Baracoa: La meca del cacao en Cuba (II*)

Por Lázaro González, fotos: Marta Vecino

El arbol de cocoa y sus frutas.

HAVANA TIMES, 18 abril — Ya desde el siglo XIX esta región del extremo oriental de Cuba, Baracoa, era conocida como el Orinal del Cielo, por los elevados acumulados de lluvia aquí registrados cada año: un promedio de más de dos mil 200 milímetros, el más alto de todo el país.

Este eficiente sistema de riego natural y las características topográficas (el 95 por ciento del relieve es montañoso), hacen que “la agricultura aquí no se parezca a ninguna.” según el delegado de este ramo en el territorio, Alexis Toirac.

Eminentemente agrícola, Baracoa es un municipio cuyas producciones de cacao, coco y madera definen el cumplimiento de los planes nacionales de cada uno de estos rubros.  Los dos primeros constituyen símbolos de la región, por su marcada presencia en el tupido entorno vegetal y el tradicional arraigo en la cultura campesina de la zona.  Baracoa produce alrededor del 75 y 70 por ciento del total de cacao y coco cosechado en Cuba, respectivamente.

Vea Baracoa: ¿500 Años de Soldedad? (1)

Pareciera que en esta tierra fértil el cacao y el coco se dieran silvestres.  Da gusto caminar por los patios urbanos y las fincas de los alrededores y saborear los abundantes cacaotales y cocales, exhibiendo orgullosos sus frutos casi todo el año.

Según los lugareños, por el régimen de precipitaciones y las temperaturas, Baracoa tiene un clima ideal para el cacao, antiguamente venerado por los aztecas, quienes utilizaban sus semillas como moneda en el comercio.  Tiene dos campañas de recogida: una grande de marzo a junio, y otra chica de septiembre a febrero.

El año pasado este municipio solo produjo 1 300  toneladas de cacao, cifra distante todavía del récord histórico de producción, que es de casi 1 500 toneladas a inicios de la década pasada, dice el delegado Toirac.

La fruta del cacao.

“Los precios de compra del estado a los productores hoy no se corresponden con la esmerada atención agrícola que exige este cultivo.  Por ese motivo muchos campesinos intercalaron en los cacaotales matas de plátanos, mejor pagados. Esto es desastroso para el cacao, porque esas especies compiten por los nutrientes, la luz y el agua.  Esperamos revertir eso con el próximo aumento de los precios.”

“Hemos sembrado viandas dentro de los cacaotales porque tenemos que sobrevivir y la vida en el campo es dura.  Tengo una familia de ocho personas que mantener y los muchachos no quieren trabajar la tierra.  Además los precios del arroz, el aceite, el azúcar y la sal han subido; y con lo que ingresamos por el cacao la cuenta no da.” dice Osvaldo Hernández, quien, a pesar de los lamentos reconoce que los dividendos de la agricultura le alcanza para vivir en una casa de mampostería confortable y bien amueblada.

Cocos con salideros

Los bajos precios han causado también el descenso de la producción de coco en este terruño, que ha hecho de sus cucuruchos de dulce de coco con frutas un emblema reconocido a nivel nacional.

Prácticas agrotécnicas muy deficientes y eventos meteorológicos adversos han incidido también en el declive de este cultivo, que reportó cosechas anuales en la década del 90 que hoy parecen un sueño: más de 9 000 toneladas.

“Las plantaciones de coco llevan labores de resiembra, fertilización, fumigación, saneamiento, limpieza, desmoche, entre otras.  Todo eso genera una serie de gastos en recursos materiales y fuerza de trabajo que no se amortigua con el precio actual del fruto; lo cual ha traído como resultado una desatención de los cocales, con consecuencias nefastas para los rendimientos y la salud del las plantaciones.” advierte Toirac.

Panorama de Baracoa.

Esteban Quintana, un experimentado y humilde campesino de la zona asegura que él y otros colegas a veces ni entregan el coco al punto de acopio, sino que lo aprovechan en la alimentación animal, “pues no vale la pena trasladar el producto varios kilómetros para recibir en pago una miseria.”

