Acerca del periodismo en Cuba hoy

Vicente Morín Aguado

Foto: Caridad

HAVANA TIMES — Recientemente Havana Times publicó un comentario de mi autoría, relacionado con el frustrado reportaje que pretendió realizar la periodista- ya me dijeron el nombre- Talía González, en torno a los precios en las tiendas recaudadoras de divisas.

Agradezco las opiniones, desde cualquier ángulo, siempre que vengan con argumentos, tal y cómo sucedió con una recientemente leída, donde se pide a la prensa nacional, prensa supeditada a las orientaciones del Partido Comunista de Cuba, atacar a fondo, alcanzando las altas esferas, responsables de dictar políticas de precios e importar los productos comercializados a la población.

Me solidarizo con la justeza de esta aspiración, pero debemos ubicarla en tiempo y lugar. La reportera fue a cumplir su tarea, hurgando en un asunto de sensibilidad directa para los cubanos. Llegó lejos en sus palabras, pues las prohibiciones aludidas incumben a los burócratas estatales del más elevado nivel.

Viví experiencias similares y puedo testimoniar que, cuando el reto amenazó escalones arriba, de súbito aparecieron justificaciones destinadas a parar en seco o diluir la investigación iniciada por los periodistas.

Tal parece que Talía cuanta con una “especial protección”, porque de no ser así, cómo fue autorizada la publicación de su reportaje, cuya continuidad, tras el reclamo formulado por ella, es un asunto irrenunciable.

Alguien bien informado, por ser parte de las llamadas cadenas de Tiendas Recaudadoras de Divisas, TRD, me comentó que, de estar formando parte del grupo empresarial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, FAR, sus establecimientos son técnicamente unidades militares, supeditadas a las regulaciones propias de tal condición.

Estamos ante un absurdo propio de tiempos supuestamente idos o que es imprescindible, acaben por irse.

Resulta que un reportero cubano, miembro del sistema estatal de los medios de difusión, alguien evaluado previamente como confiable por el sistema, necesita un permiso especial para entrar a una tienda con el objetivo de hacer su trabajo.

No puede aducirse el secreto militar como excusa, pues se trata de establecimientos abiertos a la población. Ahora sí, de obtener el permiso, será en términos militares, guerra avisada que no mata soldados.

Mientras la alta burocracia se pronuncia, recuerdo que el reclamo por eliminar el “secretismo” relacionado con nuestra prensa y su derecho a la transparencia, fue debatido en el recién finalizado VI Congreso del Partido.

Comparto el sabio refrán de que, nunca segundas partes fueron buenas. No hay vuelta atrás más allá de la retórica.   Refresco la memoria de los extremistas: “O rectificamos o ya se acabó el tiempo de seguir bordeando el precipicio, nos hundimos y hundiremos, como dijimos con anterioridad, el esfuerzo de generaciones enteras…” -Raúl Castro Ruz, Palacio de las Convenciones, 18 de diciembre de 2011.

Foto: Caridad

Luego de su elección como Jefe de Estado, el ex ministro de las FAR declaró su convicción de ser electo para defender el socialismo en Cuba. Comprendo sus palabras, aunque igualmente agrego que, si se trata de un modelo específico de Socialismo: soviético, chino, vietnamita, cubano o chavista, me abstengo en la votación y entiendo a sus detractores.

En tanto, si la propuesta es defender lo mucho de bueno logrado por la Revolución de Fidel Castro, me planto.

El tema de la prensa se ha convertido en asignatura pendiente para los líderes de los partidos comunistas en el poder, independientemente del país, la época histórica o las idiosincrasias. Gorvachov intentó la Glásnost y sus resultados asustaron a los pocos de ellos, sobrevivientes al desastre.

Volviendo a Talía, les aseguro que partiendo de un simple hecho cotidiano, podemos llegar a exigirle cuentas, finalmente, a un ministro irresponsable o cualquier otro alto dirigente de la nación, derecho plasmado en nuestra constitución, votada en referendo por la inmensa mayoría de los cubanos.

Igualmente, en torno a la vox pópuli acerca de su “protección”, pudiera ser la sal del cuanto, pero lo esencial es que intenta abrir una grieta, sentando un precedente favorable a los demás, protegidos o no. Es tiempo de avanzar tomándole las palabras a quiénes las dicen, avalados por sus altas responsabilidades. Es hora de exorcizar fantasmas.

Tengo la esperanza de que nuestra prensa continúe siendo noticia por ella misma, de lo contrario, un atrincheramiento en el pasado sería un éxito temporal y a la vez un fracaso a largo plazo.

Podemos y debemos pedirle al periodismo nacional mucho más de lo poco que hoy nos da, ahora bien, como decimos en mi país, sin perder la ternura.
—–

Vicente Morín Aguado:  [email protected]

 

3 thoughts on “Acerca del periodismo en Cuba hoy

  • jajaja Hacer periodismo real al duro y sin guante autorizado en Cuba, o pidiendo explicaciones a quien se las haya que pedir es una utopia mas grande que la del Comunismo(y me considero Socialista).. cuando los que hacen periodismo en Cuba se han atrevido a hacerse los periodistas .. jejeje pregunta camina la habana lo que les ha pasado, o sino habla con un periodista del Granma o de cualquier otro y que hablandote francamente te daras cuenta el miedo que tienen de tocar ciertos temas o aristas .. la realidad es asi personas.. Ademas, ya tu lo dijiste, “Tal parece que Talía cuanta con una especial protección”.. , el que no sepa la respuesta a eso es porque no sale a la calle a hablar con las personas de a pie, de seguro te daran la direcc donde encontrar tu respuesta… Hace mucho tiempo atras vivi bajo la ilusion de que en Cuba existia la Libertad de expresion, Libertad de Movimiento, ilusion que sea de paso la defendia a muerte .. pero ya el tiempo de ilusiones pasaron y la realidad es otra, nadie me lo dijo , Yo me di cuenta solo ..

  • De verdad q el cubano no aprende a decir las cosas por su nombre. Digalo con nombre y apellidos, Talia Gonzalez es la mujer de raul Castro por eso puede hacer lo q esta haciendo. Hasta q en cuba no se hable claro, no se resolveran los problemas.

  • Y le dijo después que vió el reportaje: “Tate quieta mijita”. Porque no ha tenido segunda parte, aunque se quedaron mil cosas sin contestar.

Comentarios cerrados.