno).

Por eso me sorprendió el cartel de la tienda, que además de expandir el uso de las tarjetas amenaza con romper una de las “barreras psicológicas” (aún) más arraigadas del sistema cubano de hoy.

Es un reconocimiento tácito de que existe la posibilidad de comprar en una chopin con el “dinero del salario”. Claro, solamente si se posee una tarjeta RED.
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* En Cuba, le decimos “chopin” –corrupción del anglicismo “shopping”- a los puestos comerciales que operan en pesos cubanos convertibles (CUC), a diferencia de los que cobran la mercancía en “moneda nacional” (pesos cubanos, CUP), los cuales tienen sus correspondientes denominaciones en castellano.

** Eso hace que las tarjetas magnéticas no siempre son vistas como un “adelanto”, porque la inmensa mayoría de los productos y servicios se cobran en efectivo, y en los cajeros automáticos los titulares de las tarjetas suelen formar largas colas para obtenerlo.

Dimitri Prieto-Samsonov

Dmitri Prieto-Samsonov: Me defino por mi origen indistintamente como cubano-ruso o ruso-cubano. Nací en Moscú, en 1972, de madre rusa y padre cubano; viví en la URSS hasta los 13 años, aunque ya conocía Cuba, pues veníamos casi todos los años de vacaciones. Habito en un quinto piso de un edificio multifamiliar, en Santa Cruz del Norte, cerca del mar. Estudié Bioquímica, Derecho (ambas en La Habana) y Antropología (en Londres). He escrito sobre biología molecular, filosofía y anarquismo, aunque me gusta más leer que escribir. Imparto clases en la Universidad Agraria de La Habana. Creo en Dios y en la posibilidad de una sociedad donde seamos libres. Junto con otra gente, en eso estamos: deshaciendo muros y rutinas.

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7 thoughts on “¿El principio del fin de la doble moneda en Cuba? (I)

  • lo próximo va a ser devaluar el CUC. la gente comenta que lo van a poner a 18 CUP.

  • En realidad los Terminales de Puntos de Ventas (TPV) o POS por las siglas equivalentes en inglés (Point Of Sale) existen en muchas de la tiendas y otros establecimientos comerciales en divisas en todo el país. Supe de que se acercaba esta medida por una empelada en Las Tunas, a la que el explicaba el significado de POS, unas semanas antes de que que se pusiera en práctica.
    Igualmente lo valoré como muy positivo, porque justamente lo consideré un reconocimiento de lo que plantea el titular de este artículo “El principio del fin de la doble moneda en Cuba”.
    Me cuesta mucho trabajo comprender porqué se mantiene aún, cuando desde que se tomó la medida de que no circulara el dólar norteamericano en el país, no hay manera de diferenciar el CUC que es fruto de divisa libremente convertible ingresada al país del aquel que fue comprado con pesos de los tradicionales. En el mejor de los casos, lo más probable es que ya obre en las arcas de la banca nacional, pues tuvo que ser cambiado.
    Muchos sufrimos las consecuencias de no poder comprar algún producto de urgencia, porque se vende en la otra moneda, y es necesario previamente hacer una larga cola, muchas veces al sol, con tal de no caer en manos de los que compran y venden ambas monedas nacionales, de manera informal y con total impunidad en los alrededores de comercios y casas de cambio.
    Estoy de acuerdo con el autor de que sería necesario poder hacerlo en efectivo también. Es posible que se aduzca la dificultad con la contabilidad en dos monedas, pero recuerdo hace más de 24 años en un país africano, que en una gran tienda llamada INTERFRANCA se podía pagar en la moneda local o en una extranjera indistintamente y por ello cada artículo tenía visibles ambos precios. A esta altura habría obstáculo objetivo para algo así en Cuba.
    Todo eso de manera transitoria, dando un compás de espera, hasta que quede una de las dos.
    Por supuesto que esto no resolverá el insuficente poder de compra de los ciudadanos cubanos que se va agudizando en la medida en que los productos dejan de ser subsidiados; pero ese quedará como problema para el futuro, ojalá que inmediato.

  • hace unos cuantos años el banco popular se unió al metropolitano

  • Pido disculpas por los varios errores de tipeo que cometí en el escrito. Rectifico que en la frase “A esta altura habría obstáculo objetivo para algo así en Cuba.” quise decir “A esta altura No habría obstáculo objetivo para algo así en Cuba.” Gracias por la oportunidad de compartir mis opiniones, por supuesto de manera constructiva y revolucionaria.

  • Para mi, la causa por la cual se comenzo con la “dolarizacion” de la economia en Cuba estuvo dado por el exceso de circulante en pesos cubanos que emergio desde principio de los 90 (aunque posiblemente este fenomeno ya estaba comenzando a finales de los ’80) y la deficiente o inexistente oferta en bienes y servicios, lo cual condujo, en algun momento, a la hiperinflacion. Eso de cierta manera se controlo a mediados de los ’90, con la apertura de los mercados agropecuarios, el incremento del costo de varios productos (cigarrros, ron, etc) y la apertura de un mercado “artesanal-industrial” entre otras. Sin embargo, persistentes bajos niveles de productividad y la escasa oferta de bienes y servicios a precios continuan siendo el talon de alquiles en la politica monetaria cubana para poder contener el fantasma de la hiperinflacion que ya conocimos dos decadas atras. Si los productos que se ofrecen en CUC se ofrecieran en CUP a esos mismos precios, pueden estar seguro que rapidamente nos moveriamos al mismo escenario que a principios de lo ’90. La solucion logica deberia venir con el aumento de la produccion y la oferta, pero hoy por hoy, en Cuba se producen muy pocos bienes de consumo y solo hay que darse una vuelta por las “shopping” para ver la poca presencia de productos nacionales (aun en CUC). Muchos textiles, calzados son importados, y ni hablar de muebles o electrodomesticos. Para que hubiese una correspondencia mas o menos razonable entre el costo de vida y los salarios,teniendo en cuenta tambien los estandares de paises similares y vecinos, estos tendrian que multiplicarse al menos por un factor de 1000.

  • Rectifico. Los salarios en Cuba deberian multiplicarse por un factor entre 50-100 si se mantuviera la tasa cambiaria actual para que pudieran equipararse al costo de vida. Claramente eso deberia conllevar aparejado los impuestos sobre los ingresos (salario) lo cual ayudaria a mantener el balance del circulante y ayudaria al presupuesto estatal a estar mas balanceado.

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