Con el artista cubano Luis Manuel Otero Alcántara

Por Yanelys Nuñez Leyva

1HAVANA TIMES — Cuando una lo ve trabajar en sus esculturas de palo y trapo, se queda asombrada de la rapidez con que realiza cada pieza; ya sea una de pocos centímetros u otra de mayores dimensiones.

Machete en mano, como un mambí, desmenuza, corta, divide maderos encontrados en esquinas y basureros, y levanta de los desechos con tiras de ropa vieja, un animal, un ícono pop internacional, o cualquier otro tipo de objeto.

Pero Luis Manuel Otero Alcántara (La Habana, 1987), no solo hace esculturas, sus preocupaciones se materializan en distintas expresiones como el performance, el net art, el dibujo, la intervención urbana y otras más asociadas al gesto arte, donde los límites genéricos se transgreden.

Su formación de deportista le desarrolló una disciplina, un ímpetu y una energía que ahora favorece su empírica trayectoria artística.

HT: ¿Por qué partes de la escultura?

LM: No recuerdo exactamente cuándo fue que comencé a tallar, ni cómo encontré las herramientas o los métodos de creación más idóneos, pero creo que la mayor incidencia en mi práctica de la escultura fue la constante presencia en mi familia de oficios relacionados con las manualidades como la herrería o la carpintería. Además, aunque no despreciaba ni la pintura ni el dibujo, me sentía más identificado con el volumen que con la planimetría.

Performance Con todos y para el bien de unos cuantos. Foto. Tanya Bernard
Performance Con todos y para el bien de unos cuantos. Foto. Tanya Bernard

En esos primeros tiempos, yo estaba encerrado en un mundo imaginario, pues no me dejaban salir mucho a la calle por los peligros que entrañaba —y entraña— vivir en el Cerro, y era ese mundo lo que volcaba en la talla en madera. Un ejercicio que para mí resultaba muy fácil.

En el 2011 realizas una de tus primeras exposiciones personales en la galería Teodoro Ramos del municipio capitalino del Cerro. ¿A qué se debió el título: Los Héroes no pesan?

LM: En esta serie trabajé con la madera quemada, cemento, metales roídos. Y con todo esto pretendía representar a mutilados de guerra. Le faltaban brazos, piernas, pero más que una mutilación física, mi intención era reflejar mutilaciones psicológicas.

Los hereoes no pesan. pägina de Facebook del artista.
Los hereoes no pesan. pägina de Facebook del artista.

Este trabajo realmente nace de las conversaciones con un gran amigo mío, Nicolás Alayo. En sus anécdotas sobre su participación en la guerra de Angola, él mostraba cierto orgullo, pero también uno podía observar las afectaciones que le había provocado como ser humano.

El título Los héroes no pesan se debe a una de las piezas en la que una figura femenina, que representa a una madre de familia, sostiene a un niño y a un personaje maltrecho, que dentro de la composición sería un padre. Los veteranos de guerra siempre regresan con alguna secuela, y muchas veces se convierten en un peso para la familia y también para la sociedad. Y aunque el título de la muestra infiere una afirmación, el cuestionamiento al espectador está implícito.

HT: Existe en tu obra un proceder particular: animales, objetos y demás representaciones construidos de palo y trapo son conocidos por muchas personas. ¿A qué se debe esta estética?

Estatua de la libertad en el malecón habanero.
Estatua de la libertad en el malecón habanero.

LM: Ocurrió igual que con la serie anterior, desde una experimentación estética. El tema de la madera que se desecha luego de terminada la talla de cualquier objeto siempre me preocupó, y la tela como adhesivo entre listones, palos, también me parecía una visualidad muy atractiva. Luego todo fue cobrando vida de acuerdo a mis preocupaciones.

HT: Tu serie Resistencia y reciclaje (2011-2012) se apoya en esta particular ejecución y busca además el espacio público para discursar sobre fenómenos artísticos desarrollados por instituciones culturales.

Por ejemplo, el elefante de 2 metros que construiste en clara ironía a los que circularon por diferentes espacios de la capital durante la 10ma Bienal de La Habana, y que emplazaste sin autorización alguna en el exterior del Capitolio Nacional; haciendo circular paralelamente una invitación vía mail, a un amplio público.

¿Por qué sales a la calle?

LM: En un principio la intervención urbana me interesaba como un medio de visibilidad de mi obra. En Cuba la estructura de la Institución Arte está muy enfocada en aquellos egresados de las escuelas de arte, por lo que alguien autodidacta como yo pasa mucho más trabajo.

Performance. Los perros también van al cielo.
Performance. Los perros también van al cielo.

Estas intervenciones a la vez que promocionaban mi trabajo cuestionaban a la institución. Yo trabajo mucho desde la epidermis, desde la intuición, desde la sensorialidad. Las cosas que me molestan como, por ejemplo, que alguien no perteneciente a la academia o que no tuviese renombre nacional o internacional, no pudiese poner una escultura ambiental en un espacio público, propiciaban este tipo de gesto.

HT: Durante la última Bienal de La Habana llevaste a cabo dos proyectos: Mikilandia y Regalo de Cuba a EE.UU. Ambos, jugaban con las imágenes de íconos internacionales (el Mickey Mouse y la Estatua de la Libertad respectivamente) y se apropiaban, nuevamente, del espacio urbano. ¿Cómo fue la reacción del público ante ambos sucesos y cuál, la de las instituciones alrededor de las cuales emplazaste esculturas?

Performance Super Pijo foto. Glexis Novoa
Performance Super Pijo foto. Glexis Novoa

LM: Estas obras tienen en común ante todo la estética povera de los “palos amarrados” y también el hecho de cuestionar la imagen de estos íconos desde una posición “tercermundista”.

En cuanto a las reacciones fueron diversas, el marco de la Bienal, generaba una respuesta diferente de las instituciones, pues la obra no era destruida tan pronto como en intervenciones anteriores.

Pero por otro lado me encontraba con la actitud por ejemplo de gestores de arte que, aún conociendo mi trabajo, sacaban de circulación algunas de las piezas, pues simplemente les alteraba su preconcebida dinámica.

Otros proyectos tuyos se aproximan al tema de la religiosidad popular en particular la serie Con todos y para el bien de unos cuantos. ¿Por qué te interesa este espacio?

LM: Cuando utilizo la imagen de santos como la Virgen de la Caridad o San Lázaro, trato de bordear ese imaginario social cargado de mitos, simbologías, códigos, actitudes, y desde una interacción viva con el público, intento provocar una reflexión.

Unicornio
Unicornio

La marginalidad, la racialidad, la violencia, la sexualidad humana, así como la propia religiosidad son solo espacios que me permiten, más allá de sus especificidades, cuestionarlo todo.

HT: ¿Tienes algún proyecto para la venidera Bienal de La Habana?

LM: Si, estoy participando en una muestra colectiva en la Madriguera; también formo parte del proyecto “Primavera del Amor”, que promueve la curadora canadiense Catherine Sicot y que incluye a artistas cubanos y extranjeros. Dentro de este proyecto tengo dos obras: una titulada “Tropical Chic”, que consiste en la presentación de un Festival de Belleza de la Diversidad que se efectuará el próximo mes de diciembre. Y la otra se trata de un performance itinerante, donde me trasvisto en bailarina de Tropicana y así visito todos los espacios de la Bienal de La Habana, a la par que reparto mis tarjetas de presentación.