De mi personal encuentro con Los Estados Unidos

Vicente Morín Aguado

Los que están cerca de entrar a la Sección de Intereses.  Foto: andes.info.ec
Los que están cerca de entrar a la Sección de Intereses. Foto: andes.info.ec

HAVANA TIMES — Nunca imaginé que varias horas en el “parque de las lágrimas”, cercano a la Sección de Intereses de los Estados Unidos en La Habana (SINA), serían tanto como un semestre de historia de Cuba.

No existe otro lugar en nuestro país donde diariamente se reúnan cientos de personas, sin previa convocatoria política, lejos de cualquier distinción clasista, edad, sexo, profesión, matices de la piel o cualquier otro detalle distinguible entre los seres humanos, juntos por el único afán de obtener una VISA que les permita cruzar la calurosa Corriente del Golfo.

Para mi bastó con el aviso automático del Departamento de Estado de los EE.UU, recibido a través del correo electrónico, resultado de una previa invitación a la XXIV Conferencia anual de la Asociación para el Estudio de la Economía Cubana (ASCE), de acuerdo a sus siglas en inglés.

En casa no sabían si felicitarme por tan grata e inesperada noticia, dados los más de 300 dólares iniciales involucrados en una operación de final incierto, pero Cuba es Cuba, tratándose de emergencias como esta, siempre hay “milagros” frente a la puerta. Primero gastamos los pocos ahorros, después hubo un préstamo generoso, además de otro adelanto sobre posibles beneficios a mi regreso de Miami. Yo viajaba al “Yuma”, la tierra prometida.

La noche anterior a la entrevista consular dormí muy poco, asediado por los consejos del círculo familiar íntimo: “Habla poco, no digas mentiras porque estos gringos se la saben todas”. No faltaron las velas encendidas, los conjuros contra algún que otro envidioso del barrio y el santiguado de una santera.

Al amanecer era uno más en la multitud del parque junto a la funeraria de Calzada y K, tranquilo ante lo inevitable, dispuestos a llorar de emoción o de pena en dependencia de la respuesta de ese día.

Cola en el parque en frente la Sección de Intereses de EE.UU.  Foto: voanews.com
Cola en el parque en frente la Sección de Intereses de EE.UU. Foto: voanews.com

El vecindario vive al tanto y a expensas de los allí congregados y sus necesidades: hay abogados, escribamos doctos en llenar cualquier formulario, fotógrafos, entrenadores sapientes en cuestiones de entrevistas, vendedores de sobres transparentes y, no faltan los múltiples servicios gastronómicos. Todo gira alrededor del planeta SINA.

El torbellino atómico somos los esperanzados solicitantes de visas, algo así como neutrones desencadenados de un reactor nuclear, refrigerados por los agentes del orden, junto a los empleados cubanos del servicio consular norteamericano, evitando cualquier posible explosión.

El “parque de las lágrimas” reúne tantas historias como personas, es la noticia eternamente soslayada, sin embargo, la mejor o peor para decenas de miles de cubanos cada año.

Conocí de madres esperando reencontrarse con hijos idos en una balsa años atrás, hubo chicos y chicas acompañados por el abuelo imprescindible, ahora buscando a sus padres. No faltaron héroes del internacionalismo africano, invitados por un hermano antes considerado “traidor” porque se fue a Miami mientras el otro marchaba a Luanda. Un ex militante comunista reconocía no importarle la religiosidad de un amigo de la infancia. La familia, el barrio también, encontraban suficiente atracción para recuperarse de tantos desacuerdos inútiles.

El último acto del día será el encuentro con el oficial estadounidense, un genuino inquisidor del siglo XXI, quien haría cualquier cantidad de preguntas, decidiendo finalmente nuestro destino.

Yo no conseguí entender el gesto de entrevistador, evidentemente de origen italiano, cuando tiró mi pasaporte en un cesto a su lado. Una empleada cubana me haló por el brazo, típico saludo deportivo, en tanto otra chica proveniente del ventanillo aledaño, eufórica, me abrazó entre lágrimas porque alcanzamos igual suerte.

Aterricé en Miami 45 minutos después de abandonar La Habana. Mi hotel era un Hilton, recordándome el Habana Libre de mi juventud, cuando podíamos tomarnos unos tragos en el bar “Las Cañitas”, junto a la piscina, pagando en la misma moneda de nuestro salario.

