Conociendo al fotógrafo cubano Pedro Abascal

Por Yanelys Nuñez Leyva

HAVANA TIMES — Considerado uno de los más grandes exponentes de la fotografía cubana de los últimos tiempos, Pedro Abascal, de formación autodidacta, nos envuelve con cada una de sus imágenes en la trama variopinta de La Habana.

Un primer acercamiento a su obra, a partir de la investigación sobre fotografía documental que estoy realizando, me llevó a entrevistarlo en su casa, situada en una de las zonas más agradables de la capital, La Habana del Este.

Las ganancias de esta conversación fueron muchas, puesto que encontré en este artista, a un profesional de nuestra cultura apasionado por el saber fotográfico.

Su trabajo iniciado en la década de 1980 no dista mucho del que realiza actualmente. Aún se deja seducir por los reflejos que inundan las calles y que construyen atmósferas caóticas, inverosímiles. Aún le urge atrapar instantes donde el ser humano se desdobla y sin quererlo, se expresa tal cual es.

Para los interesados en conocer la producción fotográfica mas reciente de Abascal podrán encontrarla en la galería Espacio Abierto de la Revista Revolución y Cultura (sita en 11 y 4 Vedado, La Habana) a partir del 10 de mayo de 2012, como parte de las actividades de la Oncena Bienal de La Habana.

La exposición titulada Habana Color, muestra momentos de la vida cotidiana de la capital, capturados desde un «lente» que explota las posibilidades expresivas y evocativas del color.

Las interrogantes que aquí se formulan buscan adentrarse en las inquietudes artísticas de este reconocido fotógrafo.

HT: ¿Cuáles fueron sus primeras preocupaciones –en cuanto a temáticas, técnicas, etc.- en el ámbito de la fotografía documental?

Pedro Abascal: Me gustaría dejar sentado aquí un criterio esencial, para mí la fotografía no tiene etiquetas es solo buena o mala, creo que las diferenciaciones del tipo como documental, conceptual, artística, etc., etc., amén de ser reduccionistas lastran el buen desarrollo y entendimiento del medio, estos términos no son para nada antitéticos ni excluyentes como desafortunadamente se han usado por críticos, especialistas, curadores e incluso los mismos fotógrafos.

Mis primeras preocupaciones -y siguen siendo las mismas actualmente – estuvieron dirigidas al conocimiento del medio en su totalidad, desde el rigor técnico, pasando por la comprensión del lenguaje y por supuesto su historia. El estudio sistemático y en profundidad de estas cuestiones es lo que me ha permitido desarrollar mi obra y ayudar a otros más jóvenes a hacerlo. Incluso a responder entrevistas.

PA: Definitivamente creo que el ensayo fotográfico publicado en forma de libro, es un medio efectivo y poderoso a la hora de transmitir el mensaje que la obra encierra; el ensayo fotográfico empieza y termina donde el autor quiere e incluye los elementos que este considere apropiados para ilustrar sus ideas y manejar conceptos.

HT: En el año 2003 la Fototeca de Cuba expuso un conjunto de fotografías suyas bajo el título de Documentos personales. ¿Qué inquietudes reflejaron las imágenes expuestas?

PA: Pienso que mi obra toda esta marcada en gran medida, por el cuestionamiento existencial de quiénes somos, por qué estamos y hacia dónde vamos. La fotografía tiene la posibilidad de, aun cuando no puede escapar del referente puede trascenderlo. El gran fotógrafo mexicano Nacho López dijo alguna vez que “…otros medios de expresión acallan la conciencia; la fotografía, la exalta….”

HT: ¿Proyectos como Happy Landscape (2005) y Laberinto (2006), en qué consistieron?

PA: Happy Landscape fue una video instalación que proyectaba sobre la pared de la galería una serie de fotografías en lenta transición que modificaban el paisaje del espacio, Laberinto fue una instalación conformada por fotografías a color de vidrieras de La Habana montadas sobre grandes soportes de plexiglas, distribuidos a manera de laberinto, que reproducían los efectos de reflejos de las imágenes, creando una ilusión en el espectador.

HT: ¿Qué otras exposiciones en la década del 2000 han marcado pauta dentro de su trayectoria artística, por la importancia de las imágenes expuestas o por el trabajo en conjunto con otros creadores  del  medio?

PA: Demasiado Humano, muestra realizada en el 2001 en el Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam y co-curada por la artista, especialista en artes visuales y directora a la sazón del Centro, Hilda María Rodríguez, hoy profesora de la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana.

HT: ¿Cómo percibe el movimiento fotográfico cubano contemporáneo?

PA: Es interesante lo que sucede con el movimiento fotográfico cubano contemporáneo: Existen cada vez más jóvenes fotógrafos, artistas y aficionados en general a la fotografía con talento desarrollando una obra, pero en una gran mayoría adolecen de conocimientos toda vez que no existe una cátedra o escuela especializada en fotografía.

Desde mi punto de vista, en los diferentes planteles educacionales de arte, el estudio de la historia de la fotografía universal y nacional no es muy profundo ni riguroso, en síntesis general pudiera decirse que este movimiento goza de buena salud aun cuando esta haya que reforzarla con una buena formación académica. También pienso que hay una carencia importante de un foro crítico donde se debatan y analicen temas concernientes al medio.

HT: ¿Considera que en la actualidad existe un mayor interés de parte de las instituciones culturales por promover los trabajos de fotografía documental?

PA: De existir dicho interés por parte de las instituciones, no veo acciones importantes destinadas hacia esa promoción en particular. Aunque reconozco que en mi caso mi obra ha sido, sobre todo en los últimos tiempos, reconocida y en cierto modo promocionada, no puedo decir lo mismo en el ámbito de la comercialización que esta mucho más enfocado en la llamada fotografía artística, término este que desconozco totalmente.

HT: ¿Piensa que existan puntos de contacto con respecto a los temas que abordan los fotógrafos documentales en sus trabajos?

PA: Probablemente. Los temas e ideas están todos en ese “mar de Solaris,” que es el imaginario colectivo y la vida nos concierne a todos.

HT: Para finalizar ¿Cómo definiría estos diez últimos años de trabajo creativo?

PA: Intensos y productivos, pero el tiempo dirá la última palabra.