La #00 Bienal de la Habana recibe involuntario apoyo oficial

Por Verónica Vega

HAVANA TIMES – En la sede del Museo de la Disidencia, calle Damas # 955, en el ruidoso recinto habanero cercano al puerto, tuvo lugar ayer jueves un acto que marca una victoria para la alternatividad artística.

El artista Reynier Leyva Novo donó 3800 CUC (= USD)  a la #00Bienal de La Habana, que tendrá lugar del 5 al 15 de mayo.

La donación es el monto completo de la obra titulada “No me guardes si me muero. La Transacción”, la cual fue comprada recientemente por el Consejo Nacional de Artes Plásticas.

La acción plástica adquirida por la institución consiste en una urna que contiene las cenizas de las obras completas de José Martí, las cuales el artista incineró, dejando intacto el último tomo, que es la guía. De ese modo, el tomo sobreviviente pasa a ser el registro de lo que consumieron las llamas.

En un ambiente cargado de entusiasmo, Yanelis Núñez leyó el acta de donación donde se citaban los datos oficiales de los participantes: “De una parte #00 Bienal de La Habana, sin domicilio legal por ser un evento independiente de carácter efímero, (…), representado en este acto por Luis Manuel Otero Alcántara, etc. Y de otra parte, Reynier Leyva Novo, ciudadano cubano, etc.

La inusual transferencia convierte a la oficialidad en beneficiario involuntario de un evento que no considera bienvenido y ha estado boicoteando.

Con motivo de esta bienal, la AHS (Asociación Hermanos Saíz), presionó a un artista que tenía ya un espacio, para que no participara, lo cual él hizo. Y el Ministerio de Cultura convocó a una reunión con todas las manifestaciones del arte, advirtiendo a los artistas vinculados a la institución, “que no fueran a participar, pues está organizada por disidentes”.

Luis Manuel Otero habló de cómo surgió la idea del evento “en estos momentos de crisis que vivimos los ciudadanos cubanos, cuando se ve que una obra de arte puede alcanzar un precio exorbitante para una persona como mi mamá, por ejemplo, que es una simple manicure”.

Contó que se lanzaron a la aventura llevados más por el empuje y la intuición que por recursos, tocaron “a las puertas de artistas que dijeron que sí, y otros respondieron que no, por miedo, un miedo que también se respeta”. Y dijo que el hecho de que el donante decidiera “dar ese paso poniendo en peligro toda su zona de confort me hace sentir súper emocionado y va más allá del simple hecho del dinero, porque personas que respondieron con apatía a la convocatoria de la 00 Bienal ahora están reconsiderando su posición y también son bienvenidas, porque queremos ser inclusivos”.

Luego Reynier Leyva expresó: “Mi idea inicial era hacer la donación en forma de transferencia bancaria, ya que no tengo la personalidad jurídica para una entrega oficial, pero la idea del acto era mucho más interesante y tenía incluso que ver con el concepto de la obra comprada, que consiste en la incineración del cuerpo intelectual de José Martí. Entonces quise hacerlo en billetes de a uno, que tienen en su reverso una estampa de la muerte del héroe en Dos Ríos, (aunque es una imagen muy cuestionada desde el punto de vista historiográfico), pero haría presente a Martí durante la transacción”.

Desafortunadamente encontró el obstáculo de que le informaran en los bancos que Trasval no estaba llevando billetes de a uno y la entrega se realizó en billetes de 50 CUC.

El artista donante calificó a la #00 Bienal de evento “íntegro y legítimo desde sus comienzos” y criticó que tras la crisis desatada por Irma, el Consejo Nacional de las Artes Plásticas se derogara el derecho de aplazar la Bienal oficial, en lugar de convocar a los artistas para pensar una estrategia colectiva. Señaló que el evento es “una necesidad ahora mismo para Cuba” y “ “es patrimonio de los artistas cubanos”.

Después de la entrega del sobre, con el monto estallaron los aplausos. El curador Abel González expresó: “Es un acto de valentía descomunal, y no sé si él está consciente del espaldarazo que está dando a la Bienal #00 y de la gente que se va a sumar a partir de su obra”.

El periodista Boris González también intervino para comentar cómo se distorsiona la intención de artistas que han defendido la libre expresión en Cuba, como Tania Bruguera, afirmando que son performances concebidos “para vender”, y es un discurso con el cual muchos artistas reconocidos se han sentido cómodos, porque lo pueden reproducir y mantenerse en ese status inaceptable. También mencionó cómo la institución secuestró el Festival de Rap de Alamar, una ciudad llena de bloques sin alternativas para los jóvenes.

El artista visual Hamlet Labastida recordó que la 1ra Bienal de La Habana en 1984 fue un evento precario, manufacturado. Señaló que “el Estado cubano, el Ministerio de Cultura, no pueden ya creerse los dueños de los movimientos culturales en este país”. Pues, “los artistas con pocos recursos, o con ninguno, podemos hacer bienales, festivales”, ya que “el eje de la centralidad institucional tiene que moverse, su eje cambió y ellos tienen que acabar de entenderlo”. Y apuntó que la #00 Bienal “es la prueba tangible de que se puede hacer, con mínimos recursos, no hacen falta Pabellones Cuba, Cabañas, centro Wilfredo Lam, ni Ministerio de Cultura”.

La alternatividad está viviendo un momento especial. Y la #00 Bienal es como un boomerang para la institucionalidad por todos los eventos robados y desarticulados por el Gobierno cubano camuflado en su rígida política cultural que no comprende el arte, que le teme, y subvalora su función social. El arte es de los artistas, y para la comunidad.