Lo asombroso es que nunca necesité hablar inglés, me recibió una jovencita oriunda de Camagüey, cuya amabilidad llegó hasta prestarme su móvil, ayudándome a establecer las necesarias comunicaciones con nuestro país. En el bar un ecuatoriano terminó regalándome las cuchillas de afeitar olvidadas al salir de Cuba, la mesa buffet contó con sonrisas argentinas, ciertas dudas fueron aclaradas por un haitiano, Jefe del Lobby, en tanto la tiendecita donde compré las tarjetas telefónicas prepagadas contaba con los servicios de una mexicana.

Cuando me fue posible bajar del cielo-digo, del piso 18- caminé por la avenida Biscayne, respirando la naturaleza de la ciudad luego de tanto aire acondicionado. Un aguacero tropical, típico de cualquier tarde habanera, me llevó hasta las cobijas de palma real de un pequeño restaurante, donde el porte y aspecto de los empleados advertía que era innecesario decir Do You Speak English.

La cuenta del hotel terminó como todas las cuentas, pero me recibió un amigo de Hialeah, profesor de secundaria al igual que yo, lector de Havana Times, quien generosamente me entrenó en el complicado mundo de los inmensos Malls, unos supermercados donde puedes necesitar la ayuda de un empleado a la hora de encontrar la salida.

Caminé de tienda en tienda, con mi eterno maletín traído de Cuba y mis bolsos de compras, sin importarles a los empleados cuánto cargaba en mis equipajes.

De vuelta en el aeropuerto, aunque no había sobrepeso, mi bolsillo carecía de 42 dólares para cumplir el monto total requerido por los impuestos. Durante varios minutos estuve al borde del suicidio hasta que apareció nuevamente la acostumbrada solidaridad de mis compatriotas, dos cubanos ocasionales aportaron el dinero sin permitirme compensación alguna.

Posteriormente hubo más, también al estilo más cubano de la realidad actual: Siendo mi primera visita, no pagaría en divisas al ser chequeado por la aduana habanera, por tanto, otros viajeros me encargaron parte de sus envíos, contando yo con inesperados pero bien recibidos regalos.

El vuelo de regreso transcurrió con la exactitud de la ida. Entre risas y alguna pequeña decepción, mi pequeña familia aceptó el hecho de ver cómo la mayor parte del equipaje terminaba en posesión de sus legítimos dueños. Nos fuimos a casa contentos, contándoles retazos de los cortos pero intensos días pasados.

Seis meses después todavía me pregunto si realmente fui a los Estados Unidos.
—–
Vicente Morín Aguado: [email protected]

 

31 thoughts on “De mi personal encuentro con Los Estados Unidos

  • (risas). Bien simpática tu narración Vicente.

  • Me alegro mucho por ti. Mii madre, de 77 años, tiene otra historia.
    Por tercera vez fue a tratar de lograr un visado a ver si le permitían viajar a ver a su hermano enfermo de 94 años.
    Las dos últimas veces la han tratado despectivamente con una sonrisa irónica en los labios.
    Si quieren detalles los tengo porque esta última vez (en enero) yo tuve la suerte (o mala) de acompañarla.

    Mi madre dice que ni aunque le paguen con creces lo que ella ha aportado a las arcas del estado de EEUU ella vuelve a poner sus pies dentro de ese edificio.

    Un saludo a todos.

  • Muy buen post Vicente. Gracias

  • Bueno ya fuiste y regresaste, a partir de ahora ya tienes mucho más fácil la visa para futuros viajes y puede que hasta te den la de 5 años.

    ¡Gracias Fidel!