Esteban, como muchos otros productores del resto del país, espera atento a las reformas estructurales que se implementan en el país a ver si mejoran los precios de compra del coco y el cacao y se abren créditos bancarios a los campesinos.

Mejor precios tienen los granos, hortalizas y viandas, renglones en los que los baracoenses sobrecumplen los planes productivos.  Los volúmenes de viandas cosechados acá exceden ampliamente la demanda del municipio.  Similar sucede con las hortalizas producidas en las 26 casas de cultivo tapado que pueden satisfacer directamente la demanda del turismo en Baracoa y, sin embargo, en la actualidad viajan 150 kilómetros hasta la cabecera provincial, Guantánamo, desde donde, luego de la distribución centralizada, buena parte de ellas retornan «frescas como una lechuga trotamundos».

Bosques sin puertas

Microinjertación.

Cualquiera diría que en Baracoa la vegetación hace y deshace a su antojo, invadiendo todo con su infinidad de matices verdes.  Este territorio posee un patrimonio de casi 30 mil hectáreas de bosques: dos tercios naturales, el resto son plantaciones.  La Empresa Forestal local es una de las más grandes del país y la principal en la producción sostenible de madera dura, principalmente, cedro, majagua y najesí.

Luis Manuel Viquillón, el director general, afirma que el año pasado cumplieron todos los planes silvícolas: siembra, mantenimiento y índice de boscosidad, entre otros.  “En contraste, sí tuvimos problemas con la madera aserrada: solo logramos producir el 65 por ciento del plan, porque el estado de la tecnología es desfavorable, son equipos muy viejos que dan serios dolores de cabeza.

Hace siete meses, debido a problemas con los motores, no tenemos tractores para abrir los caminos hacia la madera dura.  Los camiones para transportarla funcionan, pero presentan dificultades con los neumáticos.  Nuestro aserrío más moderno está roto y el rodamiento salvador depende de una importación.”

En 2010 esta empresa exportó 154 toneladas de carbón de madera dura, que se comercializa a unos 200 dólares la tonelada.  “Este rubro no genera más utilidades porque, al no disponer de la tecnología para embalarlo, lo vendemos como materia prima.” apunta Viquillón.

Cacao adentro

Como casi todos los cultivos básicos en nuestra producción agrícola, el cacao también tiene un centro de estudios científicos y su sede no podía radicar en otro lugar que no fuera Baracoa, la meca de este fruto en Cuba.

Medio de transporte de carga en Baracoa.

La Estación de Investigaciones del Cacao posee un banco de germoplasma que conserva al menos diez réplicas de cada uno de los 256 genotipos de cacao que existen en el país.  “Eso es una fortaleza para las investigaciones y ante la pérdida de ejemplares, en caso de daños por fenómenos naturales.” asegura Algimiro Nariño, el director.

Este centro se dedica fundamentalmente a la investigación y creación de híbridos resistentes a plagas y con altos rendimientos.  Varios de los que ya han patentado están en explotación en el campo desde hace años, con buenos resultados productivos.  “Aunque promovemos la siembra de microinjertos o híbridos según las características del clima y los suelos de cada zona, a partir de nuestros estudios de la interacción genotipo – ambiente.” dice Algimiro.

Cucuruchos de dulce de coco.

Yoannis Hernández, jefa de la brigada de micro-injertación, apunta que la microinjertación es viable económicamente, teniendo en cuenta que se obtienen las posturas dos o tres meses más temprano que con otros métodos tradicionales.

A diferencia de la propagación por semillas, este procedimiento tiene la ventaja de que mantiene las características genéticas de los patrones.”

Algimiro resalta el apoyo que reciben de los productores más experimentados en los proyectos de investigaciones y considera que “el cultivo del cacao puede desempeñar un papel más protagónico en la economía nacional, tanto en la sustitución de importaciones como en las exportaciones.

Todo depende de que mejoren los precios de compra al campesino, así como los de venta de implementos agrícolas, que hoy están bastante elevados.”

(*) La segunda de una serie de cuarto reportajes.

2 thoughts on “Baracoa: La meca del cacao en Cuba (II*)

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    Gracias
    [email protected]

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