Santiago de Cuba, Ciudad Mural

Fotoreportaje por Janis Hernández

HAVANA TIMES, 26 sep. — El Muralismo es un movimiento artístico, dentro de las tendencias en las artes plásticas.  Desde sus inicios fue pensado como modo de instrucción cultural y ha sido empleado en lugares públicos a los que todo tipo de gente puede acceder.

Santiago de Cuba exhibe en muchas partes, muros y edificios con monumentales pinturas que resultan verdaderamente atractivas.  Hace suerte de dos décadas comenzó por acá esta propensión a trabajar siluetas, formas, figuras y colores sobre una superficie de hormigón (concreto) o sobre la fachada de edificios.

El primer proyecto que ejecutó murales en la ciudad llevaba por nombre Internos y fue el resultado de una colaboración entre artistas de la plástica de la localidad y artistas extranjeros (europeos mayormente).  De por aquella etapa data el fastuoso mural que adorna el edificio del rectorado de la Universidad de Oriente.

Más allá de su válida consideración como un movimiento artístico, el Muralismo también se puede definir como un movimiento social e incluso político.  Bien sea porque los temas que relatan o retratan, ya que ilustran la situación del lugar donde se hace y en ese momento, o porque no es más que manifestación de un sentir determinado de sus creadores en una coyuntura social especifica.

Por ejemplo el proyecto Internos, fue la manifestación de apoyo de un grupo de pintores de otras naciones, que solidarizados con la difícil situación económico-social, que vivía el país por aquellos amargos días del eufemísticamente nombrado período especial.  Hicieron donativos de materiales para llevar a cabo este proyecto y más aún dejaron su huella expresiva en varios sitios de la ciudad.

Afortunadamente esta iniciativa de Internos, no se ha dejado perder y muchos artistas plásticos de Santiago, de otras partes del país y del mundo han seguido llenando a la ciudad de bellos murales que hablan de un sentir, se distinguen por ser reflejo de su tiempo y su fin puede ser didáctico, político, artístico o sencillamente ornamental.

En edificios públicos, en fondos habitacionales, en escuelas o simplemente en un largo muro de cualquier calle, mi Santiago ostenta sus magníficos collages y hace alarde se sumar otro apelativo a los tantos con que se le conoce y también puede ser nombrada: Santiago, ciudad mural.

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