  • Hace muy bien su mama en darse por vencida que ni aunque pague mil veces los $300 le va hacer daño a los EU, ya se ha redicho millones de veces: “personas que representen una posible carga pública” para el país, No le dan la oportunidad a que lo haga. Los cubanos son los únicos que resienten esta realidad, metanse en la cabeza que hay argentinos, ecuatorianos,colombianos, dominicanos y gente de todo el mundo que aún probando que están estables economicamente en sus países y No les dan visas. Dígale a su mamá que la culpa la tienen los miles y miles de viejos cubanos que bajo ese mismo pretexto les dieron visas y todos se quedaron y viven hoy del dinero que aportamos los ciudadanos de Estados Unidos, y de paso que también le de las gracias a su gobierno por haber usado esa estrategia, la de mandar en masas a los viejos para que hicieran eso y que les mantuviera a los de allá, con dinero y medicinas, y no me diga que no, porque los conozco personalmente, y hoy son esas mulas que van cargadas de gratis y se pasan dos meses en Cuba. Siento mucho que su mama no vea a su hermano antes de morir, pero es que han sido tantos cientos de miles que no lo han podido hacer, y no por culpa de un país extranjero sino más repugnante aún que fue a nuestro propio país al que no se nos dejo entrar a ver por ultima vez a un ser querido, mientras que en esos tiempos la mayoría de esas mismas viejas que hoy disfrutan una vejez digna, gracias al monstruo malvado, estaban gritando que se fueran o aun peor tirándole huevos y dando golpes al que se iba. Así de injusta es la vida Jesus. Ah dígale a su mamá que aquí hay cubanos que aunque nos paguen con creces somos incapaces de poner un pie en Cuba ni de engordarles las arcas al dictador.

  • …pero…Estados Unidos no es el pais de la bondad???….el pais tan preocupado por el bienestar del mundo y en especial del sufrido pueblo cubano???….asi que los viejos cubanos no tienen derecho al ajuste cubano del que muchos camajanes se han aprovechado???…tu familia si la hizo bien…le manda algun dinerito y algunas medicinas de vez en cuando a sus parientes en cuba pero de llevarselos al paraiso nada…que la dictadura cubana se encargue de ellos…y que van a hacer con todos los viejos cubanos en la hipotetica y futura cuba “democratica”???….

  • Pero tu tio puede venir a Cuba y reunirse con la hermana, ¿verdad?

  • “Seis meses después todavía me pregunto si realmente fui a los Estados Unidos.”

    Bueno, una alternativa a haberse pellizcado para comprobar que todo era verdad pudiera ser la de preguntarse:

    ¿Fui libre en esos días? ¿Respire esa sensación de libertad? ¿Me sentí libre de poder sentirme libre?

    Si su respuesta es positiva pues entonces: Sí, usted estuvo en USA.

  • Yo pienso que el asunto del otorgamiento de visas en la oficina de intereses más bien depende de como le caiga la persona al entrevistador, es una especie de “tin marin de dos pingue”, lo único que es un juego bastante diabólico desde la hora que se juega con los sentimientos y las esperanzas de las personas. Mulas que viajan a Cuba las hay de todo tipo y edades, desde un viejo hasta un joven y hay muchísima gente por Miami y otros lugares que se desgañitaron en su momento gritando consignas y tirando huevos y no son precisamente unos viejos cagalitrosos. Jesús, siento mucho lo ocurrido a tu mamá, quiera Dios que pueda de alguna forma ver a su hermano. Saludos.

  • Mi respuesta seria… usted estuvo en Miami no en los estados unidos, PERO disfrito de la libertad, de sentirce persona, pese al susto en la SINA y en ocasiones alguna atravesado en la emigracion del aeropuerto… pienso que usted sintio que no fue viligado, que no fue humillado, que no tuvo que dejar la bolsa en el guardabolsos de la tienda… en fin usted por un tiempo dejo de ser cubano para ser humano.

  • la mesa redonda de mañana, debate sobre los miles de inmigrantes que buscando libertad y oportunidades, salen diariamente de …………. chhhiiiipre.

  • No, tergiversador de verdades, mi padre presentó para irse del país reclamado por su madre que ya vivía en los EU antes de que llegara el dictador, lo botaron del trabajo, tuvo que ir a cortar caña por tres años y arriba de eso le secuestraron a su hijo menor de edad con 17años, el cual no pudimos ver por 10años, y llegamos a este país y a los 17dias ya mis padres estaban trabajando hasta que se retiraron, su retiro fue sudado, Nadie nos regalo nada. Si existían las mismas bondades que ahora, quizás mas, pero mi padre fuerte de 39años se fue a ganar su dinero el mismo, no como lo hacen los camajanes de ahora, así es que sus sandeces no nos pegan a nosotros. Pero como no estamos hablando de camajanes sino de viejos, la cosa cambia. Es sabido que los viejos cubanos vienen a quedarse porque al año y día los empiezan a mantener, y también es sabido que al año y dos días ya están en Cuba, por tanto esa ley no les aplica.
    Con respecto a mi familia, usted se atreve a hablar mierdas de las que un hombre con un poco de honor, no las dijera, Mi abuela se quedó en Cuba porque le dio la gana, y la dictadura NO SE ENCARGÓ de Ella, sino que su hija y todos sus nietos aquí lo hicimos, y cabalmente, no como dice ud que de vez en cuando, mi abuela no careció de NADA, porque con el retiro de mi abuelo solo le alcanzaría para dos jabones. Y en una futura Cuba democrática, ya ud lo dijo “Democrática”, existirá un estado de derecho donde los ciudadanos les pedíran cuentas a su gobierno en donde se mete el dinero, y los sacaran de sus puestos si no lo hacen, que es lo que pasa en Cuba, el clan Castro y su pandilla con vidas de millonarios y los viejos que se jodan.

