Los Aldeanos (I)
Regina Cano
El conocer una semana antes que Los Aldeanos darían su primer concierto autorizado por las Instituciones me daría la posibilidad de asistir, de ver su actuación, la reacción del público y cómo Instituciones y autoridades enfrentarían el hecho.
Sería el primer concierto de este dúo de Rap en un teatro de la ciudad, realizado por el grupo de Producción “Raspadura” y auspiciado por la Asociación Hermanos Saíz Nacional*.
La verdad es que las opiniones sobre Aldo y el B, Los Aldeanos y su música son polémicas.
Por un lado, jóvenes y adultos que los siguen, escuchan y tararean sus canciones, en sus casas y en cualquier lugar público; por otro lado gentes que trabajan en música, teatro, cine, pintura e intelectuales en general, a veces los rechazan y otras los apoyan y por otro los que piensan que hacen una crítica fácil con lenguaje vulgar y plagado de “malas palabras” o que son subversivos, y radicales, además de los que aún no se enteran de que Aldeanos existen.
Ciertamente el cortometraje que acaba de salir sobre ellos y que la gente se pasa de mano en mano, ha inclinado la balanza a su favor, por la manera directa, sincera y asertiva con que dieron la entrevista.
La gran mayoría de aquellos que les han escuchado en Cuba, sienten que las letras de sus canciones, dicen lo que ellos mismos no se atreven a decir públicamente sobre la sociedad cubana y el sistema político, con esa agresividad contestataria desde lo que la palestra pública permite.
Los Aldeanos son de la primera generación que sufrió, siendo niños, los cambios que en esta sociedad provocó la Crisis de los 90s y la exposición de la peor parte que antes no había sido evidenciada; no como los que nacieron ya con la Crisis encima, con la ausencia de ciertas esperanzas y que no han pensado en cambiar, sino en emigrar en su gran mayoría.
Yo creo que el haberse mantenido haciendo rap como concepción para decir sus creencias y defender sus principios ha sido una fuerte pelea contra la no aceptación Institucional, sostenida por 7 años y con un ambiente desfavorable propiciado por la aparición del Reaggeton, asentando las bases de Resistencia para ellos y otros raperos en el país.
Por años tuve noticias de conciertos clandestinos, los primeros en barrios periféricos de la capital y después por la contigua provincia Habana, hasta que pude asistir a uno en Santa Cruz.
Allí estaban Aldeanos, Papá Humbertico, Soldados de la Calle, Artículo 53 y otros; es decir; el Rap no estaba acabado como constataba la actuación de la Agencia de Rap con sus pocos miembros y su infértil promoción al género en Cuba, sino que habían tenido que hacer una Resistencia, un Cimarronaje* a toda costa, sin dejar de componer y sin dejar de presentarlo al público, pero por la izquierda, sin la ayuda de las Instituciones y a propio riesgo.
La sorprendente premiación de un cortometraje sobre ellos da ahora el momento oportuno para la realización de este concierto. Donde cabe preguntarse, cuánto de juego oculto mueven ahora las Instituciones permitiendo esta visibilidad y en cuánto están dejando que Los Aldeanos sean ahora el nuevo tubo de escape para el ciudadano de a pie que lo está necesitando?
*Asociación Hermanos Saíz: Agrupación para creadores culturales hasta 35 años de edad.
*Cimarronaje: Del cimarrón, negro que huía de la esclavitud, ocultándose en el monte.