  • Vicente:

    Para ver de verdad a EEUU tienes que irte mucho más al norte, donde no haya frijoles negros.

  • Estimado Isidro:
    Una de las cosas más hermosas que tiene USA es la diversidad (duélale al que le duela y pésele al que le pese) justo de ahí, de esa mezcla, toman toda la vitalidad, energía y contrastes que tiene ese gran país. Miami, La Florida y “los frijoles negros” son parte de esa riqueza y son una parte importante, como todas las partes que han ayudado a construir la nación que es hoy.

  • Jajaja hasta Vermont porque si para en NYC…6 millones de latinos. Los frijoles o habichuelas son el símbolo moderno de la gran manzana.

  • Vicente puedo adivinar quien es el profesor de secundaria de HT. Creo que el encuentro de ustedes bendijo el camino para la famosa noticia del 17 de diciembre. Si Uds pudieron hacerlo por que no Obama y Raúl.

    Una pregunta la consulta con el santero fue para saber si debías quedarte en Miami o regresar a Cuba?

  • Nuestro primer encuentro con los EUA lo tenemos todos nosotros desde que somos niños, la lista de musicos cinestas, escritores, cientificos y personalidades de esa nacion , obras musicales, libros, peliculas y todo lo referente a la cultura americana a la que accedemos desde niño es tan grande que supera incluso la influencia propia, la estructura de los barrios, los autos, el conocimiento de la existencia de muchas tecnologias industrial y domestica, la organizacion del trabajo y las relaciones laborales. Es facil sacar a relucir detalles para enemistar a dos naciones, pasandole por arriba a las muchas semejanzas. Hay tanto de americano en nosotros y tan profundamente arraigado, que no nos damos cuenta que existe.

  • Not really Isidro, conozco la vida de varios Estados de la nación, y en todos se practican y respetan los mismos derechos ciudadanos que en Miami, en todos hay la misma abundancia de todo. Es verdad y nadie lo puede negar que Miami lo que parece es un “país extranjero” dentro de la maravilla americana.
    Asumo Isidro que lo que quieres decir con lo de “un lugar que no hayan frijoles negros” se refiera a “un lugar donde no sea tan cubano”, porque tomarlo por el lado de que literalmente “no hayan frijoles negros” sería no alcanzar a entender lo que verdaderamente es el capitalismo, y no creo que ese sea tu caso. Lo bueno de ese sistema es que donde exista la demanda, ahí está la oferta. Desde que llega la primera familia cubana a cualquier hoyo de EU, ya empiezan a surtir hasta los 7eleven con los “productos” que consumen los cubanos. En Providence, Rhode Island, que es el estado más chiquito de la nación, en los mercados boricuas estaba la sección de “nosotros” bien surtidita.
    Saludos.

  • Jaja, Luis, ¿Tú sabes las veces que a mí me han dicho, que “ya eran americanos” antes de venir aquí?.

    Muchos hasta te dicen con sorna de que “yo nací en el Jackson”, o que ya eran americanos estando en la barriga de sus mamá.

    Los cubanos siempre han sido muy “estadounidenses” para decirlo más propiamente, no entiendo cómo Fidel sabiéndolo, se le metió en la cabeza de querer quitarnos la costumbre, el pago ha sido la gran cachetada de que hasta los niños en vez de querer ser como el Che, lo que quieren es ser Yuma, y ahora la tapa al pomo de ellos mismos querer que se le llene la Isla de americanos. Ver para creer.

  • Dhaniel, Miranda y Bobo:

    Comienzo confesando que estoy en cierta desventaja, por el hecho de que nunca he puesto pies en EEUU (ni mojados ni secos). De ahí que dependa de visiones ajenas en gran medida.

    Es que tengo allá a dos buenos amigos de la infancia, quienes en distintos momentos me confesaron que Miami se les hizo insoportable, gracias al cubaneo que predomina allí. Resulta que ambos salieron de Cuba hastiados de la politización que reinaba en La Habana, pero allá se encontraron la contrapartida del otro extremo. Así que un buen día recogieron los matules y siguieron rumbo norte. Ahora viven felices y tranquilos bajo tormentas de nieve, tomando café aguado y comiendo apple pie, pero lejos de la cantaleta criolla. En fin, cuestión de gustos.

  • 100%, no sé si leíste bien lo que escribí. Mi tío tiene 94 años y está enfermo. ¿Entiendes? 94 años y enfermo. A ver si lo captas ahora. Un saludo

  • Pues parece que no estás muy actualizado.
    Ellos le dieron visado a otro tío mío para ir allí a ver a su hija. Él cae en la misma categoría que mi madre por ser ambos “personas que representen una posible carga pública”.
    No obstante, al yo percibir las respuestas que les daban a solicitantes el día que yo acompañé a mi madre me pude convencer de que eso es algo parecido a una lotería. Una lotería que genera al menos 30.000 USD al día según los cálculos más modestos que yo saqué ese mismo día. 160 USD por persona.

    Sobre lo de loas ancianos que allí se quedaron no lo sé. Eso te lo dejo porque parece que estás bien informado.
    EEUU prefiere, desde luego, que vaya gente joven, sana y preparada ya. Es entendible. No tener que invertir un centavo y recibir “tax payers” directamente a costa de otros.

  • La salsa, el son o la guaracha no creo tengan mucho que ver con lo anglosajón.
    Tampoco nuestras comidas.
    Creo que deberías estudiar un poco historia antes de hablar por los demás. Si es tu experiencia particular: habla por ti no por el resto.

  • Yo no soy un burocrata o intelectual que conoce por realidad lo que dice el granma o la mesa redonda, yo le he dado la vuelta a Cuba varias veces y he estado en muchos puerto, talleres y fabricas, donde todavia hoy existen tornos, hornos , maquinas herramientas y maquinaria especializada que son americanas; ademas , mire a su alrededor y vera cuanta tecnologia es americana o tiene por base la tecnologia americana, claro , para ello tiene que soltar los libros de Marx y empezar a estudiar historia de la ciencia , la tecnica y la tecnologia, leer sobre historia de la electricidad, las maquinas de combustion interna, la electronica, la produccion industrial, la extraccion y refinacion petrolera, la medicina, la computacion. Usted esta sin saberlo inmerso en un mundo fisico altamente modificado por la cultura americana. De musica, arte , literatura y cine no voy a hablar , porque es absurdo que le diga que el tv , las camaras de Tv , los estudios de Tv, tienen su origen en EUA,

  • Pues claro que estoy enteradA Jesus, Primero, debo decirle que Si me da pena la situación de que su madre no alcance a ver a su hermano, Si es treiste, pero lo justo sería oir a TODOS los cubanos denunciar que :”por culpa de este sistema es que nuestra familia esté separada”, también debes demostrar pesar por la realidad por la que hemos pasado todos los cubanos de no haber podido “entrar” a nuestro propio país para ver por ultima vez no a un hermano enfermo, sino el de poder estar la lado de una madre o un hijo que se ha estado muriendo. No por culpa de ningún otro país sino del gobierno cubano que ha violado nuestros derechos del país donde nacimos, Los Estados Unidos No le viola NINGUN derecho a nadie por no darle visa al que no quiera.

    Le diré que Si estoy bien actualizada. ¿Qué cubano no lo esta?, y le creo que a su otro tio le dieron visa (se quedó ?), a mi abuela tambien se la dieron en el 1981, y regreso y despues se la negaron todas las demas veces, parece que el que no esta para nada actualizado sea Ud que no sepa que “esto” se convirtio en un “bizne”, ¿que raro que ud no conozca de ningún viejo/a que haya venido de visita y se haya quedado? Y que lo vea después yendo de visita.. Umm, qué raro!, no de que hasta en la mesa redonda lo proponia?. Vamos, que en Cuba no queda un bobo.

    Del dinero que le genera a los EU, eso si que yo no lo sé, tampoco dudo la cuenta que ud sacó. Ahora quiero saber si se ha sentado a sacarle la cuenta al dinero que le genera a su gobierno parte de esos $30mil al día, mas los cientos de millones que le generan las visas y pasaportes cubanos que les exige a sus nativos. Muchos que han pagado tres veces $160 y los han perdido pirque no los han dejado entrar. Le digo esto por si “no lo sabia” que se actualice.

    Tampoco esta actualizado en que los EU viva a costa de los taxes de esa gente joven que Ud dice viene a trabajar aquí. Eso solo lo podría decir un ignorante en la materia. Pregúntele a los cubanos que vayan de visita a Cuba o a su familia, si ellos andan con las calles oscuras, con huecos y rodeados de basura, para eso es lo que pagan taxes, mas pena da que su gobierno viva acosta de todos uds sin que se vea donde invierten el dinero.

  • Pues cuando vas a celebrar un cumpleaños, tú no vas a la dulcería y pides una torta; pides un “cake”; tampoco dices “dame un pastel”, sino un “pie”:, ni tampoco un bocadillo de jamón y queso, sino un “sandwich”. ¿Qué eran los famosos paquetes de “arepas”, años ha, sino Hotcakes?; y las “hojuelas de maíz”, sino corn flakes? Y hubo hasta una versión castrista de McDonalds allá por los 90. Y los perros calientes siempre han gustado mucho

    De la cocina no le discuto demasiado, y es que, ya no la americana, la mismísima cocina tradicional criolla hay que buscarla en estos momentos más fuera de Cuba que dentro: posiblemente la mayoría de los jóvenes cubanos sepan más que es un hot dog que un majarete. independientemente de que hoy por hoy te tomas más fácil un batido de mamey, una champola y un guarapo frío en Hialeah, que en La Habana.

    La masa cárnica, el apestoso picadillo de soya, el fricandel la pasta de oca, y “el perro sin tripas” jamás fueron parte de la tradición culinaria cubana, sino efectos del comején castrista.

  • Agregale que a las cerraduras le dicen “Yale” y al distibuidor de combustible “Deico”. Fotingo, alos autos viejos, Guajiro algo 100% cubano vino con la ocupacion americana. El deporte nacional y todo su lexico, la musica tiene swing , los discos del Benny More que al camarada seguro le gusta tanto es invento americano , la propia banda del Benny es un formato de una banda de Jazz, el movimiento del feeling otra inspiracion del jazz.

  • Isidro, yo vivo en Maryland y acá hay frijoles negros, aguacate, mamey, hasta boniato igual que el de Cuba y malangas! He logrado hasta hacer yo mismo los pasteleros de guayaba cubano! Y también el pan cubano hecho en casa aunque en la tienda venden uno que también le llaman pan cubano pero no se parece tanto como el mío :-)
    En new Jersey hay panaderías cubanas donde venden hasta el pan de manteca y los palitroques y coscorrones. En fin que acá en el norte tenemos casi lo mismo que en Miami.
    Una cosa que no tenemos es buenos restaurantes de comida cubana, he comido en varios pero la comida no es igual a comer por ejemplo en Miami en la carreta pero en new York hay uno que se llama Victor’s y es de primera. Comí en ese restaurant una de las mejores comidas cubanas de mi vida. También en Philadelphia hay uno muy bueno no recuerdo el nombre. En mi área no hay muchos cubanos. Los latinos que mas abundan son centroamericanos. Pero mucho de los ingredientes que ellos usan para preparar su comida es similar a los que usamos nosotros. Aunque el resultado final es diferente.

  • y otra de Big Band.

  • Hola a todos, al Bobo el conoce al amigo que generosamente me recibió en Miami. Bueno, de la santera, fue para contrarrestar a los envidiosos porque irse al Yuma es como irse al paraiso y mucha gente , sobre todo los comunistas arrepentidos, te desean que el avión explote en el aire.
    Creo pronto volveré y haré una excursión mayor aunque siempre con la idea del regreso. Me duele eso de obligarme a no vivir en mi país aunque reconozco que vale la pena un buen tiempo en Estados Unidos, el primer país del primer mundo que debiera ser el único para todos.
    Los quiero…
    Vicente.

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